ECONÓMICO - Esade
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INFORME <strong>ECONÓMICO</strong> ESADE<br />
Atlas mundial del petróleo y de la energía fósil primaria<br />
La industria de la energía ha construido una intrincada y tupida red global<br />
que incluye pozos perforados en yacimientos terrestres y en plataformas<br />
marítimas, supertanques petroleros y metaneros, oleoductos y<br />
gasoductos, pantalanes y refinerías, transporte ferroviario y en camionescisterna,<br />
minas en vetas carboníferas, centrales eléctricas y reactores<br />
nucleares, líneas de transmisión, mercados financieros con contratos de<br />
futuros energéticos, etc., con objeto de atender la demanda mundial de<br />
bienestar bajo la forma de fuerza motriz para la movilidad por tierra, mar<br />
y aire, de luz artificial y de calor, de plásticos y fertilizantes, de<br />
detergentes y desodorantes, de fibras textiles y acetilsalicílico,<br />
de pinturas y cosméticos, de lentes de contacto y DVD.<br />
Prof. F. Xavier Mena<br />
Departamento de Economía, ESADE<br />
ABSTRACT<br />
El desarrollo económico registrado durante los últimos 150 años está ligado a la historia<br />
del petróleo y de las energías fósiles primarias, sustentado en el espíritu emprendedor<br />
de los pioneros y en la exploración y comercialización de los recursos energéticos a través<br />
de los complejos procesos logísticos de unas empresas que operan en el mercado<br />
mundial. Adicionalmente, los intereses geopolíticos a escala global, regional y local, así<br />
como las continuas disrupciones tecnológicas, han incidido en la configuración de un<br />
modelo energético basado en el petróleo, el gas y el carbón. La energía hidroeléctrica, la<br />
de origen nuclear, la biomasa y las energías renovables (eólica, solar) completan, a menor<br />
escala, las fuentes de suministro energético a inicios del s. XXI.<br />
La seguridad en el aprovisionamiento energético se ha situado entre las prioridades de la<br />
agenda mundial. El atlas de la energía dibuja una asimetría creciente entre la localización<br />
de las reservas probadas, la producción de los distintos países y el consumo presente y<br />
proyectado de hidrocarburos. Así, el 61,9% de las reservas probadas de petróleo se encuentra<br />
en Oriente Medio, mientras que los países desarrollados de la OCDE consumen<br />
casi el 60% del crudo extraído en el mundo. En particular, Estados Unidos –con menos<br />
del 5% de la población mundial– absorbe el 24,6% de los más de 80 millones de barriles<br />
producidos cada día en el conjunto del planeta.<br />
El modelo energético fósil primario, previsiblemente, se mantendrá durante las próximas<br />
décadas. No obstante, la exploración, la extracción, el transporte, el refino, la comercialización<br />
y la combustión de las energías primarias generan unos efectos medioambientales<br />
–gases de efecto invernadero, residuos sólidos (plásticos, etc.) y líquidos (aceites,<br />
etc.)– que deberán conducir a largo plazo hacia un nuevo modelo energético sostenible y<br />
todavía más eficiente, que evite el calentamiento global y el cambio climático.<br />
[04] NOVIEMBRE 2006<br />
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