HISTORIA DE LA MONEDA EN PORTUGAL - Numismática y monedas

siguieron casi sin interrupción, mantuvieron al país en permanente guerra civil. La
revolución de Belanzada (1.836), la revuelta de los mariscales (1.837), los motines de
Arsenal, el gobierno tiránico y perseguidor de Costa Cabral, la revolución de María de
Fonte (1.846), la revuelta de Saldaña (1.851) y la reforma de la Carta Constitucional
(1.852), que al fin restableció la concordia entre los portugueses, son los hechos
culminantes de ésta época agitada. El 15 de noviembre de 1.853 murió en Lisboa,
víctima del parto de su décimo primer hijo. Fue ésta reina la que adoptó en el reino el
sistema decimal. Éste hecho marcó el inicio del quinto periodo monetario portugués.
Con el nuevo sistema, introducido en 1.835, las monedas sufrieron un cambio radical.
Desaparecieron las peças y sus subdivisiones, surgiendo la corona y sus fracciones. La
corona de oro pasó a ser la moneda de mayor valor con un curso legal de 5.000 réis.
Antes de ésta reforma fue acuñada una pieza que fue conocida como la “degollada”
(degollada). Se trataba de una moneda que, en el anverso tenía la cabeza de la reina sin
busto, de ahí que fue conocida con aquel nombre. Se cuenta que a la reina no le gustó
esa moneda, siendo suspendida su acuñación. Por eso, existen hoy un reducido número
de ejemplares. En el ámbito económico, aparecieron por primera vez las asociaciones
comerciales y fue creado el Banco Comercial de Oporto. En 1.875 la empresa alemana
Charles Schleicher & Schull fabricó los primeros billetes portugueses con marca de
agua.
Tras la muerte de Dª María II subió al trono D. Pedro V (1.853-1.861) con tan
solo 16 años de edad. D. Fernando II ejerció en el gobierno de la nación en calidad de
regente del reino. El 16 de septiembre de 1.855, D. Pedro V asumió el gobierno de
Portugal, país flagelado por aquella época por duras epidemias de cólera y fiebre
amarilla. El joven monarca fue también víctima de la fiebre del tifus, lo que acabó con
él el 11 de noviembre de 1.861 cuando tenía apenas 24 años de edad. No dejó
descendientes. Fue un rey muy culto, y recorrió diversos países europeos en pro de sus
estudios. Fue en su reinado que Portugal participó en la Exposición Universal de París
y se fundó la Asociación Industrial Portuguesa. D. Pedro V perfeccionó el sistema
decimal, siendo acuñada la corona con valor de 10.000 réis, pasando la media corona a
tener un valor de 5.000 réis. La muerte prematura del rey limitó las emisiones de
monedas en éste reinado, en el cual había una utilización cada vez mayor del papelmoneda.
Por falta de descendencia de D. Pedro V, su hermano D. Luis I (1.861-1.889)
heredó la corona el 11 de noviembre de 1.861, y fue proclamado rey el 22 de diciembre
de ese año. Nació en Lisboa el 31 de octubre de 1.838 y murió en Cascais el 19 de
octubre de 1.889, habiendo sido modelo de monarcas constitucionales. Su reinado fue
notable por el progreso, por la paz social, por la convivencia política y por el respeto
por las libertades públicas. D. Luis fue, sobre todo, el rey numismático. En un
Gabinete de Numismática de Ajuda, que ya existía desde el 1.795, comenzó a comprar
monedas y medallas para sus estudios de historia y, en 1.867 adquirió la gran y bien
organizada colección del Dr. Augusto Carlos Teixeira de Aragón, nombrado también
conservador del Gabinete. Ésta notable colección está abierta al público en la Casa de la
Moneda y en el Museo Numismático Portugués. En 1.864 fue creado el Banco
Nacional Ultramarino, que fue el banco emisor para las colonias. La constitución de
éste banco fue también una forma para Portugal de afirmar su soberanía sobre los
territorios que dominaban, en especial los africanos, cada vez más codiciados por las
grandes potencias de la época debido a su importancia económica. Respecto a la orden
constitucional, D. Luis asistió también a la elección del primer diputado republicano,
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