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INTERNACIONAL<br />
Fr<strong>en</strong>azo<br />
a la Constitución Europea<br />
Francia, escribió Carlos Marx, palabras más palabras<br />
m<strong>en</strong>os, es el país <strong>en</strong> el que los procesos sociales se<br />
llevan hasta sus últimas consecu<strong>en</strong>cias; p<strong>en</strong>saba, <strong>en</strong>tre<br />
otros cataclismos vividos por ese pueblo, <strong>en</strong> la Gran Revolución<br />
Francesa que provocó que, desde el 14 de julio de 1789,<br />
el mundo ya nunca fuera el mismo. Ahora, con mucho gusto,<br />
hablo de una nueva gesta de ese pueblo porque ya hacía<br />
mucho que no t<strong>en</strong>ía razón para ocuparme de las acciones<br />
progresistas de los habitantes de países desarrollados; parecía<br />
Azuc<strong>en</strong>a del Campo<br />
como si sus clases trabajadoras estuvieran muy cont<strong>en</strong>tas y<br />
adormiladas, como si ya no fueran a abandonar la complicidad<br />
pasiva con sus clases poderosas. Ahora lo hicieron <strong>en</strong><br />
Francia dici<strong>en</strong>do NO, contund<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te, a la Constitución<br />
europea y le pusieron la muestra a los electores holandeses,<br />
qui<strong>en</strong>es también votaron NO. Se le cerró la puerta, por lo<br />
m<strong>en</strong>os durante un bu<strong>en</strong> tiempo, a la profundización de la<br />
unidad de los capitalistas de Europa.<br />
Hasta ahora se les ha tomado su opinión a once países; de<br />
ellos, nueve aprobaron la Constitución y dos la rechazaron;<br />
faltan todavía 14 consultas. Los gobernantes de Europa<br />
que impulsan la aprobación de una Carta Magna para todo<br />
el contin<strong>en</strong>te están desconcertados ante la negativa de un<br />
país tan importante como Francia, no se han podido poner<br />
de acuerdo; algunos sosti<strong>en</strong><strong>en</strong> que el proceso de aprobación<br />
debe seguir adelante, otros, que se debe esperar a los días<br />
16 y 17 de junio cuando se llevará a cabo una reunión de<br />
la Unión Europea <strong>en</strong> Bruselas para resolver de manera unitaria<br />
el camino a seguir, y, otros más, como Inglaterra, ya<br />
resolvieron, unilateralm<strong>en</strong>te, que susp<strong>en</strong>d<strong>en</strong> el referéndum<br />
que t<strong>en</strong>ían previsto para la primavera del año que <strong>en</strong>tra. Las<br />
opiniones diverg<strong>en</strong>tes no son más que la prueba palpable de<br />
la derrota temporal que ha sufrido el proyecto de contar con<br />
una sola Constitución para toda Europa.<br />
La experi<strong>en</strong>cia francesa merece com<strong>en</strong>tarse. En contra de<br />
la Constitución europea, se manifestó el 54.87 por ci<strong>en</strong>to<br />
de los votantes con una participación de 70 por ci<strong>en</strong>to de<br />
los empadronados. Un triunfo contund<strong>en</strong>te que nadie se<br />
atrevió a discutir. Ahora bi<strong>en</strong>, según <strong>en</strong>cuestas que se han<br />
hecho publicas, a nivel de todo el país, <strong>en</strong>tre los obreros, el<br />
79%, <strong>en</strong>tre los campesinos, el 70% y, <strong>en</strong>tre los empleados,<br />
el 67%, votó NO. En algunas zonas repres<strong>en</strong>tativas como los<br />
empobrecidos barrios del norte de Marsella azotados por el<br />
desempleo, el 80% votó NO y, <strong>en</strong> la zona norte de Francia,<br />
que es región obrera y de tradición de lucha, el NO alcanzó<br />
el 70%. Así, la clase obrera francesa se puso a la cabeza de<br />
la de toda Europa.<br />
La aprobación de una Constitución europea era, como ya<br />
dije, un paso más para unificar al capitalismo de ese contin<strong>en</strong>te.<br />
La Unión Europea ha pret<strong>en</strong>dido, por principio de<br />
cu<strong>en</strong>tas, libre circulación de la fuerza de trabajo, libertad<br />
para que los patronos consigan permisos fácil y rápidam<strong>en</strong>te<br />
y traslad<strong>en</strong> fuerza de trabajo como más les conv<strong>en</strong>ga a sus<br />
negocios; <strong>en</strong> segundo termino, los capitalistas pret<strong>en</strong>d<strong>en</strong><br />
libertad para comprar las materias primas y las herrami<strong>en</strong>tas<br />
y máquinas necesarias sin más limitación que la capacidad<br />
de sus capitales; <strong>en</strong> tercer término, quier<strong>en</strong> libertad absoluta<br />
para transportar y v<strong>en</strong>der sus productos terminados a cualquier<br />
mercado europeo sin más obstáculo que la demanda<br />
efectiva para adquirirlos y, finalm<strong>en</strong>te, buscan formar bloque<br />
