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ECCE HOMO 2013<br />
74 Ecce <strong>homo</strong> 2013<br />
mía y madre mía? Tu dolor acrecenta el mío y<br />
tus tormentos me atormentan (...) Pues al corazón<br />
<strong>de</strong>l Hijo respon<strong>de</strong>ría el <strong>de</strong> la <strong>Santa</strong> Madre<br />
y le diría: ¿Por qué me mandas eso, Hijo<br />
mío? ¿Por qué me mandas alejar <strong>de</strong> este lugar?...<br />
¿Cómo puedo yo partirme <strong>de</strong> ti sin partirme<br />
<strong>de</strong> mí?... Contigo beberé <strong>de</strong> la hiel y el<br />
vinagre, y contigo penaré en la Cruz, y contigo<br />
juntamente expiraré. Tales palabras en su corazón<br />
iría diciendo la Virgen y <strong>de</strong> esta manera<br />
anduvo aquel trabajoso camino, hasta llegar al<br />
lugar <strong>de</strong>l sacrificio” 8 .<br />
Guillermo Feal resume la escena a través<br />
<strong>de</strong> cinco personajes. En primer plano el propio<br />
Encuentro. Cristo con la Cruz se acerca a<br />
su Madre que le tien<strong>de</strong> su mano. Presencian<br />
la escena, en segundo plano, a la izquierda,<br />
Simón el Cirineo 9 , que ayuda a cargar el peso<br />
<strong>de</strong> la cruz. A la <strong>de</strong>recha, <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> la Virgen<br />
asoman dos figuras en perspectiva caballera.<br />
La primera, es la <strong>de</strong>l joven e imberbe San<br />
Juan, que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> este pasaje ya no <strong>de</strong>jará<br />
<strong>de</strong> acompañar a la Virgen hasta la última <strong>de</strong><br />
las escenas 10 . Al fondo, encaramado sobre<br />
la nada se observa el perfil <strong>de</strong> un soldado<br />
romano que vigila el camino al Calvario, al<br />
Gólgota. Esta escena es difícilmente apreciable<br />
por los espectadores <strong>de</strong> la procesión<br />
<strong>de</strong> la Soledad, dado que el Viernes Santo, al<br />
lucir la sagrada imagen su manto <strong>de</strong> gala, el<br />
terciopelo y el recamado en plata se hacen<br />
protagonistas y, en su longitud, ocultan el<br />
medallón <strong>de</strong>l encuentro.<br />
La primera <strong>de</strong> las escenas <strong>de</strong>l lado izquierdo<br />
es la <strong>de</strong> la Crucifixión, tema en el que<br />
una vez más, la presencia <strong>de</strong> la Virgen se<br />
narra con elocuencia en los Apócrifos, ante<br />
la parquedad <strong>de</strong> los Evangelios canónicos.<br />
De este modo, los textos <strong>de</strong> Nico<strong>de</strong>mo y las<br />
Meditaciones <strong>de</strong> la Pasión <strong>de</strong> Jesucristo,<br />
atribuidas al franciscano San Buenaventura,<br />
así como, <strong>de</strong> nuevo, las propias meditaciones<br />
<strong>de</strong> Fr. Luis <strong>de</strong> Granada, son los que,<br />
entre otras fuentes, inspiraron la representación<br />
<strong>de</strong> los hechos 11 . En la meditación tercera<br />
para el Viernes Santo por la mañana,<br />
en el libro <strong>de</strong> Oración y Meditación <strong>de</strong> Fr.<br />
Luis se lee:<br />
“Después <strong>de</strong> esto consi<strong>de</strong>ra cómo el Señor<br />
fue enclavado en la Cruz y el dolor que<br />
pa<strong>de</strong>cería al tiempo que aquellos clavos<br />
gruesos y esquinados entraban por las más<br />
<strong>de</strong>licadas partes <strong>de</strong>l más <strong>de</strong>licado <strong>de</strong> todos<br />
