Trompeta Evangelizadora - Edición

Es posible que, al final del año pueda tener más dolor,
sufrimiento y ansiedad que al principio. Hay que aceptar que
podemos diseñar, decidir y determinar en gran manera nuestro
camino. Nosotros decidimos lo que aceptamos o rechazamos
en nuestra vida personal. Decidimos lo principal, lo
secundario o lo irrelevante para nuestra vida. Decidimos si
nuestro camino es camino con Dios, o un camino propio. Y
estas decisiones nos hacen responsables ante nuestro Creador,
que nos da la completa libertad. Nadie puede escapar de esta
realidad porque la escritura dice expresamente: “Porque todos
compareceremos ante el tribunal de Cristo; de manera que
cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí” (Rom.
14,10+12).
Queremos recordar que en los años que caminamos por esta
vida nos formamos íntegramente. Y no sólo eso, sino también
formamos nuestra imagen de la vida ante Dios y el hombre.
Este hecho debería hacernos comprender lo mucho que
depende la vida por nuestras decisiones e intenciones. El
hombre del que habla nuestro texto como ejemplo, fue rey.
Aquí hay un rey lleno de valor y dispuesto su corazón a
caminar en el camino del Señor. Estaba dispuesto a quitar las
cosas y los seres impíos y pecaminosos de su reino, y guiar a
su pueblo al temor genuino de Dios. ¡Oh, si aún hoy habría
gobernantes así! El título de este capítulo es: “El bendecido y
piadoso gobierno de Josafat”. Esta frase no estaría aquí, si este
rey hubiera decidido mantenerse al margen de la vida de Dios
y su reinado, y andar el camino de la destrucción. Sin
embargo, “¡Su corazón tenía ánimo en los caminos del
Señor!” y por lo tanto tuvo la bendición de Dios como
recompensa. “El Señor estaba con él, y anduvo en sus
mandamientos, porque anduvo en los caminos de David su
padre, y todo el pueblo estaba dedicado a él.” - ¿Notamos
dónde el Señor derrama su bendición?
El Dios de nuestros padres es el Dios del pacto y en el
Salmo 146,5 dice: “Bienaventurado aquel cuyo ayudador es el
Dios de Jacob, cuya esperanza está en Jehová su Dios”.
Entremos este año nuevo con esta esperanza, y vamos a
experimentar la ayuda del Dios de nuestros padres. Este Dios
es justo y verdadero, y presta atención a todos los que andan
en sus caminos. Por lo tanto tengamos ánimo para aferrarnos a
los caminos del Señor. “El camino del Señor es siempre el
mejor…” así lo testifica Naylor. Dios mira el corazón. Si esta
decisión está firme en nuestro corazón, caminar con Dios en
este año nuevo, Él estará con nosotros y nos dará su
protección y bendición. Esta bendición deseo a todos los
hermanos y hermanas, unidos con la consolación:
En cada año, en todo lugar
el eterno Dios es nuestro refugio
y bajo sus eternos brazos
encontraremos su bondadosa misericordia.
01/2013 │ Trompeta Evangelizadora
13