Interiores copiar - CEPA Yucatán - Comunidad de Madrid

DEL OTRO LADO
YOGA Y PILATES
Yoga, un soplo de aire puro
Un primer paso en el camino que nos puede conducir a la
serenidad, a la paz interior que tanto necesitamos, pero que
a la vez tanto descuidamos. El vivir, el seguir adelante día
tras día, de una forma u otra nos crea inquietudes, tensiones,
momentos bajos, nos vemos arrastrados en una dinámica
constante de actividad, de hacer cosas en lugar de ser.
Sin apenas darnos cuenta, de pronto nos encontramos rígidos,
sin flexibilidad, estresados, con una fatiga excesiva, con
mala postura... Creamos a diario una rutina, horarios para
levantarnos, trabajar, alimentarnos..., y nos olvidamos de
incluir un tiempo especial a nosotros mismos, a algo que
nos ayude a potenciar la salud, a aquietar
la mente, algo que nos ayude a fortalecernos
física y espiritualmente.
Cuando una persona decide empezar
a hacer yoga muchas veces llega a la clase
dudando si será capaz de hacerlo,
debido a que cuando se habla de yoga,
nos imaginamos una figura en una
extraña y complicada postura. Sin
embargo, es más que eso, en una clase de
yoga no existe competición, cada uno
realiza el ejercicio de acuerdo a sus posibilidades
y limitaciones. Quien imparte la
clase se encarga de que el alumno realice
el movimiento correcto para no lesionarse,
se trata de ganar salud y no lesiones,
ya que cada asana o postura tiene
sus beneficios, pero también sus contraindicaciones.
Sólo la práctica nos permitirá poder
sentir, percibir los posibles beneficios ya
sean físicos o mentales. Sólo la práctica
puede ayudar a entenderlo y valorarlo, a
medir su resultado sin crearnos grandes
expectativas, a conseguir equilibrio y
serenidad, a trabajar nuestro cuerpo con
respeto. Una práctica que lleva consigo
un deseo de crecer, de estar bien con uno
mismo.
Fernando Gómez
depaso
El yoga intenta cubrir necesidades del ser humano,
cuidar la salud, tener paz interior, ayuda a la concentración;
las técnicas de respiración calman la mente y dan la
capacidad de mantener esa calma; con la meditación se
intenta experimentar la paz interior.
Saldremos de cada clase con la satisfacción de ver
cómo nuestro cuerpo, poquito a poco, va ganando en estiramiento,
que nuestra voluntad se acrecienta para mantener
en quietud cuerpo y mente, que la respiración se
aquieta, que hemos dedicado un tiempo a mirar dentro de
nosotros mismos, que con la concentración podemos
seducir de alguna manera a nuestros músculos para que se
estiren un poco más. Con la relajación, nuestra mente, sin
apenas darnos cuenta irá encontrando ese camino de paz
n12006 n12