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de su cargo como comandante del grupo<br />
administrativo. Por la misma razón tampoco<br />
tenía asignación de alumnos de vuelo, como<br />
varios de nosotros lo estábamos deseando<br />
y su actividad operativa solamente se limitó<br />
a chequeos o vuelos muy esporádicos. <strong>No</strong><br />
obstante, en las pocas veces que escuchamos<br />
sus intervenciones por razón del servicio, se<br />
podía percibir su amabilidad y su talante paisa<br />
de profunda simpatía. Después de nuestra<br />
graduación en diciembre de 1963 lo perdí de<br />
vista. Posteriormente me enteré que había<br />
permanecido en la escuela por tres años más<br />
y finalmente, solicitó su retiro y se estableció<br />
con su familia en la Sultana del Valle. El tiempo<br />
transcurrió y en 1989 cuando fui trasladado a<br />
EMAVI, nuevamente establecí contacto con<br />
mi mayor Durango. Lo visité varias veces, me<br />
comentó sobre sus actividades particulares,<br />
sobre su familia y durante esos encuentros<br />
reconocí, que la persona que aun guardaba<br />
en mi memoria, seguía siendo la misma.<br />
Algunos años después y cuando me encontraba<br />
encargado del Comando de la Fuerza Aérea,<br />
por intermedio de su hijo mayor Enrique, me<br />
hizo llegar un cuadro que cuelga en una de las<br />
paredes de mi hogar, con un impresionante<br />
pensamiento de RUDYARD KIPLING:<br />
Alumnos de pilotaje Curso 25 entre los que podemos distinguir<br />
de derecha a izquierda: Villamil, Garzón, Durango y Guzmán<br />
sobre el plano del T-6, Moreno Guerrero, Jóbez (inclinado),<br />
Rangel, Martínez (el guasca), Arias y Plutarco Gómez.<br />
“Cuando vayan mal las cosas como<br />
a veces suelen ir,<br />
Cuando ofrezca tu camino sólo<br />
cuestas que subir,<br />
Cuando tengas poco haber<br />
pero mucho que pagar,<br />
Y precise sonreír aun teniendo<br />
que llorar,<br />
Cuando el dolor te agobie<br />
y no puedas ya sufrir,<br />
Descansar acaso debes<br />
¡pero nunca desistir!.<br />
Tras las sombras de la duda,<br />
ya plateadas ya sombrías,<br />
Puede bien surgir el triunfo,<br />
no el fracaso que temías,<br />
Y no es dable a tu ignorancia,<br />
figurarte cuán cercano,<br />
Puede estar el bien que anhelas<br />
y que juzgas tan lejano,<br />
Lucha, pues por más que tengas<br />
en la brega que sufrir,<br />
¡Cuando esté peor todo,<br />
más debemos insistir!<br />
LOS VERDADEROS PILOTOS NUNCA<br />
MUEREN, SOLAMENTE CAMBIAN DE<br />
AVIÓN PARA CONTINUAR SU VUELO<br />
Alumnos de pilotaje Cursos 24 y 25 entre los que se<br />
destacan en el extremo derecho de la fotografía Enrique<br />
Durango y Gregorio Jóbez segundo de derecha a<br />
izquierda Efraín Díaz y Eduardo Sarria del Curso 24.<br />
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