HISTORIA DE LA MONEDA EN PORTUGAL - Numismática y monedas
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El tercer rey de Portugal, D. Afonso II, se dedicó, más como legislador que como<br />
guerrero, a la separación entre el poder civil y la Iglesia. Llegó a prohibir la compra de<br />
tierras por instituciones religiosas y a promulgar leyes que afirmaban su autonomía<br />
legislativa, colocándose a sí mismo en el mismo plano que el Papa. Sus conflictos con el<br />
poder eclesiástico le valieron la excomunión. Su empeño de lucha contra los poderes<br />
señoriales le obligaron a pedir auxilio a Alfonso IX de León, cuyas tropas atacaban el<br />
norte del país. En 1.212, los 2 monarcas llegaron a un acuerdo de paz. En ese año<br />
también envió tropas para participar al lado de su suegro Alfonso VIII de Castilla, en la<br />
célebre batalla de las Navas de Tolosa.<br />
Ésta batalla fue muy importante para los reinos cristianos de la Península, pues<br />
marcaron su entrada en la región de Andalucía, siendo uno de los momentos más<br />
determinantes del movimiento de la Reconquista. El hijo de Alfonso II, D. Sancho II<br />
subió al trono portugués con apenas 13 años; y ya con 19 comandó las tropas que<br />
conquistaron Elvas y Juromenha. Fue en su reinado en que las tierras de Maura, Serpa,<br />
Beja, Mértola, Aljustrel, Alvor, Cacela y Tavira fueron conquistadas para la corona<br />
portuguesa.Al igual que su padre, siguió sin entenderse con el clero y la nobleza,<br />
llevando al país a una situación de inseguridad generalizada y de guerra civil entre sus<br />
partidarios y los de su hermano D. Afonso, conde de Bolonia (futuro Afonso<br />
III).Existen relatos de violencia contra monasterios , luchas contra los poderes<br />
señoriales y casos de vandalismo. Ésta situación de inestabilidad e inseguridad hizo que<br />
en 1.234 los obispos portugueses presentaron una queja al Papa Inocencio IV sobre el<br />
estado de la nación. Dos años después, una institución papal responsabilizó a D. Sancho<br />
II de la anarquía vivida en el país y nombró a D. Afonso (futuro Afonso III) regente del<br />
reino, el 21 de septiembre de 1.245; institución papal influenciada también por la<br />
nobleza, no solo por el clero. Fue también su subida al trono dispuesta en el testamento<br />
de su padre D. Afonso II, tras la muerte de su hermano D. Sancho II tal y como decía<br />
dicho testamento. O sea, que a pesar de la institución papal y la mala situación por la<br />
que atravesaba el país, solo la muerte hizo que por fin Afonso III pudiera ocupar el<br />
trono dejado por su hermano. A pesar de su ayuda por parte de la Iglesia para subir al<br />
trono tuvo varios conflictos con el poder eclesiástico, derivado de inquisidores por<br />
problemas de usurpación de tierras. A mediados del siglo XIII Portugal acabó con las<br />
emisiones de morabitinos. Solo 1 siglo más tarde, con D. Fernando, volvieron a<br />
aparecer <strong>monedas</strong> de oro. De cuatro monarcas portugueses de la primera dinastía –entre<br />
D. Afonso III y D. Pedro I, pasando por D. Dinis I y Afonso IV- no son conocidas<br />
acuñaciones en oro, a pesar de existir descripciones concretas al respecto por el cronista<br />
del reino, Fernando Lopes, de la existencia de dobras y medias dobras de estilo gótico<br />
en el reinado de D. Pedro I.<br />
D. Fernando I fue proclamado rey de Portugal en enero de 1.367, treinta años<br />
después de la guerra de los cien años, que durante más de un siglo enfrentó a Inglaterra<br />
y Francia. Como consecuencia indirecta de éste conflicto y de las rivalidades y alianzas<br />
que se generaron en torno a ella y también de la guerra civil que surgió en Castilla, el<br />
nuevo monarca se envolvió en varias guerras contra éste reino. El apoyo prestado por<br />
los portugueses a Inglaterra en acciones desencadenadas contra intereses castellanos<br />
atenuaban todavía más estos conflictos. Fue el último rey de la dinastía alfonsina. Hijo<br />
de D. Pedro I, nació en Coímbra el 31 de octubre de 1.345 y murió en Lisboa el 22 de<br />
octubre de 1.383.Fue conocido como “El Hermoso” y acuño <strong>monedas</strong> con las quinas<br />
portuguesas cuartelado de Castilla y, en otras, con Castilla en el anverso y las quinas en<br />
el reverso. Su única hija, Dª Beatriz, de la que se hablará más adelante, fue pretendiente<br />
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