IX Certamen Concurso Municipal de Redacción Escolar. Cartas a ...

Estimado “maestro”:
Tal vez te sorprenda el encabezado de esta carta, pero de todos los nombres
que hubiera podido elegir para referirme a ti, eso es lo que has sido para mí: un
maestro que me ha enseñado tantas experiencias y tantos conocimientos que yo desconocía.
Y fue de la manera más dura, al viejo método de “la letra con sangre entra”.
Me enseñaste Lengua cuando ampliaste mi vocabulario con tantas expresiones
hasta entonces apenas escuchadas. Ahora ya sé que es ser una inútil, mema,
lerda, pánfila, tarada, descerebrada... y puta (esta fue la más usada para referirte a
mi) ¡Ah! y también la diferencia entre un imperativo (“Dame la cena”, una orden
dada a la que seguía casi siempre una terrible bofetada) frente a un subjuntivo (“Me
gustaría que me dieses la cena”, la que empleabas cuando ante la visita de amigos te
revestías de amabilidad y cortesía).
Aprendí Historia, tu historia, con tus largos sermones en los que me recordabas
una y otra vez todo lo importante que era tu familia. Aunque quisiera borrarlo
de mi memoria nunca se me olvidará tu árbol genealógico, ni los orígenes de tu rancio
abolengo (aunque todo se resumiera a una fortuna ganada con el estraperlo), los
logros conseguidos por tu abuelo, los cargos que había ejercido tu padre... y el gran
“favor” que me habías hecho al unir tu vida con la mía.
Y Geografía para poder explicar con pelos y señales como era esa ciudad
a la que supuestamente había viajado, aunque nunca llegué a salir de casa. Pero
decir que estaba de vacaciones en tal o cual sitio era la única manera de evitar que
me vieran en el estado que tú me habías dejado. Y debía prepararme bien, estudiar
la ruta, los hoteles, los lugares de interés turístico... para que a mi “regreso” pudiera
contar a nuestros conocidos lo bien que me lo había pasado, y lo interesante que
había sido el viaje. No sé si conseguí engañarlos porque a veces detectaba una mirada
de compasión cuando sus ojos se dirigían hacia ese moratón que aún era visible a
pesar del maquillaje.
Cartas a un maltratador v 11 v