Capítulo 1

Omn Bia 320-3 14/11/12 16:19 Página 48
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metal, arrancó. No parecía que tuviera mucha vida, pero
sólo necesitaría recorrer una distancia de poco más de
quince kilómetros si tenía la suerte de cara.
Metió la marcha atrás y retrocedió lentamente. Volvió
a cambiar, giró en redondo con mucha precaución y
se detuvo.
La herida del brazo palpitaba con una crudeza extrema.
Sintió una sudor frío en las sienes y un leve temblor
en los dientes. Supuso que era por efecto de la impresión
y no le concedió más importancia. Sólo
significaba que quizás dispondría de menos tiempo para
ayudar a Fallon.
Estaba sentada con la cabeza apoyada en el respaldo,
inerte. Seguía muy pálida y la sangre había empezado a
coagularse. La piel magullada había empezado a hincharse.
Tanta perfección destruida tan cruelmente.
La garganta cerrada, se inclinó sobre ella y besó su
boca en una caricia.
Entonces tomó aire, metió la marcha y arrancó en el
que sospechaba que sería el viaje más importante de
toda su vida.
Dolor. Dolor, agudo y palpitante. Una luz blanca
muy fuerte. El olor de algo vagamente antiséptico.
Y voces. Una mujer, enérgica y exigente, hablaba en
italiano. A continuación, la voz de un hombre, grave e
insistente, hablaba en inglés.
–Signorina O’Connell. Apra I vostri occhi.
–¿Fallon? Vamos, abre los ojos.
¿Abrir los ojos? ¿Podía hacerlo? Quería hacerlo. Era
horrible esa sensación, tumbada e inmóvil, atrapada en
la oscuridad. ¿Estaba dormida y todo formaba parte de
un sueño? Si se esforzaba, ¿obligaría a sus ojos para
que se abrieran?
–Fallon, por favor. Mírame.
«Lo siento», pensó. «Lo siento, pero no puedo».