You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
30<br />
Nacido en Chinácota al clarear el alba, aldea<br />
situada entre las ariscas breñas santandereanas<br />
un 03 de noviembre de 19<strong>27</strong>, en el hogar<br />
conformado por don Buenaventura y doña<br />
Elvira que iluminaron su cuna con el fulgor<br />
de una estrella e impregnaron en su corazón<br />
el crisma de los preceptos cristianos y los<br />
estrictos modales de sus antepasados así<br />
como el afecto por las armas y la patria.<br />
Encendido de pasión por la conquista de<br />
la gloria, abrazó la carrera de los “Ases del<br />
Aire” como integrante del Curso <strong>No</strong>. 22 de<br />
Oficiales de la Fuerza Aérea Colombiana,<br />
haciendo tránsito exitoso ya en su condición<br />
de oficial por unidades como la Base Aérea<br />
de Apiay, la dirección de la Escuela Militar de<br />
Aviación “Marco Fidel Suárez”, el comando<br />
de la Base Aérea de Palanquero, la gerencia<br />
del Servicio Aéreo a Territorios Nacionales<br />
“SATENA”, el comando de la Fuerza Aérea<br />
Colombiana y otras unidades a las que viniera<br />
a sumarse la Agregaduría en Washington en la<br />
que su estampa de caballero medieval plasmó<br />
su huella con el brillo de su personalidad<br />
austera y lejana a demostraciones impropias<br />
del señorío imperial.<br />
En el ejercicio de sus funciones, parecía no<br />
conocer de limitaciones mortales. Contrajo<br />
matrimonio con Janet, señora de gran belleza<br />
Señor General<br />
del Aire<br />
ÁNGEL MARÍA GÓMEZ<br />
JÁUREGUI<br />
y distinguida virtud de cuyo enlace, por el<br />
rito católico, hicieron presencia Marcela,<br />
Mauricio, Juanita y Juan Manuel.<br />
Fervoroso devoto de las faenas del campo<br />
por las que tuvo afición desbordada como<br />
por el culto del espíritu y de su mente que<br />
de ejemplo sirvieron a quienes corrieran la<br />
suerte de ser sus colaboradores.<br />
En noche azul, clara y divina, se fue como<br />
las olas tranquilas y suaves, dejándonos<br />
la nostalgia de aquellos que ya no son,<br />
sembrando en el alma los más nobles<br />
sentimientos de la amistad. Tal vez hubiera<br />
sido mejor no haberlo conocido tras la<br />
pena que nos embarga por su desaparición,<br />
no obstante preciso es colmar a Dios de<br />
bendiciones por habernos permitido saber<br />
de su existencia preclara de la cual orgullosos<br />
nos sentimos.<br />
Cupo a Bogotá guardar sus cenizas hasta<br />
siempre el pasado 14 de julio y a Dios contarlo<br />
entre sus ilustres huéspedes.<br />
My. Humberto Aparicio Navia