Antorcha en Puebla - Buzos

COLUMNA
No es fortuito que el potosino Francisco Xavier Salazar
Sáenz relevara a Carlos Abascal en la Secretaría del
Trabajo y Previsión Social, pues cuando se incorporó al
gabinete fue invitado directamente por Fox.
Todavía Vicente Fox Quezada no tomaba posesión del cargo y ya
el entonces diputado local de la LVI Legislatura era uno de los más
serios prospectos a formar parte del gabinete. Incluso hubo quien se
desconcertó cuando no fue él, sino Carlos Abascal, quien tomó la titularidad
de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, y en respuesta,
se corrió la versión de que Paco Salazar era ahí más que subsecretario;
era algo así como un asesor general en todos los aspectos.
Francisco Xavier Salazar Sáenz es ingeniero químico industrial
(IQI), doctor en Ciencias Sociales; era uno de los tres
subsecretarios del equipo inicial de Abascal, que atendía la rama
de Desarrollo Humano para el Trabajo Productivo e igual que
Carlos Abascal, y según versiones periodísticas, miembro de la
organización nacional de ultraderecha, El Yunque.
Sus origenes son sindicalistas
Se dice que por ello, en su nueva encomienda, proporcionará
mayor protección a la parte patronal, pero eso es porque ignoran
sus verdaderos orígenes, en la cátedra y el sindicalismo universitario
de SLP.
Sin embargo, volvamos al principio. Es lógico que al salir Abascal,
el relevo fuera a cargo del potosino Salazar Sáenz, aunque
Expresión potosina
Vista a SLP, el nombramiento
de Salazar Sáenz en la ST y PS
Margarita Basáñez Jiménez
haya quienes, insistimos, yunqueándolo, lo quieran descalificar.
Ingeniero Químico de profesión y político de vocación, Salazar
Sáenz es un brillante potosino emanado de la Universidad
Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), que da renombre a sus
egresados y viste políticamente a nuestra entidad.
De la trayectoria del ahora Secretario del Trabajo, podemos decir
que fue el creador y presidente fundador de la Asociación Sindical
de Personal Académico (ASPA), de la UASLP en tiempos en los
que los catedráticos universitarios no podían darse el lujo de vivir
de la cátedra y sólo era maestro el que lo hacía por vocación.
En esos tiempos, también el ahora secretario del Trabajo y Previsión
Social tuvo que contar con dos trabajos: uno para mantener
a su familia y el otro para ejercer su vocación impartiendo cátedra
en su propia facultad.
Del sindicato académico creado por Paco Salazar se desprenden
conquistas laborales tan importantes como los estímulos a
la superación, productividad y hasta seguros de gastos médicos
mayores que hacen del catedrático universitario sindicalizado de
hoy, una envidiable élite.
De ahí surgieron sus primeros negocios: una tienda de pinturas
anticorrosivas y la franquicia de Aple para venta y distribución de
impresoras y computadoras de esta marca y, al cierre de su ciclo
como catedrático y sindicalista universitario, su brillante incursión
en el medio empresarial lo llevó a la dirigencia estatal de Canacintra
y luego a alguna cartera de la dirigencia nacional.
Sabe lo que hace desde todos los ángulos
Es decir, Salazar Saenz tiene experiencia tanto del ámbito laboral
como del patronal y si le sumamos su faceta política, -diputado local,
federal y Senador- seguramente no habrá dudas de que pronto
eche abajo las críticas a su nombramiento.
Seguramente, no sólo mantendrá los resultados obtenidos hasta
ahora por Carlos Abascal sino que su arribo oxigenará a la secretaría
del Trabajo, dando nuevo ímpetu a la constreñida política de
diálogo con trabajadores y empleadores, así como las acciones en
favor de las personas desocupadas y los grupos vulnerables.
Póngale atención a estos puntos, querido lector, pues seguramente
los veremos más atendidos por la STYPS en los días por
venir, sobre todo, en San Luis Potosí, la tierra de Paco Salazar,
aunque sólo tenga un año para probar que sabe lo que tiene que
hacer, en su nuevo cargo.
Dice Rosario Robles que va de nuevo a la política
partidista, y como para dejar en claro que su
objetivo es sabotear el proyecto de López Obrador,
a quien en corto señala como su principal detractor y el
artífice de su desgracia, anuncia que si Marcelo Ebrard
es candidato a jefe de Gobierno por el PRD, ella se postulará
al mismo cargo por el Partido Convergencia de Dante
Delgado Rannauro.
Torpe, como en sus lejanos años de opositora, y mostrando
que todos aquellos cursos
que le pagó Carlos Ahumada para
mejorar su imagen, su presencia
y su trato con los medios, no le
sirvieron ni un ápice para mejorar
la calidad de su análisis, ni
para comprender que el hecho
de haber logrado violar la ley
impunemente una vez, o algunas
veces, no significa que siempre
vaya a poder hacerlo, alegando
desconocerla. La verdadera corresponsable
del complot en contra
del tabasqueño parece decidida
a finalmente romper el silencio
que se autoimpuso respecto a la
política partidista hacia el futuro,
y reta de manera prácticamente
abierta a López Obrador a que
consume lo que ella, y otros ex
correligionarios suyos que aún
permanecen en el partido, consideran
un acto de entrega y alta
traición: entregarle a un ex priísta la única candidatura en
la que el PRD tiene la certeza de triunfar en 2006, cuando
hay un buen número de militantes perredistas calificados
para ser presidenciables.
Lo único que Rosario Robles no contempla, no porque lo
ignore sino porque está formada en la cultura de la ilegalidad,
es que su amenaza de competirle a Ebrard la Jefatura
e Gobierno carece de sentido por dos razones: primero,
porque Convergencia no tiene, ni siquiera con Cuauhté-
Hechos y Nombres
Rosario Robles Berlanga, la Congruencia
Alejandro Envila Fisher
moc Cárdenas como candidato presidencial, la estructura
y el peso electoral suficiente para siquiera darle la pelea al
sólido perredismo del DF; pero segundo, y aún más importante,
es que Rosario Robles no puede ser candidata a Jefa
de Gobierno por ningún partido, pues ya ocupó el cargo y
tanto el Estatuto de Gobierno del DF, como la Constitución,
son claros en establecer que nadie que haya estado en esa
posición, bajo cualquier cargo o denominación, puede volver
a ocuparla.
Cuando fue Jefa de Gobierno, a partir
de que Cárdenas renunció para lanzarse
a su tercera campaña presidencial,
Robles lo hizo violando la ley en acuerdo
con la que entonces era una sólida
mayoría parlamentaria de su partido.
Estaba inhabilitada porque no se
había separado de la Secretaría de
Gobierno con los tres meses de antelación
que el Estatuto exige para
todo aquel que aspira a encabezar la
administración capitalina.
A pesar de que la falta de ese requisito
era flagrante, y de que algunos
comunicadores lo denunciaron abiertamente,
ella y su partido se empeñaron
y procedieron a una designación
ilegal que fue indebidamente avalada
por el PAN en la Asamblea Legislativa,
y vergonzosamente acatada por
el silencio del PRI.
Hoy la situación es aún más clara,
Robles está colocada en el mismo supuesto
de inhabilitación que le impide a Manuel Camacho
siquiera registrarse para competir por una posición que él ya
ocupó, aunque fuera en calidad de Jefe del Departamento
del Distrito Federal. La restricción atiende al principio de no
reelección y busca limitar el poder de aquella persona que ya
ejerció el gobierno capitalino en alguna ocasión, pero como
Rosario no sabe de congruencia pues hoy está dispuesta a lo
que sea con tal de regresar.
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