Interiores copiar - CEPA Yucatán - Comunidad de Madrid
Interiores copiar - CEPA Yucatán - Comunidad de Madrid
Interiores copiar - CEPA Yucatán - Comunidad de Madrid
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>de</strong>paso n12006<br />
página 8<br />
NO A LA VIOLENCIA DE GÉNERO<br />
Todo el mundo tiene <strong>de</strong>recho a disfrutar<br />
la vida en + su plenitud. Esto<br />
solo es posible cuando los seres más<br />
dominantes <strong>de</strong> la tierra rescatan la<br />
armonía que normalmente <strong>de</strong>be reinar<br />
en una convivencia. Tenemos entre<br />
manos un tema que distorsiona la coexistencia<br />
entre ambos sexos: la violencia<br />
<strong>de</strong> género, en el que “víctima” y<br />
“per<strong>de</strong>dora” son los únicos calificativos<br />
que le correspon<strong>de</strong>n al sexo más débil,<br />
la mujer.<br />
En pleno siglo XXI el hombre <strong>de</strong>bería<br />
utilizar su fuerza física para otros<br />
fines más benéficos y no aplicarla a<br />
marchitar y <strong>de</strong>sgraciar la vida <strong>de</strong> su<br />
mujer. Nunca pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> ser una<br />
atrocidad que un hombre maltrate a su<br />
pareja por la razón que fuera.<br />
Un beso, un “te quiero” unidos a<br />
una caricia llenan <strong>de</strong> ilusión y ternura<br />
a cualquier mujer invadida por el amor<br />
<strong>de</strong> un hombre; por eso es triste y <strong>de</strong>sesperante<br />
que la misma boca que te<br />
besa y te dice palabras amorosas en los<br />
momentos más cálidos, sea la misma<br />
que te amenaza <strong>de</strong> muerte; <strong>de</strong> igual<br />
modo, que las mismas manos que te<br />
colmaron <strong>de</strong> <strong>de</strong>lica<strong>de</strong>za en momentos<br />
también tiernos, sean las que te golpean<br />
y maltratan.<br />
Algunos maltratan a sus parejas<br />
aprovechando que las leyes son ineficaces<br />
y que, <strong>de</strong> un modo u otro, les<br />
favorecen. En los últimos años la cifra<br />
<strong>de</strong> mujeres que han perdido la vida a<br />
manos <strong>de</strong> sus parejas es escalofriante.<br />
Por eso me gustaría hacer llegar a<br />
todos los maltratadores mis más sinceras<br />
súplicas, mi malestar y mi indignación,<br />
haciéndoles enten<strong>de</strong>r que la responsabilidad<br />
y el respeto mutuo<br />
pue<strong>de</strong>n ser un eficaz camino para<br />
corregir cualquier <strong>de</strong>savenencia entre<br />
la pareja, evitando así llegar a situaciones<br />
trágicas que ni benefician al<br />
verdugo ni, por supuesto, a la víctima.<br />
Diallo Mamadou<br />
RÍO PARA NO ACABARME<br />
Aunque tengo los pies en la tierra,<br />
muchas veces se me olvida dón<strong>de</strong><br />
estoy, pero alzo la cabeza, veo al fondo<br />
y me doy cuenta <strong>de</strong> nuevo, me entra<br />
adrenalina en el estómago, me da miedo<br />
y me siento lejos <strong>de</strong> mi casa. Entro<br />
<strong>de</strong> nuevo a la celda y todo cambia,<br />
puesto que parece una casa <strong>de</strong> seguridad<br />
social, pequeña y limitada. Hago<br />
Luis Miguel Bermejo<br />
cuenta que el servicio y la ducha es la<br />
parte trasera <strong>de</strong>l patio, mi cama es mi<br />
habitación y don<strong>de</strong> están la televisión<br />
y la radio, la sala <strong>de</strong> estar. Veo los<br />
carros a lo lejos y pienso en las familias<br />
que regresan <strong>de</strong> nuevo a su casa.<br />
Me pongo a cantar y a bailar. Antes,<br />
cuando oía salsa me daba dolor <strong>de</strong><br />
cabeza; ahora la “escucho” y siento<br />
cerca mis raíces. ¡Qué rara es esa sensación<br />
<strong>de</strong> estar tan lejos!<br />
Por las mañanas, cuando la gente<br />
grita en vez <strong>de</strong> hablar, me digo si mi<br />
orgullo tiene algo <strong>de</strong> bueno. Ahora me<br />
doy cuenta <strong>de</strong> que no, no vale la pena,<br />
hacia la libertad<br />
no me lleva a ningún lugar. Ahora<br />
valoro cada cosa; ahora me regalan<br />
ropa o algo y soy feliz, cuando antes ni<br />
la ropa <strong>de</strong> marca me hacía feliz. Por<br />
algo estoy aquí, para apren<strong>de</strong>r, y lo<br />
estoy haciendo. Aquí conozco gente<br />
muy buena e interesante. Sé que me<br />
falta muchísimo para regresar a mi<br />
casa, pero no pienso en los años, sólo<br />
hago lo que tengo que hacer, ni más ni<br />
menos.<br />
He conocido a un chico que me llena<br />
muchísimo y, ¿sabes? tal vez tuvo<br />
que pasar esto para que lo conociera.<br />
Cuando estaba en la calle ya estaba<br />
bajo mucha presión, mi pareja me<br />
machacaba psicológicamente, moralmente<br />
y a veces... Me sentía tan<br />
vacía... porque hiciera lo que yo hiciera<br />
nunca llenaba sus expectativas.<br />
Todo se me salió <strong>de</strong> las manos, no<br />
podía <strong>de</strong>cir ¡basta! Cuando le <strong>de</strong>cía lo<br />
que me gustaba él contestaba diciéndome<br />
que con mis sueños me iba a<br />
morir <strong>de</strong> hambre. Ahora me visto,<br />
como, hago cosas, leo, escucho, bailo...<br />
como me da la gana. Mi autoestima la<br />
tengo bien. ¡Qué raro suena estando en<br />
un lugar así <strong>de</strong>cir esto, pero me siento<br />
libre y feliz!<br />
Aunque en cada cosa no se pue<strong>de</strong><br />
tener todo en la vida, yo estoy bien,<br />
pero no tengo a mi familia cerca.<br />
Pienso en mi hijo, en mis padres y en<br />
mi hermano..., y por eso mismo me<br />
mantengo lo mejor posible, para el día<br />
en que los vuelva a ver. No hay un solo<br />
día que no me imagine tocando la<br />
campana <strong>de</strong> mi casa. La gente me pregunta<br />
cómo a pesar <strong>de</strong> mi con<strong>de</strong>na, mi<br />
edad y las circunstancias siempre tengo<br />
una sonrisa para darles a los<br />
<strong>de</strong>más. Río porque me hace bien; llorando<br />
no solucionaré nada, solamente<br />
acabarme. No se coman la cabeza porque<br />
aquí no nos pagan por pensar y,<br />
aunque nos pagaran por pensar, no<br />
pensemos.<br />
Erika Ramírez