Trompeta Evangelizadora - Edición
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pecado y que ridiculizaron el mensaje de salvación,<br />
todos se perdieron. No hubo una segunda chance u<br />
oportunidad. ¡Fueron desamparados eternamente!<br />
3. “Así será el día en que el Hijo del Hombre se<br />
manifieste” (Lucas 17,30).<br />
Jesús nos muestra a modo de ejemplo: ¡Los fieles<br />
serán aceptados; los incrédulos serán dejados!<br />
Al igual que en el tiempo de Noé, igualmente que en el<br />
tiempo de Lot.<br />
En el último día, en el juicio eterno, en la venida de<br />
Jesús, ¡no hay más tiempo de gracia previsto!<br />
No hay una segunda oportunidad para ser salvos.<br />
Quien está espiritualmente muerto, es como una<br />
carroña, un cadáver. Su alma está muerta y no puede<br />
estar en el cielo, en la gloria eterna.<br />
Los discípulos estaban asombrados y le preguntaron:<br />
“¿Señor, donde?”<br />
Si el Hijo de Dios habría contestado afirmativamente a<br />
sus discípulos, entonces la respuesta sería la siguiente:<br />
1. Donde está el Señor, allí también están sus siervos<br />
y siervas.<br />
2. Donde está el Pastor, allí también están sus ovejas.<br />
3. Donde está el Esposo, allí también está la esposa.<br />
4. Donde está el Salvador, allí también están sus<br />
redimidos.<br />
16<br />
EXPER IEN CIAS CON DIOS<br />
<strong>Trompeta</strong> <strong>Evangelizadora</strong> │ 01/2013<br />
Neustädt (México)<br />
“Bendice alma mía, a Jehová. Y no olvides ninguno<br />
de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus<br />
iniquiedades, el que sana todas tus dolencias, el que<br />
rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores<br />
y misericordias.” (Salmo 103, 2-4)<br />
Para la gloria de Dios quiero escribir un testimonio.<br />
Estoy agradecida de corazón a Dios, que puedo<br />
servirle. A temprana edad ya me ha llamado hacia<br />
Él. Pude venir a Él, y me perdonó mis pecados. Es<br />
tan bonito vivir con el Señor y tener tantas hermosas<br />
y bendecidas experiencias con Dios.<br />
Tuvimos reuniones a principios de octubre y otra vez<br />
fui ricamente bendecida. Ví y experimenté que gran<br />
Dios y todopoderoso tenemos, que aún hoy puede<br />
sanar así como lo hacía en los tiempos bíblicos. Por<br />
más de dos años tuve problemas con mi mano<br />
izquierda. En el verano del 2010 me la lecioné.<br />
Desde ese entonces, realizaba frecuentes<br />
tratamientos, pero parecía que nada ayudaba.<br />
5. Donde está el Rey, allí también están sus súbditos.<br />
6. Donde está el Maestro, allí también están sus<br />
discípulos.<br />
7. Donde está el amor divino, allí también están los<br />
amados de Dios.<br />
Pero el Salvador fue cuestionado por los fariseos<br />
incrédulos, y Él les respondió en forma negativa:<br />
“Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto,<br />
allí también se juntarán las águilas (buitres)” (Lucas<br />
17,37).<br />
La Palabra de Dios nos muestra dos caras: el camino<br />
a la salvación y el camino de la perdición, el destino de<br />
los justos y el destino de los incrédulos. Los fieles irán<br />
con Jesús a la gloria eterna - ¿y los incrédulos? Puesto<br />
que el Señor Jesús dice: “Entonces dirá también a los<br />
de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego<br />
eterno preparado para el diablo y sus ángeles” (Mateo<br />
25, 41). Es una imagen muy dramática la que Jesús<br />
usó, porque señala a los impíos como un cadáver, un<br />
cuerpo muerto, donde se juntan los demonios y<br />
espíritus malignos. Y finalmente quiero llevar la<br />
Palabra de Dios a sus discípulos, que él dice en Mateo<br />
13,51: “Jesús les dijo: ¿Habéis entendido todas estas<br />
cosas? Ellos respondieron: ¡Sí, Señor!”<br />
Hans Dietrich Nimz<br />
Semanas antes de las reuniones, fui una vez más a<br />
tratamiento. Pero esta vez como las otras, nada<br />
ayudó. El domingo por tarde tuvimos un mensaje de<br />
sanación divina. El mensaje me llegó profundamente<br />
al corazón, después del culto fui a lo de un hermano<br />
y le comenté mis aflicciones. Me dejé ungir y<br />
durante la unción sentí que Dios estaba allí. Pero no<br />
sentí inmediatamente que mi mano estaba curada.<br />
Por lo contrario: me dolía y se sentía igual que antes.<br />
Pero confié plenamente en Dios y creí, que Él<br />
sanaría mi mano. Durante el culto de la noche mi<br />
mano seguía dolorida, pero de repente el dolor<br />
desapareció.<br />
Apenas lo podía percibir, pero mi mano estaba sana.<br />
Desde entonces no tengo más problemas con mi<br />
mano. Simplemente es maravilloso, cuando se puede<br />
experimentar personalmente que extraordinario es<br />
como Dios guía y ayuda. ¡A Él sea honor y<br />
adoración por ello!<br />
Judith Enns