15.05.2013 Views

Ellis, Bret Easton -Los Confidentes _C1234_[rtf].rtf - Jack Kerouac

Ellis, Bret Easton -Los Confidentes _C1234_[rtf].rtf - Jack Kerouac

Ellis, Bret Easton -Los Confidentes _C1234_[rtf].rtf - Jack Kerouac

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—Mi coche hace algo así como un ruido raro —dice Susan—. Creo que será mejor que lo revise.<br />

—Pasa los dedos por la montura de sus gafas de sol.<br />

—Desde luego, si hace un ruido raro, debes mirarlo —digo yo.<br />

—Bueno, o sea, es que lo voy a necesitar. Voy a ver a los Psychedelic Furs, en el Civic, el<br />

viernes, y tengo que llevar mi coche como sea, oyes. —Susan mira a Graham—. Si es que Graham<br />

me ha conseguido las entradas.<br />

—Sí, te he conseguido las entradas —dice Graham, con lo que suena como a gran esfuerzo—. Y<br />

ya te vale de decir «o sea».<br />

—¿De dónde las has sacado? —pregunta Susan, tamborileando con los dedos.<br />

—De Julian.<br />

—No, de Julian no.<br />

—¿Y por qué no? —Graham trata de sonar a fastidio, pero suena a cansado.<br />

—Es un colgado, está pasado a todas horas. Probablemente habrá ligado unas entradas<br />

asquerosas. Está pasado a todas horas —repite Susan. Deja de tamborilear, mira directamente a<br />

Graham—. Igualito que tú.<br />

Graham asiente lentamente con la cabeza y no dice nada. Antes de que pueda decirle que no<br />

discuta con su hermana, él dice:<br />

pizza.<br />

—Sí, igualito que yo.<br />

—Julian vende heroína —dice Susan, como quien no quiere la cosa.<br />

Le echo una ojeada a la actriz cuya mano aprieta el muslo del surfista mientras éste come<br />

—También es chapero —añade Susan.<br />

Una larga pausa.<br />

—Eso... ¿está dirigido a mí? —pregunto, suavemente.<br />

—Eso es una tremenda mentira —consigue decir Graham—. ¿Quién te contó eso? ¿Esa puta de<br />

Valley? ¿Sharon Wheeler?<br />

—Nada de eso. Sé que el dueño del Seven Seas se acuesta con él y que ahora Julian entra<br />

gratis y tiene toda la coca que quiere. —Susan suspira, sonríe cansinamente—. Además, resulta<br />

irónico que los dos tengan herpes.<br />

Esto hace que Graham se ría por algún motivo y dé una calada a su pitillo y diga:<br />

—Julian no tiene herpes y no se lo contagió el dueño del Seven Seas. —Pausa, expulsa el<br />

humo, luego—: Tiene una enfermedad venérea por culpa de Dominique Dentrel.<br />

William se sienta.<br />

—Dios santo, mis hijos están hablando de «éxtasis» y de maricas, vaya por Dios... quítate esas<br />

malditas gafas de sol, Susan. Estamos en Spago, no en el jodido club de la playa. —William<br />

termina la botella de un vino espumoso que por lo visto había perdido el gas unos veinte minutos<br />

antes. Nos lanza una ojeada a la actriz y a mí y dice—: Vamos a ir a la fiesta de los Schrawtz el<br />

viernes por la noche.<br />

Estoy toqueteando mi servilleta y enciendo un pitillo.<br />

—Yo no quiero ir a esa fiesta de los Schrawtz del viernes por la noche —digo sin alzar la voz,<br />

echando el humo.<br />

William me mira y enciende un pitillo y dice, también sin alzar la voz, mirándome<br />

directamente:<br />

—Entonces ¿qué es lo que quieres hacer en lugar de eso? ¿Dormir? ¿Quedarte tumbada junto a

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!