sólido para <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tar a dos poderosos competidores: Estados<br />
Unidos y China.<br />
A eso pret<strong>en</strong>de llegar la Unión Europea, pero, para ello,<br />
para constituir una sola economía unificada, era, y sigue si<strong>en</strong>do<br />
necesario, además de derribar barreras secundarias que<br />
impidan el libre tránsito de la fuerza de trabajo, los medios<br />
de producción y las mercancías terminadas, unificar leyes<br />
y condiciones de producción, circulación y v<strong>en</strong>ta y, para tal<br />
propósito, era necesaria la aprobación de una Constitución<br />
única. Recuérdese para mayor compr<strong>en</strong>sión del f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o<br />
que, durante mucho tiempo, Alemania estuvo fragm<strong>en</strong>tada<br />
<strong>en</strong> numerosos feudos y principados que impidieron la implantación<br />
y desarrollo del capitalismo; mutatis mutandi,<br />
ahora se pres<strong>en</strong>ta al nivel de toda Europa una fragm<strong>en</strong>tación<br />
equival<strong>en</strong>te que es necesario eliminar.<br />
Puede afirmarse sin temor a error que el NO del pueblo<br />
francés fue una respuesta a lo que ya ha vivido, a los estragos<br />
que la explotación capitalista más abierta y despiadada le está<br />
causando <strong>en</strong> su vida diaria. Hay inflación <strong>en</strong> Francia (y <strong>en</strong><br />
todo Europa), el Euro, se dice, ha <strong>en</strong>carecido todo, y la g<strong>en</strong>te<br />
podrá no saber economía pero sabe perfectam<strong>en</strong>te bi<strong>en</strong> cuándo<br />
su dinero no le alcanza; y, hay, también, desocupación,<br />
pues el mayor uso de las máquinas y la alta tecnología <strong>en</strong><br />
donde ya se utilizaba, y su introducción reci<strong>en</strong>te <strong>en</strong> áreas<br />
<strong>en</strong> las que antes no existía, han arrojado (o manti<strong>en</strong><strong>en</strong>) a la<br />
calle, sin empleo, a millones de seres humanos <strong>en</strong> edad de<br />
trabajar; <strong>en</strong> Francia, la tasa de desocupación fue <strong>en</strong> 2004 de<br />
9.7%, que es casi igual al 10.2% de 1992 cuando se inició<br />
la Unión Europea con el Tratado de Maastricht.<br />
El referéndum francés echó, pues, por la borda por quién<br />
sabe cuántos años, los int<strong>en</strong>tos por integrar al capitalismo<br />
europeo y formar una sola fuerza. Es cierto que la unificación<br />
pret<strong>en</strong>dida conduce a un capitalismo más desarrollado y<br />
acorta su vida útil, por tanto, estoy pl<strong>en</strong>am<strong>en</strong>te conci<strong>en</strong>te<br />
de que, oponerse, es reaccionario, es pret<strong>en</strong>der que el capitalismo<br />
permanezca atrasado, se estanque y t<strong>en</strong>ga una larga<br />
y dolorosa agonía. No obstante, <strong>en</strong> este caso hay que considerar<br />
que <strong>en</strong> términos g<strong>en</strong>erales el capitalismo europeo no<br />
es propiam<strong>en</strong>te un capitalismo atrasado y hay que tomar <strong>en</strong><br />
cu<strong>en</strong>ta, también, que para su mayor y más rápido desarrollo,<br />
no es indisp<strong>en</strong>sable que se aprueb<strong>en</strong> bases constitucionales<br />
que posibilit<strong>en</strong> una mayor esclavización de la clase obrera.<br />
Puede haber una nueva constitución, puede haber nuevas<br />
leyes y nuevos reglam<strong>en</strong>tos, pero todo ello no se riñe con<br />
garantizar mejores condiciones para la clase obrera, tanto<br />
<strong>en</strong> lo que se refiere a su situación económica, como <strong>en</strong> lo<br />
refer<strong>en</strong>te a sus libertades políticas.<br />
En resumidas cu<strong>en</strong>tas, me permito opinar que lo que más<br />
le convi<strong>en</strong>e a la clase obrera europea y a sus aliados para<br />
acercar el mom<strong>en</strong>to de su liberación definitiva es que se<br />
siga int<strong>en</strong>tando la unificación capitalista, que se r<strong>en</strong>egocie<br />
la Carta Magna para toda Europa, pero con un peso mayor<br />
de los intereses del pueblo trabajador, con mayor énfasis a<br />
los programas sociales de protección a los niveles mínimos<br />
de vida y, sobre todo, haci<strong>en</strong>do explícitos los derechos de<br />
organización y lucha de la clase obrera <strong>en</strong> def<strong>en</strong>sa de la<br />
conocida voracidad de los patrones.<br />
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INTERNACIONAL<br />
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