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momento. El carácter antropológico pesimista<br />
vendrá motivado por una serie <strong>de</strong> hechos que<br />
marcarán el siglo XIV. La Guerra <strong>de</strong> los Cien<br />
Años, las pestes, sobre todo la gran Peste Negra<br />
a mediados <strong>de</strong>l siglo XIV –1348 a 1350–,<br />
dieron en crear una angustia generalizada que<br />
vio en el Cristo sufriente a un igual en don<strong>de</strong><br />
po<strong>de</strong>r hallar alivio espiritual. Todo esto, <strong>de</strong> la<br />
mano <strong>de</strong> las predicaciones franciscanas, hará<br />
que el creyente vea su vida con compasión, teniendo<br />
siempre los episodios <strong>de</strong> la Pasión muy<br />
presentes. Ya en un texto franciscano <strong>de</strong>l siglo<br />
XIII se lee 5 :<br />
“Es necesario que cuando te concentres en<br />
estas cosas durante la contemplación,<br />
hagas como si <strong>de</strong> verdad estuvieses presente<br />
en el momento mismo que El sufría.<br />
En el período gótico,<br />
siglos XIII al XVI, se<br />
van a ir generalizando<br />
las representaciones <strong>de</strong> la<br />
historia <strong>de</strong> la Re<strong>de</strong>nción,<br />
conjugando el Antiguo y<br />
el Nuevo Testamento<br />
Y cuando te lamentes, actúa como si tuvieses<br />
a nuestro Señor sufriendo ante<br />
tus mismos ojos y como si estuviera allí para<br />
recibir tus oraciones.<br />
¿Qué harías entonces al ver estas cosas?¿No<br />
te arrojarías sobre Nuestro Señor y dirías<br />
¡No, oh, no hagáis daño a mi Dios? !Aquí estoy,<br />
hacédmelo a mí y no le inflijáis penas a El!<br />
Y luego te postrarías y abrazarías a tu Señor y<br />
dueño, y aguantarías los golpes sobre ti”.<br />
De las obras franciscanas que tuvieron<br />
mayor influencia a la hora <strong>de</strong> fomentar la <strong>de</strong>voción<br />
a la Pasión, se encuentra la “PASSIO<br />
DVORVM”, la cual llevaba como subtítulo<br />
el <strong>de</strong> “Unas contemplaciones <strong>de</strong> la Pasión<br />
Sacratísima <strong>de</strong>l Hijo <strong>de</strong> Dios y compasión<br />
<strong>de</strong> María” 6 . Estas fueron muy difundidas,<br />
constando <strong>de</strong> ochenta y ocho capítulos que<br />
culminaban en el Entierro <strong>de</strong> Cristo y la Soledad<br />
<strong>de</strong> María 7 . Se <strong>de</strong>stacaba así la figura<br />
<strong>de</strong> la Virgen en su advocación <strong>de</strong> la Soledad<br />
o <strong>de</strong> los Dolores, que al fin y a la postre es<br />
lo mismo, asociada al Santo Sepulcro 8 . Se<br />
singulariza la figura <strong>de</strong> la Virgen asociada al<br />
Sepulcro <strong>de</strong> Jesús, lo que brindaba al fiel<br />
nuevas meditaciones acerca <strong>de</strong> la esperanza<br />
en la Resurrección y la fortaleza en la Fe.<br />
La influencia <strong>de</strong> estas meditaciones se hacía<br />
patente en las numerosas Cofradías que<br />
surgirán teniendo como objeto principal <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>voción el Santo Entierro <strong>de</strong> Cristo y la Soledad<br />
<strong>de</strong> María.<br />
(5) FREEDBERG, D., El po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> las imágenes, Alianza Editorial, Madrid,<br />
1992, p-206.<br />
(6) CALVO MORALEJO, G., “Teología <strong>de</strong>l Santo Sepulcro en los<br />
místicos franciscanos”, en Actas <strong>de</strong>l Tercer Encuentro para el estudio<br />
cofradiero: en torno al Santo Sepulcro, Servicio <strong>de</strong> Publicaciones<br />
<strong>de</strong> la Diputación <strong>de</strong> Zamora, Zamora, 1993, p-132. En<br />
CRISTOS YACENTES DE VALLADOLID, Ayuntamiento <strong>de</strong> Valladolid,<br />
Valladolid, 2000, p-9, se afirma: “El llanto sobre Cristo muerto<br />
fue <strong>de</strong>sconocido en el arte <strong>de</strong>l cristianismo primitivo (...). Debe su<br />
existencia a la influencia <strong>de</strong> los escritos místicos medievales, en<br />
especial las obras <strong>de</strong> <strong>Santa</strong> Brígida: Luego se acercaron María Magdalena<br />
y las otras santas mujeres, e innumerables ángeles como<br />
átomos <strong>de</strong>l sol. A prestar obediencia y obsequio a su Criador.” RE-<br />
VELACIONES, Revelación XI.<br />
(7) Recor<strong>de</strong>mos que, complementaria a la Procesión <strong>de</strong>l Santo Entierro,<br />
en <strong>Ferrol</strong> tenemos la Procesión <strong>de</strong> “Os Caladiños”, don<strong>de</strong> representamos<br />
la Soledad <strong>de</strong> María tras la muerte terrenal <strong>de</strong> su Hijo en<br />
la vuelta <strong>de</strong> la Stma Virgen <strong>de</strong> los Dolores a su capilla, hoy parroquia,<br />
<strong>de</strong> la plaza <strong>de</strong> Amboage. Acompañada por Sn Juan Evangelista, es<br />
como si en <strong>Ferrol</strong> quisiéramos representar el famoso pasaje narrado<br />
por el apóstol Juan <strong>de</strong> María y el apóstol amado al pie <strong>de</strong> la cruz,<br />
<strong>de</strong> lo dicho por Cristo sobre Sn Juan con respecto a la Virgen, Jn<br />
19, 25-27.<br />
(8) MONREAL Y TEJADA, L., Iconografía <strong>de</strong>l Cristianismo, El Acantilado,<br />
Barcelona, 2003, p-162-163: “Virgen Dolorosa: Representa a la<br />
Virgen María, sola en su pena, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l Entierro <strong>de</strong> Cristo. Viste<br />
túnica oscura y manto negro. Tiene las manos entrelazadas sobre el<br />
pecho e incluso lágrimas en los ojos. Para simbolizar su sufrimiento,<br />
pue<strong>de</strong> llevar un puñal clavado en el corazón. O hasta siete puñales<br />
que representan los Siete Dolores <strong>de</strong> María. Es imagen típica en pasos<br />
procesionales <strong>de</strong> <strong>Semana</strong> <strong>Santa</strong>. Popularmente se la llama Virgen<br />
<strong>de</strong> la Soledad”. En <strong>Ferrol</strong>, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la época más remota conocida,<br />
siglo XVII, la Virgen <strong>de</strong> los Dolores, llamada en la documentación “<strong>de</strong><br />
la Soledad”, siempre fue la que asistió al Desenclavo o Ceremonia<br />
<strong>de</strong>l Descendimiento y Santo Entierro. Primero en la parroquial <strong>de</strong>l<br />
viejo <strong>Ferrol</strong> en el puerto, y a partir <strong>de</strong> 1772 en la nueva parroquial <strong>de</strong><br />
Sn Julián, hoy iglesia-catedral <strong>de</strong> <strong>Ferrol</strong>.<br />
Ecce <strong>homo</strong> 2013<br />
ECCE HOMO 2013<br />
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