AMOS - MINTS español

vista humano el éxodo no es diferente de las experiencias migratorias de los
filisteos y los sirios.
Los planes de Dios, aún en el Antiguo Testamento, son universales,
cuando Dios llamó a Abraham le dijo que “a través de él serán benditas todas las
familias de la tierra”, esto incluye las naciones que durante la época de Amós
como en la actualidad han sido enemigas de la nación de Israel, sin embargo la
nación de Israel ha jugado un papel importante en todo el proceso de trato con la
humanidad, y al final de los tiempos, claro está, jugará su papel que Dios tiene
predeterminado.
9:8 He aquí, los ojos del Señor DIOS están sobre el reino
pecador, y yo lo destruiré de sobre la faz de la tierra;
sin embargo, no destruiré totalmente a la casa de Jacob -declara
el SEÑOR.
9:9 Porque he aquí, yo daré un mandato, y zarandearé a la
casa de Israel entre todas las naciones, como se zarandea
el grano en la criba, sin que caiga ni un grano en tierra.
9:10 A espada morirán todos los pecadores de mi pueblo, los
que dicen: "No nos alcanzará ni se nos acercará la
desgracia."
Dondequiera que hay pecado debe haber juicio. Sin embargo, no todos los
juicios son iguales, aquí tiene que ver con discriminación, de modo que la casa de
Jacob no será destruida del todo, sino será pasado por un cedazo y la impureza
específica será echada fuera. El patrón de esos versículos es lo ineludible del juicio
sobre el pecado, la naturaleza discriminatoria del juicio, el destino del complaciente.
No son las fechas pasadas las que el Señor mira, sino la validación del pasado por
la santidad y el aborrecimiento del pecado en el presente, sin embargo, se nota la
diferencia, independientemente de las actitudes de las personas, lo que es la
soberanía de Dios en el trato con el ser humano. El, en su soberanía, condena a
unos y salva a otros, acorde a su voluntad.
Ni para Amós ni para nosotros es esta una palabra que tiene la intención de
poner en peligro nuestra salvación, pero nos recuerda que hay un doble sello en el
fundamento de la casa del Señor: “Conoce el Señor a los que son suyos”, de aquí
nuestra seguridad en la inmutable voluntad de Dios que nos escogió y nos tomó
para él, y: “Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre del Señor” (2
Tim. 2:19; véase 2 Ped. 1:5–11). La determinación moral que es evidencia de una
posición escogida.
CONCLUSIÓN
Con estas visiones Dios le muestra al profeta la manera como terminaría esta
condición tan terrible que vivió la nación de Israel en este periodo de la historia,
donde crecieron económicamente, pero su descuido espiritual trajo una
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