La Carta a los Romanos - Tomo I - Daily Biblical Sermons

pudiera haber hecho esto. En Listra Pablo dijo: “En edades pasadas él ha
dejado a todas las gentes andar en sus propios caminos; si bien no se dejó a sí
mismo sin testimonio, haciendo bien, dándonos lluvias del cielo y tiempos
fructíferos, llenando de sustento y de alegría nuestros corazones” (Hch 14, 16-
17). La lluvia y los tiempos etc. son los testimonios naturales que Dios ha dado
a cada hombre de cada nación y cultura para conocerlo como Dios, y honrarlo.
Nadie tiene excusa por no conocer y honrar a Dios. “Él es quien cubre de nubes
los cielos, el que prepara la lluvia para la tierra, el que hace a los montes
producir hierba. Él da a la bestia su mantenimiento, y a los hijos de los cuervos
que claman” (Sal 146, 8-9).
De todo esto, uno puede saber que Dios es todopoderoso, bueno, y lleno de
bondad y amor por el hombre. “Los ojos de todos esperan en ti, y tú les das su
comida a su tiempo. Abres tu mano, y colmas de bendición a todo ser viviente.
Justo es el Señor en todos sus caminos, y misericordioso en todas sus obras”
(Sal 144, 15-17). Esta es la actitud correcta hacia Dios, una actitud de sumisión
humilde y agradecida, llena de confianza, convencida de la justicia, bondad, y
misericordia de Dios al observar su acción en su creación. Todo hombre puede
y debe llegar a esta actitud. Si no logra tenerlo, es culpable ante Dios, y no
puede esperar a ver más que su ira.
Pero de hecho, son pocos los que han logrado llegar a este conocimiento de
Dios sólo por el uso de su razón. La historia ha mostrado esto. Por eso, aunque
el hombre pudiera haber conocido a Dios por su razón, la gran mayoría no lo ha
logrado, y por eso la mayoría de la humanidad, es decir, casi todos, son
culpables ante Dios, son justamente condenados por él, y verán su ira. Esta es
la situación actual del hombre, que san Pablo quiere describir aquí, así
mostrando claramente la necesidad que todos tienen de un Salvador.
Si el hombre no hubiera tenido la capacidad de conocer a Dios por su propia
razón, entonces no habría sido culpable ante él, porque el hombre no es
culpable por no haber hecho algo que es imposible para él a hacer. Por eso es
importante al argumento de Pablo de insistir que, aunque pocos han logrado
conocer a Dios por su razón, sin embargo es posible, y por eso todos los que no
lo han logrado son culpables y en necesidad de un Salvador. No son justos ante
Dios, y por eso necesitan ser justificados, no por sus propias obras, en las
cuales han faltado actuar correctamente; sino por la fe en Jesucristo que los
justifica por sus propios méritos, por su muerte en la cruz. Por eso dice san
Pablo: “Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios
mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la
predicación” (1 Cor 1, 21).
San Pablo primero tiene que establecer la necesidad de un Salvador por razón
de la culpabilidad del hombre. Luego él predica claramente la salvación, muy
necesaria, que Dios ha enviado al hombre por su propio Hijo Jesucristo. Porque
pudiera haber conocido a Dios pero no lo logró a conocer, el hombre es culpable
32