Trompeta Evangelizadora - Edición

quitarnos nadie. Dice: “Y los redimidos de Jehová
volverán, y vendrán a Sion con alegría; y gozo
perpetuo será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y
alegría, y huirán la tristeza y el gemido”
(Isaías 35, 10).
Por eso ¡ven al Señor! Edifica tu hogar y habita
Alabanza –
un arma descuidada
Alabanza es el incienso del nuevo testamento
delante del Señor. El incienso era quemado a Dios
cada mañana y al anochecer (Éxodo 30,7-8). El día
de la expiación, el sacerdote ingresaba en una nube
de humo, al lugar santísimo (Levítico 16,12). De
esta manera logramos la presencia de Dios por
medio de adoración y alabanza.
Alabanza y adoración es el deber en la oración, la
cual enseñó Jesús: “¡Vosotros, pues, oraréis así:
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea
tu nombre!” (Mateo 6,9).
Alabanza es la puerta en la presencia de Dios. “Tus
puertas llamarás Alabanza” (Isaías 60,18). “Entraré
por ellas, alabaré a Jehová” (Salmo 118,19).
Alabanza es la aprobación del Rey, para ingresar a
los atrios (Salmo 100,4). Alabanza complementa a
los santos.
Alabanza honra a Dios. “¡El que sacrifica alabanza
me honrará!” (Salmo 50,23).
Alabanza es un mandato. “¡Todo lo que respira
alabe a Jehová!” (Salmo 150,6).
Alabanza produce un canal a la majestuosidad de
Dios, para que sea revelado ante los hombres (2.
Crónicas 5,12-14).
La alabanza hizo retroceder a los enemigos de Judá.
Cuando entonaron alabanzas, Dios les dio una
maravillosa victoria (2. Crónica 20,22). Las
en lo alto del monte Santo de Sion, la Iglesia del
Dios viviente. Allí también tú te regocijarás, y tu
gozo será el Señor, quien te ha añadido como
elemento divino, donde estarás escondido en Dios
con Cristo.
G. Sonnenberg
alabanzas también harán huir a nuestros enemigos -
las potestades de las tinieblas, los demonios
conflictivos, los de destrucción, a los de desánimos,
a los de tristezas y los de debilidades de todos tipos
corporales o espirituales. “El gozo de Jehová es
nuestra fortaleza” (Nehemías 8,10; Salmo 35,9).
Alabanza es el sacrificio del Nuevo Testamento
(Hebreos 13,15).
Alabanza debería - ser escuchado a menudo - en
nuestros labios como en nuestro corazón.
“¡Bendecid, pueblos, a nuestro Dios, y haced oír la
voz de su alabanza!” (Salmo 66,8) “Señor, abre mis
labios, y publicará mi boca tu alabanza” (Salmo
51,15). “Cantad con gozo a Dios, fortaleza nuestra;
al Dios de Jacob aclamad con júbilo” (Salmo 81,1).
Alabanza desempeña el poder de Dios (2. Crónica
20,22).
Alabanzas fueron traídas por Pablo y Silas en la
cárcel. Mientras oraban, cantaban y alababan, se
abrieron las puertas de la cárcel (Hechos 16,25-26).
Mientras nosotros cantamos y alabamos, se abren
nuestras puertas de las circunstancias y problemas.
Cuando se retrasa la respuesta a la oración,
¡entonces alaba a Dios! Si pasamos por pruebas y
tentaciones, entonces se fortalece nuestra alabanza
de fe. Si tenemos sobre los labios alabanzas,
entonces hay fe en nuestro corazón.
Marion Minogue
01/2013 │ Trompeta Evangelizadora
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