ECCE HOMO 2013 72 Ecce <strong>homo</strong> 2013 dieciocho años <strong>de</strong> vida oculta. Lo relata el evangelio <strong>de</strong> San Lucas, especificando cómo el Niño, a sus doce años, cuando sus padres fueron a Jerusalén, se quedó en el Templo sin que ellos lo supieran: “...Jesús se quedó en Jerusalén sin que sus padres lo echasen <strong>de</strong> ver. Pensando que estaba en la caravana anduvieron camino <strong>de</strong> un día. Buscáronle entre parientes y conocidos, y al no hallarle, se volvieron a Jerusalén en busca suya. Al cabo <strong>de</strong> tres días le hallaron en el templo, sentado en medio <strong>de</strong> los doctores, oyéndolos y preguntándoles. Cuantos le oían quedaban estupefactos <strong>de</strong> su inteligencia y sus respuestas. Cuando sus padres le vieron, quedaron sorprendidos, y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué has obrado así con nosotros? Mira que tu padre y yo, apenados, andábamos buscándote. Y El les dijo: ¿Por qué me buscabais?¿No sabíais que es preciso que me ocupe <strong>de</strong> las cosas <strong>de</strong> mi Padre? Ellos no entendieron lo que les <strong>de</strong>cía. Bajó con ellos y vino a Nazaret, y les estaba sujeto, y su madre conservaba todo esto en su corazón” 7 . Abundan en la historia <strong>de</strong>l arte las representaciones <strong>de</strong> la primera parte <strong>de</strong>l pasaje, en las que frecuentemente se incorporan al fondo, como llegando a las puertas <strong>de</strong>l templo, la Virgen y San José; vistiendo la Virgen como dolorosa y con a<strong>de</strong>manes <strong>de</strong> inquietud. Sin embargo, una vez más, Feal optó por la más sencilla y clara <strong>de</strong> las representaciones. Nuevamente carece <strong>de</strong> referencias espaciales, tan sólo un gran atril ante el que sitúa al Niño nos ubica en la escena. Mientras Jesús señala con su <strong>de</strong>do las escrituras, dos doctores, uno en pie, y el otro se<strong>de</strong>nte, le escuchan entre asombrados y consternados. De este modo llegamos a la parte trasera <strong>de</strong>l trono. Es el encuentro <strong>de</strong> Cristo con su Madre en el camino <strong>de</strong>l Calvario el que inicia ese conjunto <strong>de</strong> escenas en las que el dolor y el drama se <strong>de</strong>sbordan, significando las páginas centrales <strong>de</strong> los propios pasajes <strong>de</strong> la Pasión <strong>de</strong> Cristo (Foto 6). En el libro <strong>de</strong> Fr. El encuentro se produce y los elementos expresivos y dramáticos se disparan arrastrándonos como testigos <strong>de</strong>l diálogo entre el Hijo con la Cruz y la Madre Luis <strong>de</strong> Granada, Oración y Meditación, en la meditación para el Jueves Santo por la mañana, al consi<strong>de</strong>rar cómo el Salvador llevó la Cruz a cuestas, hace ver al alma cristiana <strong>de</strong> cerca aquella escena y le dice: “Camina hacia don<strong>de</strong> va la Virgen en el cortejo, y cuando a Ella llegares, <strong>de</strong>rribado ante sus pies, comienza a <strong>de</strong>cirle con dolorosa voz: ¡Ay <strong>de</strong> mí, Señora mía! ¿Cómo puedo yo vivir, habiendo visto con mis ojos lo que vi? ¿Para qué son mis palabras? Dejo a tu unigénito Hijo y mi Señor en manos <strong>de</strong> sus enemigos, con una cruz a cuestas para ser en ella ajusticiado”. El encuentro se produce y los elementos expresivos y dramáticos se disparan arrastrándonos como testigos <strong>de</strong> excepción <strong>de</strong>l diálogo entre el Hijo con la Cruz y la Madre... “Finalmente, llegada ya don<strong>de</strong> le pudiera ver, míranse aquellas dos lumbreras <strong>de</strong>l cielo una a otra; atraviésanle los corazones con los ojos, y hieren con la vista sus ánimas lastimadas. Las lenguas estaban enmu<strong>de</strong>cidas para hablar, mas al corazón <strong>de</strong> la Virgen hablaba el afecto natural <strong>de</strong>l Hijo dulcísimo, y le <strong>de</strong>cía: ¿Para qué viniste aquí, paloma mía, querida (7) Lc. 2, 42-52.
(Foto 5) Virgen <strong>de</strong> La Soledad. Cofradía <strong>de</strong> la Or<strong>de</strong>n Tercera. 73