Interiores copiar - CEPA Yucatán - Comunidad de Madrid
Interiores copiar - CEPA Yucatán - Comunidad de Madrid
Interiores copiar - CEPA Yucatán - Comunidad de Madrid
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>de</strong>paso n12006<br />
página 6<br />
gioso, gurú, charlatán, tirano doméstico... o al único “or<strong>de</strong>n<br />
<strong>de</strong> hierro televisivo”.<br />
A lo largo <strong>de</strong> esa texto, no pretendí tratar sólo <strong>de</strong> los<br />
hijos <strong>de</strong> emigrantes, sino también <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> nosotros.<br />
Puesto que a cada uno le toca confrontarse al<br />
“extranjero”, y al extranjero en sí mismo. Y <strong>de</strong> alguna<br />
manera, todos somos exiliados, puesto que a lo largo <strong>de</strong><br />
nuestra vida necesitamos levar anclas, abandonar puertos<br />
<strong>de</strong> partida para alcanzar otros: en la infancia nos alejamos<br />
<strong>de</strong> nuestro primer país –el cuerpo materno; en la adolescencia<br />
tenemos que <strong>de</strong>jar las riberas <strong>de</strong> la niñez aunque<br />
sin per<strong>de</strong>rlas <strong>de</strong>l todo, guardándolas en lo más hondo <strong>de</strong><br />
uno mismo con el fin <strong>de</strong> dotarnos <strong>de</strong> creatividad a lo largo<br />
<strong>de</strong> la vida. La vida es movimiento, <strong>de</strong>splazamientos,<br />
mudanzas, sobre todo cuando la aceleración <strong>de</strong> los cambios<br />
<strong>de</strong> la época actual nos presenta un mundo constantemente<br />
en recomposición que obliga a re<strong>de</strong>finir sin cesar<br />
el lugar que ocupamos, las referencias que dan sentido.<br />
Ahora, pue<strong>de</strong> ser que los libros y sobre todo la literatura<br />
se dirijan a la parte exiliada <strong>de</strong> cada cual. Pues la<br />
escritura literaria es, en gran medida, una tentativa <strong>de</strong><br />
atrapar lo que está perdido, lo que falta, <strong>de</strong> recuperar lo<br />
incompleto; es una tentativa <strong>de</strong> traspasar espacios, <strong>de</strong><br />
anular fronteras, unir lo que está separado, reconstituir<br />
tierras <strong>de</strong>saparecidas, épocas cumplidas. Hay un vínculo<br />
patente entre la pérdida (bajo cualquier forma, el duelo, la<br />
falta, la ausencia, el exilio, las penas <strong>de</strong> amor...), o la <strong>de</strong>spedida,<br />
y el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> crear bienes culturales o <strong>de</strong> recurrir<br />
a esos bienes –por ejemplo <strong>de</strong> escribir o <strong>de</strong> leer.<br />
1. PAGNOL, Marcel (2001): El castillo <strong>de</strong> mi madre. Barcelona: Rialp<br />
(un libro <strong>de</strong> recuerdos <strong>de</strong> infancia,<br />
ubicados en el Sur <strong>de</strong> Francia).<br />
2. La déprogrammation <strong>de</strong> la littérature, Entrevista con Pascal<br />
Quignard, Le Débat, 54, 1989, p. 79.<br />
<strong>de</strong> autor<br />
“He tenido la suerte <strong>de</strong> sufrir una pérdida irremediable”,<br />
<strong>de</strong>cía la escritora Marguerite Duras para explicar su<br />
fecundidad literaria –se refería a su exilio <strong>de</strong>l Vietnam<br />
don<strong>de</strong> pasó su niñez y adolescencia. “Para la especie<br />
humana la migración y la narración son tal vez una misma<br />
cosa” 2 , señala Pascal Quignard, y también: “la novela y los<br />
cuentos comienzan cuando los personajes abandonan la<br />
casa" 3 . El libro es, entonces, (o mejor dicho, pudiera ser,<br />
pues todos no tienen acceso a él), el hogar “natural” <strong>de</strong>l<br />
exiliado, su consuelo. Y, a<strong>de</strong>más, una oportunidad <strong>de</strong><br />
transformar el exilio en ventaja, <strong>de</strong> darle valor creativo. No<br />
olvi<strong>de</strong>mos que muchos <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s innovadores <strong>de</strong> la<br />
humanidad han sido nómadas. Montaigne lo dijo muy<br />
bien, en pocas palabras: “Pensamos siempre en otro lugar”.<br />
Los libros son acogedores y nos permiten sobrellevar<br />
los exilios <strong>de</strong> los que se compone cada vida, nos permiten<br />
pensarlos, construir nuestras moradas interiores, inventar<br />
un hilo conductor para nuestras historias, consi<strong>de</strong>rarlas<br />
con humor, rescribirlas día a día. Y, a veces, nos empujan<br />
a atravesar océanos, llevados por el <strong>de</strong>seo y la fuerza <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>scubrir paisajes, rostros jamás vistos, otras tierras don<strong>de</strong><br />
otros encuentros serán, quizás, posibles. Abramos por<br />
tanto las ventanas, abramos los libros.<br />
Michèle Petit 44<br />
3. QUIGNARD, Pascal (1998): Vie secréte. París: Gallimard, p.392.<br />
4. Antropóloga <strong>de</strong>l Centro Nacional para la Investigación Científica<br />
(París, Francia).