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(5.4s), por cuanto no podía él aceptar el culto que se
practicaba allí (5.21–23); el verdadero interés del
pueblo estaba en otros dioses (8.14). Además, este rico
ceremonial y los sacrificios costosos se ofrecían a
expensas de los pobres (2.8; 5.11).
Cuando una nación, una familia o una Iglesia corrompen su relación con
Dios, las consecuencias en los demás órdenes no se hacen esperar, es lo que
estamos mirando en la nación de Israel en la época de esta profecía. A diferencia
de lo expuesto por este escritor, entiendo que el orden es al inverso, es decir,
primero viene la descomposición espiritual y como consecuencia, de esta viene el
deterioro moral, social y político.
Este comentario bíblico lo estamos escribiendo desde la República
Dominicana, isla del Caribe, que comparte el territorio con la nación de Haití, una
de las naciones más pobres de nuestro hemisferio occidental. En nuestros países
podemos ver la gran perversión de un sistema religioso caracterizado por la
idolatría y sobre todo por un sincretismo religioso en el que se mezclaron las
deidades de los negros africanos con la corrupción del catolicismo. Este sistema
ha marginado y hundido en una oscuridad e ignorancia tal, que el desarrollo
espiritual, económico y social de nuestros pueblos de Latinoamérica, ha sido
impedido.
Como podemos ver en el caso de nación de Israel para esta época no hubo
un abandono de las actividades religiosas, como ocurrió en otros periodos
históricos de esta nación, más bien, lo que ocurrió fue una corrupción del sistema
religioso, por el contubernio que existía entre el sacerdocio y la clase política
representada por el rey.
Por esta razón, entendemos que no debe existir una unión entre la Iglesia y
el Estado en este periodo de la historia en que estamos viviendo, lo que
recomendamos es una cooperación estratégica entre ambas instituciones
conservando cada una su propia identidad y su razón de ser. Cuando la Iglesia se
une con el Estado termina siendo arropada por este, perdiendo de esta manera su
independencia y comprometiendo sobre todo su labor profética, la cual nunca debe
ser negociada.
1.5. CARACTERÍSTICA DEL GOBIERNO DE JUDÁ
Veamos las informaciones suministradas en segunda de Reyes, en su
capítulo quince, sobre la situación que estaba viviendo el pueblo de donde
provenía el profeta. El verso dos nos dice que Azarías comenzó a gobernar de
dieciséis años y reinó cincuenta y dos años en Jerusalén. Este gobernante no
tenía ninguna madurez debido a su temprana edad, sin embargo a pesar de eso
su gobierno fue largo. El verso tres nos dice que hizo lo recto ante los ojos del
SEÑOR, conforme a todo lo que su padre Amasias había hecho, en el libro de
segunda de Crónicas, en el verso veintiséis es más especifico, y dice el tiempo en
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