los cuerpos. Y mira también lo que la Virgen<br />
sentiría, cuando viese con sus ojos y oyese<br />
con sus oídos los crueles y duros golpes<br />
que sobre aquellos miembros divinales tan<br />
a menudo caían” 12 .<br />
Guillermo Feal reduce el pasaje a un Calvario<br />
en el que a los pies <strong>de</strong> la Cruz están<br />
María y San Juan. La sencillez <strong>de</strong>l relieve<br />
facilita que el espectador sea capaz <strong>de</strong> reconocer<br />
a los personajes y <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificar<br />
la escena. Reitera el canon corto para las<br />
figuras que aparecen como agazapadas.<br />
Los trazos <strong>de</strong> la gubia, rudos y toscos,<br />
vuelven a remitirnos al modo <strong>de</strong> trabajar <strong>de</strong><br />
la imaginería y estaturia románica, eso sí,<br />
adaptada a las necesida<strong>de</strong>s y funcionalidad<br />
<strong>de</strong> un arte religioso naciente, como era<br />
el <strong>de</strong> las Cofradías ferrolanas <strong>de</strong> mediados<br />
<strong>de</strong>l siglo XX.<br />
Tal y como ya especificamos, el punto<br />
central <strong>de</strong>l lado izquierdo lo ocupa la efigie<br />
<strong>de</strong> Cristo coronado <strong>de</strong> espinas. Su ros-<br />
(8) GRANADA, Fray Luis <strong>de</strong>, Libro <strong>de</strong>... p. 207 y ss.<br />
(9) “Al salir encontraron a un hombre <strong>de</strong> Cirene, <strong>de</strong> nombre Simeón,<br />
al cual requirieron para que llevase la Cruz”. Mt. 17, 32.<br />
(10) Las Escrituras nos ofrecen muchos datos acerca <strong>de</strong> San<br />
Juan, “el discípulo amado”, autor <strong>de</strong>l Cuarto Evangelio, tres<br />
Cartas, y el Apocalipsis. Pescador <strong>de</strong> Betsaida, hijo <strong>de</strong> Zebe<strong>de</strong>o,<br />
hermano <strong>de</strong> Santiago, discípulo <strong>de</strong>l Bautista y apodado<br />
“hijo <strong>de</strong>l trueno”, participó con Pedro y Santiago <strong>de</strong> los episodios<br />
más significativos <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong> Jesús y en la Última Cena<br />
recostó su cabeza en el pecho <strong>de</strong>l Señor (por ello es llamado<br />
en griego “Epistehios”: el que está sobre el pecho). Estuvo con<br />
María “junto a la cruz” (Jn. 19, 25-27), y fue testigo junto a Pedro<br />
<strong>de</strong>l sepulcro vacío: “vio y creyó” (Jn. 20, 8). Los Hechos lo<br />
nombran nuevamente junto a Pedro, y San Pablo lo menciona<br />
entre las “columnas <strong>de</strong> la Iglesia” (Gal. 2, 9). Es llamado “el<br />
Teólogo” por la profundidad <strong>de</strong> su Evangelio, que difiere en no<br />
pocos aspectos <strong>de</strong> los sinópticos.<br />
(11) San Buenaventura dice: “Mira con cuidado todo lo que se<br />
hace contra tu Señor y todo lo que Él mismo dice y hace...<br />
Ahora se le <strong>de</strong>snuda... Ahora la Madre ve por vez primera a su<br />
Hijo tan maltratado y dispuesto a ser atormentado con mortal<br />
dolor. Apodérase <strong>de</strong> ella una grandísima tristeza y rubor por<br />
verlo completamente <strong>de</strong>snudo, pues no le <strong>de</strong>jaron ni aún los<br />
paños <strong>de</strong> honestidad. Ella se a<strong>de</strong>lanta, apresuradamente, se<br />
acerca a su Hijo, lo abraza y envuelve su <strong>de</strong>snu<strong>de</strong>z con el velo<br />
<strong>de</strong> la cabeza”.<br />
(12) GRANADA, Fray Luis <strong>de</strong>, Libro <strong>de</strong>... p. 207 y ss.