IX Certamen Concurso Municipal de Redacción Escolar. Cartas a ...
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Las flores me dan miedo<br />
Hola papá:<br />
¿Que tal estás?, yo en casa <strong>de</strong> la tía me lo paso muy bien con mis primos,<br />
aunque echo mucho <strong>de</strong> menos a mamá. La tía dice que no me preocupe, que está<br />
cuidando continuamente <strong>de</strong> mí y que me quiere muchísimo, pero entonces, ¿por qué<br />
no viene a buscarme?<br />
Ayer fue el cumple <strong>de</strong> mi prima; el mío quiero celebrarlo con mamá, lo voy<br />
a pedir como regalo. Me lo pasé muy bien en la fiesta aunque volví a sentir miedo<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> mucho tiempo: cuando la tía trajo la tarta, tropezó y salió volando... nos<br />
quedamos sin postre. Todos estallaron a reír pero yo no, pensaba que el tío se enfadaría<br />
muchísimo pero, ¡que va!, él también se reía como los <strong>de</strong>más, le dio un beso a<br />
la tía y, lo más curioso <strong>de</strong> todo, se puso a recoger aquel estropicio. El miedo <strong>de</strong>sapareció.<br />
Recordé la primera vez que sentí miedo: tú y yo esperábamos que mamá nos<br />
sirviese la comida, <strong>de</strong> repente ella resbaló y cayó la sopera al suelo. Yo estallé a reir<br />
pero tuve que callar <strong>de</strong> golpe, me diste una bofetada y me mandaste a mi cuarto, no<br />
entendía por qué, yo no había hecho nada. Entre sollozo y sollozo todavía podía<br />
escuchar tus gritos y los golpes, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l llanto <strong>de</strong> mamá. Después un portazo, y<br />
el silencio. El miedo vino a presentarse.<br />
Cuando me levanté, vi a mamá con la cara amoratada y unos cortes en el<br />
labio... intentaba poner or<strong>de</strong>n en casa con un brazo que casi no podía ni mover.<br />
Aquel día llegaste llorando, parecías otro; traías flores para mamá y una bici nueva<br />
para mí, estabas arrepentido y nos dabas muchos besos. Ella te perdonó, te quería.<br />
Todo parecía haber vuelto a la normalidad hasta que un día, <strong>de</strong> repente, tu<br />
furia apareció <strong>de</strong> nuevo. El miedo vino a saludarme.<br />
<strong>Cartas</strong> a un maltratador v 13 v