IMANUS BAJO 11.PERID

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confiase á uno de ellos de comision. al que designas
g la suerte para la provincia de Cilicia tanbien
situada para una expedicion Egipto, la cual
tocó á Léntulo ,y Metelo la España.
El oráculo sibilino prohibe una expedacion armada.—Se
preparaba Léntulo á ponerse en camino
para su provincia, cuando uno de los tribunos, C.
Caton, expuso un pretendido oráculo, tomado de
los versos de la Sibila, segun el cual no podía
ser repuesto el rey « por una multitud»: frase
que se oponía al parecer al empleo de la fuerza
armada. La facultad de organizar un ejército era
una de las principales ventajas que presentaba la
comision; pero era tan grande la influencia de Roma
en Egipto que podía presumirse que se conseguiría
el objeto con sola la representacion de un
embajador. Evidentemente tenía el oráculo un objeto
político; pero el pueblo se dejaba arrastrar
ciegamente por terrores supersticiosos y nadie se
atrevía á oponerse á sus preocupaciones, y aun el
mismo Ciceron habla en una carta familiar cm
misterio de la intervencion divina, verificándose
en general en el Senado un cambio oportuno, sin
que hubiese nadie, en las discusiones que surgieron
sobre este particular, que juzgase conveniente.
poner en duda la autenticidad del oráculo (1). La
prediccion se grabó al parecer profundamente en
el espíritu de la nacion, y el destino de Pomp a o
murió al poco tiempo en las playas de
Egipto, se atribuyó al desprecio que demostr,5por
('1) Cic.. ad Diva ., 1, 1: en una carta á Le,ntulo.