El Estado del Bienestar en la Comunidad de Castilla-La Mancha

Análisis de los aspectos de salud, educación y servicios sociales
disfrutar de nuestra cultura, nuestro bienestar y de la paz y la libertad.
Debemos defender estas conquistas sociales, no podemos dar marcha atrás,
se ha de proteger a los más débiles, hemos de mantener los servicios
sanitarios, los educativos, las pensiones no contributivas; es necesario
seguir invirtiendo en infraestructuras viarias y en comunicaciones. Se ha de
reconstruir el consenso social anterior creando empleo, redefiniendo el
significado del trabajo en nuestra cultura. Más que "crisis" del Estado del
Bienestar hay que hablar de que estamos asistiendo a una transformación
del mismo, debemos plantearnos qué es lo que debemos cambiar o no,
hasta dónde podemos llegar y cómo hemos de hacerlo; es decir, qué
políticas sociales hemos de hacer, quién tiene que asumir esas políticas y
cómo se van a desarrollar. El Estado del Bienestar se debe reestructurar
institucionalmente y se ha de reorientar ideológicamente.
Ahora bien, no hemos de olvidar que el futuro Estado del Bienestar va
a estar condicionado por los grandes cambios políticos, sociales y
económicos que se están dando en Europa. Se han de renovar los valores
e instrumentos necesarios para el progreso, tales como la
corresponsabilidad, la cohesión y la solidaridad. A la participación de los
sindicatos y partidos políticos en el diálogo social, se ha de facilitar la de
los movimientos sociales como son los ecologistas, los defensores de la
mujer, los pacifistas, los antirracistas, pidiéndoles a la vez un mayor
compromiso. En la construcción de ese futuro han de armonizarse la
macroestructura económica con las necesidades sociales, pues sino los
problemas políticos y sociales serán más agudos y se estará cuestionando
la paz social.
Debido a la crisis económica se han de optimizar los recursos existentes
y establecer criterios de racionalidad, así como redefinir las actuaciones
futuras. Como consecuencia, las políticas sociales han de estar planificadas
estratégicamente, los programas sociales han de ser evaluados
correctamente y se deben modernizar la administración pública y los
servicios sociales.
Los problemas sociales que afectan a los ancianos, a las mujeres, a los
parados, a los menores, a los drogodependientes... no sólo afectan a esos
colectivos, sino que son problemas que nos afectan a todos de una manera
directa o indirecta. Se han de analizar todos y cada uno de ellos, con el fin
de establecer las políticas sociales futuras y las acciones concretas a
desarrollar.
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