Octubre - Organismo Andino de Salud - Convenio Hipólito Unanue

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IV. VULNERABILIDAD A LOS DESASTRES
Boletín Epidemiológico
Los países del Área Andina están uubicados sobre tres placas tectónicas activas (Nazca,
Suramericana y Caribe) y en el «cinturón de Fuego» del Pacífico, lo cual hace de ésta un
área extremadamente propensa a eventos adversos como terremotos, deslizamientos,
tsunamis y erupciones. A esto se suma la presencia de extremos climáticos que se manifiestan
como sequías, inundaciones y fuertes vientos, asociados a otras anomalías climáticas de
diverso origen.
Con ocasión de La
Conferencia
Hemisférica para la
Reducción de
Riesgos llevada a
cabo en diciembre de
2001 en Costa Rica,
se presentaron
informes que refieren
que los desastres
más violentos
registrados en el área
han sido: Los flujos
torrenciales de
Venezuela que
arrojaron un saldo de
más de 10.000
víctimas y cerca de
3.000 millones de
dólares en pérdidas;
las erupciones de los volcanes Guagua Pichincha y Tungurahua en Ecuador en los meses
de julio y junio de 2000 y 2001 respectivamente y el terremoto que azotó al sur de Perú en
julio del 2001 con una magnitud de 8.4 grados, hecho que se consideró en ese instante como
el más severo en el mundo, pues aunque apenas causó 77 muertes, afectó a 213.000
personas, generó daños a 8.0000 viviendas y devastó 2.000 hectáreas de cultivos.
La OPS/OMS estima que más de la mitad de los 16.000 hospitales de América Latina y el
Caribe están situados en zonas donde el riesgo de desastres es elevado. Muchos de ellos se
han perdido a causa de terremotos, huracanes (como Mitch) y graves inundaciones. La
naturaleza por sí sola no es la causa del derrumbe de los hospitales. La construcción de
hospitales nuevos sin tener en cuenta el riesgo o los peligros naturales, así como el deterioro
progresivo o la falta de mantenimiento de la infraestructura sanitaria existente, también
intervienen en la destrucción de los establecimientos y la muerte de sus ocupantes. Los
riesgos suelen ser naturales, pero la vulnerabilidad de los establecimientos a los riesgos no
es natural. Aunque la vulnerabilidad de los establecimientos de salud aumenta progresivamente
con el paso de los años, es posible contrarrestar esta tendencia.
Por estos motivos en el 45° Consejo Directivo, 56 a Sesión del Comité Regional de Octubre
2004 en el Informe Sobre la Reducción de la Repercusión de los Desastres en los
Establecimientos de Salud recomiendan a los Estados Miembros a que asignen prioridad al
objetivo de mantener en funcionamiento los hospitales cuando ocurren catástrofes de gran
envergadura. También solicitan procurar que la disminución de la vulnerabilidad funcional de
los hospitales se considere un punto de referencia o indicador del éxito obtenido por los
programas mundiales de reducción de los desastres y que esto se refleje en el resultado de
la Conferencia Mundial sobre la Reducción de Desastres de las Naciones Unidas a realizarse
a principios del 2005 en Kobe-Japón.