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tivas cuando la noche ofrece impresiones <strong>de</strong><br />
color sombrío en todas las Cofradías. La belleza<br />
<strong>de</strong> los instantes embiste al tiempo con<br />
la ilusión <strong>de</strong> lo imposible cuando el misterio<br />
<strong>de</strong> Dios se revela en el <strong>de</strong>smayo <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong><br />
un hombre y en la Pasión que se adueña <strong>de</strong><br />
este pueblo por sus calles. Jueves Santo <strong>de</strong><br />
Angustias y Dolores.<br />
Huele a última cena por todos los rincones.<br />
Los cristianos se han levantado <strong>de</strong> la mesa<br />
don<strong>de</strong> el amor extremo ha inclinado sus palabras<br />
para lavar los pies <strong>de</strong> los discípulos,<br />
mientras un mandamiento nuevo ha ido cincelando<br />
el fuste <strong>de</strong> una flamante catedral para el<br />
ágape <strong>de</strong> su misterio incontenible. Dios se ha<br />
sembrado, triturado y horneado a un tiempo.<br />
Se ha hecho hambre-alimento, sed-agua, <strong>de</strong>seo-felicidad,<br />
muerte-vida. Dios se ha vuelto<br />
loco y nos ha <strong>de</strong>jado a merced <strong>de</strong> la corriente,<br />
en la tempestad interior <strong>de</strong>l céfiro nocturno,<br />
Oración en el Huerto. Cofradía <strong>de</strong> Dolores.<br />
ro<strong>de</strong>ados por todos los enigmas que nos tienen<br />
consumidos. Y aquí estamos, <strong>de</strong>splegando<br />
las velas al viento <strong>de</strong>l Espíritu, buscando la<br />
hondura <strong>de</strong> este océano y el principio <strong>de</strong> su<br />
posible aurora.<br />
Procesión <strong>de</strong> la Pontificia, Real e Ilustre<br />
Cofradía <strong>de</strong> Nuestra Señora <strong>de</strong> las Angustias<br />
Los sonidos vibrantes <strong>de</strong> los tambores que<br />
anuncian la procesión se mezclan con el murmullo<br />
<strong>de</strong> la gente expectante. Por la Plaza <strong>de</strong><br />
las Angustias sube la marea <strong>de</strong>l sentimiento<br />
cofra<strong>de</strong> cuando Jesús Nazareno atrae sobre<br />
sí la mirada entusiasta <strong>de</strong> quienes le esperan<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> sitios inverosímiles. Las gentes se santiguan<br />
a su paso mientras silabean jaculatorias<br />
ensartadas en llantos: por el hijo, por la<br />
madre, por el padre o el hermano… La dulce<br />
mirada al cielo <strong>de</strong>l Cristo <strong>de</strong> la Agonía, como<br />
un galeón <strong>de</strong> luz, transporta con él las otras<br />
Ecce <strong>homo</strong> 2013<br />
ECCE HOMO 2013<br />
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