IX Certamen Concurso Municipal de Redacción Escolar. Cartas a ...
IX Certamen Concurso Municipal de Redacción Escolar. Cartas a ...
IX Certamen Concurso Municipal de Redacción Escolar. Cartas a ...
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Latidos<br />
Mi mundo aquí <strong>de</strong>ntro es tan pequeño, mamá, que a veces me entra la risa<br />
cuando sueño que me pierdo en la minúscula inmensidad que me ro<strong>de</strong>a. ¿Sabes? Es<br />
divertido sentir como navego en tu barriga, suspendida en esta especie <strong>de</strong> atmósfera<br />
<strong>de</strong> la felicidad, colgada <strong>de</strong>l ombligo, como una astronauta <strong>de</strong> los mares. Aquí, <strong>de</strong>ntro<br />
<strong>de</strong> ti, me siento libre y a salvo <strong>de</strong>l mundo adulto. Apenas he llegado a tener conciencia<br />
<strong>de</strong> vuestras discusiones <strong>de</strong> mayores y no sé por qué, pero no me gusta lo que<br />
escucho <strong>de</strong> ese mundo tuyo que me espera. Porque aunque aquí metida no pueda<br />
mirarte cara a cara todavía, no estoy ciega, ni sorda, y he aprendido a interpretar<br />
cada latido con tu estado <strong>de</strong> ánimo. A veces dudo <strong>de</strong> tu felicidad y <strong>de</strong> la mía, porque<br />
no me gusta lo que escucho, no me gusta mamá, y a veces siento miedo, como sé<br />
que lo sientes tú también, por la agitación que tu corazón me transmite.<br />
Me acababa <strong>de</strong> <strong>de</strong>spertar el portazo <strong>de</strong> cada noche, mamá, aunque como<br />
tantas otras veces, me he vuelto a dormir, porque ya lo he tomado por costumbre.<br />
Pero hoy no, hoy me ha vuelto a <strong>de</strong>spertar un tremendo alboroto <strong>de</strong> cacharros por<br />
el suelo y cristales rotos; los gritos son más fuertes, los insultos más graves y humillantes,<br />
los empujones más bruscos que otras veces y tu llanto más amargo.<br />
Has corrido por el pasillo, agitada, sollozando y suplicándole que por favor<br />
te crea, que no te pegue, que te <strong>de</strong>je en paz, hasta conseguir a empujones refugiarte<br />
en el baño; te has trancado a llorar y a rogarle que se tranquilice, que todavía le quieres,<br />
que has estado todo el día en casa, menos el rato imprescindible para hacer la<br />
compra. Pero nada. Él ha seguido igual, tratando <strong>de</strong> anularte la vida con reproches,<br />
violento, insensible, loco <strong>de</strong> alcohol y <strong>de</strong> ira. Y la puerta <strong>de</strong>l baño ha pagado con<br />
puñetazos y patadas la irracionalidad <strong>de</strong> su comportamiento. Parece mentira que sea<br />
el mismo ser que jure que te ama cuando está sereno y razonable, muy pocas veces<br />
por cierto, que no pue<strong>de</strong> vivir sin ti, y que arrastrándose te suplique que no le <strong>de</strong>jes<br />
nunca. Pero yo no quiero llamarle papá, mamá, no quiero que ese ser que te maltrata,<br />
que nos maltrata, llegue un día a convertirse en mi padre. No me gusta, no le<br />
<strong>Cartas</strong> a un maltratador v 35 v