HISTORIA DE LA MONEDA EN PORTUGAL - Numismática y monedas

Inicialmente fue efectuada una acuñación en plata, el real de 10 reales blancos y los
reales de 10 soldos, más la falta de éste metal en el Reino y las desvalorizaciones de la
moneda los transformaron en ejemplares de bolhao, más leves y con menos valor. Por
eso, el real no presentó siempre las mismas características a lo largo del reinado,
variando a nivel de aleación, pesos y tipos. El monarca portugués utilizó las casas de
moneda de Lisboa, Oporto y Évora para sus acuñaciones, pero también recurrió a la
casa de Ceuta, donde aparecieron los Ceitis, los cuales son las primeras monedas
portuguesas acuñadas en territorio ultramarino. La inestabilidad monetaria y la escasez
de metales preciosos son algunas de las explicaciones para la ausencia de moneda de
oro acuñada durante el reinado de D. Joao I. Para substituir éstas monedas, corrieron por
el Reino amonedaciones de oro europeas y árabes.
Después del inicio de la expansión marítima, los portugueses nunca más pararon.
En 1.419, Joao Gonçalves Zarco y Tristao Vaz Teixeira desembarcaron en la isla de
Oporto Santo e iniciaron su poblamiento. Hasta 1.433, año de la muerte de D. Joao I, el
reino portugués consiguió contratar cartógrafos de renombre internacional para
ayudarles en el planteamiento de los descubrimientos e iniciar diversas expediciones a
lo largo de la costa africana y Canarias. Ya con D. Duarte I como rey en 1.434, Gil
Eanes dobló el cabo Bojador en el continente africano, y abrió camino para nuevas
exploraciones a lo largo de aquellas tierras. A pesar de haber gobernado durante apenas
cinco años (1.433-1.438), D. Duarte acuño moneda de oro, pero no llegó ningún
ejemplar hasta nuestros días. Algunos autores hacen referencia que en su reinado se
acuñó el primer escudo de la historia portuguesa, una moneda de oro equivalente a 140
reales blancos, pero su existencia no está confirmada. D. Duarte intentó conquistar
Tánger, lugar donde llegó a permanecer como rehén uno de sus hermanos, el infante D.
Fernando.
Después de D. Duarte subió al trono D. Afonso V (1.438-1.481), conocido como
“El Africano”, que quedó para la historia de la moneda portuguesa como el primer rey
que mandó acuñar escudos en oro, los cuales sí llegaron hasta nuestros días. Tuvo todo
preparado para participar en una cruzada pedida por el Papa Calisto III. Pero la orden de
partida nunca llegó y el monarca con el ejército entretanto constituido se decidió por
otros parajes y conquistas. Fue así que avanzó hacia Alcácer Ceguer y Arzila, en
Marruecos. Tánger también acabaría por caer en manos de un rey que subió al trono con
apenas seis años. Intentó juntar las coronas de Portugal y Castilla, para lo cual se casó
con su sobrina, Juana la Beltraneja, hija y heredera de Enrique IV, rey de Castilla y
León (1.454-1.474) y de Juana (hermana de D. Afonso V).Por ello, le conocemos en
España como Alfonso V de Portugal “El Africano” pretendiente al trono de Castilla y
León (1.475-1.479).Al ser Juana la Beltraneja la elegida por los castellanos como su
reina, D. Afonso V invadió Castilla en 1.475 pero fue derrotado en la batalla de Toro.
Luchó contra aquellos que llegaron a ser los Reyes Católicos, Isabel y Fernando. El
conflicto entre Portugal y Castilla duró hasta 1.478, año en el que se firmó un tratado de
paz en Alcántara. Con D. Afonso V, Portugal tuvo la gran gloria de ser el segundo país
en introducir el noble arte de impresión de libros. Durante éste reinado se acabó con la
acuñación de monedas de bolhao, pasando tanto las emisiones en plata y en oro, a
presentar un toque mucho más elevado. Algunos historiadores consideran que en éste
reinado fue dada poca atención a los contactos comerciales con África y al
expansionismo atlántico, tarea que llegó a ser desenvuelta por el siguiente rey
portugués, D. Joao II. Por otro lado, D. Afonso V tenía protegidos los intereses de la
nobleza y el clero. Murió a los 49 años en la misma tierra donde nació, Sintra. En el
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