El Estado del Bienestar en la Comunidad de Castilla-La Mancha

El Estado del Bienestar en la Comunidad de Castilla-La Mancha
sociedades industriales capitalistas desarrolladas no tienen a su
disposición un mecanismo con que reconciliar las normas y valores de sus
miembros con las exigencias funcionales sistemáticas que subyacen a
aquellos. En este sentido, estas sociedades son siempre ingobernables y
debido a las favorables circunstancias asociadas con la larga onda de
prosperidad económica antes de la mitad de los años setenta, aquellas
sociedades fueron capaces de vivir con el fenómeno de la
ingobernabilidad" (17). Como podemos observar, los neomarxistas
consideran que la crisis viene dada más por un desajuste funcional dentro
del sistema general, que no como consecuencia de complejos procesos
históricos en los que intervienen conflictos sociales, contradicciones
económicas y demandas sociales. Es en esta segunda fase del Estado del
Bienestar, finales de los años sesenta y principios de los setenta, cuando
aparecen los límites del Estado del Bienestar, sobre todo el aumento de
los gastos sociales que impiden desarrollar el crecimiento económico del
sistema capitalista. Se empieza a cuestionar el Estado del Bienestar por el
aumento del paro, los recortes sociales. Es también cuando se cuestionan
sus límites económicos, se habla de la crisis fiscal y se determinan las
causas de ella: el déficit presupuestario y el endeudamiento del sector
público.
Ante la crisis del Estado del Bienestar (estancamiento de la economía, fin
del pleno empleo, recursos insuficientes para afrontar el gasto público y los
servicios sociales necesarios, pérdida de confianza en el sistema social del
Estado del Bienestar), a principios de los años ochenta, es cuando se
plantean nuevas alternativas de bienestar y protección social. El debate
actual, según Rodríguez Cabrero (18), gira en torno al pragmatismo sobre
una práctica real de estructuración y diversificación del Estado del
Bienestar, estando implicados en este debate cuatro enfoques:
corporativismo del bienestar, neopragmatismo, economía pluralista del
bienestar y reformismo crítico. Los dos primeros se presentan como
alternativas para reformar el Estado, los dos segundos plantean un gran
énfasis en la sociedad civil.
Para el enfoque corporativista (19) el futuro Estado del Bienestar ha de
integrar economía, política y bienestar y ha de institucionalizar la
coordinación y cooperación entre capital y trabajo (pluralismo centralizado
entre empresarios, sindicatos y Estado). El enfoque neopragmatístico (20)
opina que los sistemas de protección social se han de desarrollar sobre un
crecimiento económico sostenido, una organización flexible y una mayor
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