conocimiento de Dios - The Philadelphia Church of God
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E L M I S T E R I o D E L L o S S I g L o S<br />
aquellos llamados a Su Iglesia sino también para librar a toda<br />
la humanidad, ¡cada grupo en su turno!<br />
Pero, como la pena <strong>de</strong> muerte que Él pagaría en lugar<br />
<strong>de</strong> la humanidad pecadora necesariamente pondría fin a Su<br />
vida humana, la pagó como el último acto humano <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />
cumplir todos los <strong>de</strong>más propósitos <strong>de</strong> Su vida en la Tierra.<br />
Esto pues, ¡le da al lector una i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> CUÁN GRANDE es<br />
aquel Jesús que vino a fundar la Iglesia <strong>de</strong> <strong>Dios</strong>!<br />
Tengamos siempre presente que, aunque Jesús empezó Su<br />
ministerio terrenal a los 30 años <strong>de</strong> edad (<strong>de</strong> Su vida humana),<br />
Él era el Eterno, el que siempre ha existido. ¡Cuán valiosísima<br />
era esa vida humana <strong>de</strong> 30 años!<br />
Y este Jesús, criado en la ciudad <strong>de</strong> Nazaret, había resistido<br />
y vencido a Satanás <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Su nacimiento humano. Había<br />
rechazado el camino egocéntrico <strong>de</strong> Satanás <strong>de</strong>l “obtener”, ¡y<br />
en el momento <strong>de</strong> la formidable confrontación final se mostró<br />
apto para restablecer el gobierno <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> y para instaurar<br />
el reino <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> en la Tierra, para administrar ese gobierno!<br />
Jesús, el segundo Adán, tuvo éxito allí don<strong>de</strong> el primer Adán<br />
había fallado.<br />
“ p e d r o ”: t í t u L o d e L i d e r a z g o<br />
Inmediatamente <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la batalla <strong>de</strong>cisiva para vencer a<br />
Satanás, dos discípulos <strong>de</strong> Juan el Bautista vieron, con Juan, a<br />
Jesús y éste les dijo que lo siguieran hasta Su casa. Uno <strong>de</strong> ellos<br />
era Andrés, hijo <strong>de</strong> Jonás; él llamó a su hermano Simón bar-Jona.<br />
Jesús miró a Simón y le dijo: “Tú eres Simón, hijo <strong>de</strong> Jonás;<br />
tú serás llamado Cefas [en griego, Pedro]” que significa una<br />
piedra. (Juan 1:42).<br />
En Marcos 3:14, 16 leemos: “Y [Jesús] estableció a doce, para<br />
que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar (…) a Simón,<br />
a quien puso por sobrenombre Pedro”. Según el diccionario<br />
Webster, un apellido es “un nombre añadido <strong>de</strong>rivado <strong>de</strong> la<br />
ocupación”.<br />
El seudónimo Pedro había sido durante siglos un apodo o<br />
título que <strong>de</strong>signaba a un jefe o lí<strong>de</strong>r religioso, o una se<strong>de</strong><br />
religiosa. Pedro fue el primero y el principal <strong>de</strong> los apóstoles. Un<br />
apóstol es “uno enviado a proclamar o predicar”.<br />
Así pues, al comienzo <strong>de</strong> Su ministerio terrenal, cuando<br />
estaba preparando los fundamentos <strong>de</strong> la Iglesia, Jesús escogió