El Avisador Malagueño REVISTA HISTÓRICO-CULTURAL ONLINE
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de “castañas calentitas”, o cruzando el puente de madera sobre<br />
un caudaloso río con peces que nadan bajo la anchura de sus<br />
aguas, donde las lavanderas lavan sus ropas en el mismo río,<br />
que corriente abajo hace mover las aspas del molino de harina,<br />
mientras el singular “vuelo de palomas” surca el aire en torno<br />
al palomar construido en piedra como el resto de las casas, castillos<br />
y palacios, en cuyo montaje muchas fueron las pacientes<br />
horas de trabajo.<br />
Para este singular acabado en la construcción de edificios,<br />
modelación del paisaje e iluminación adecuada, se han utilizado<br />
diversos materiales como el cemento, el yeso, la madera, la<br />
pintura, etc. Utilizando las técnicas de albañilería, carpintería,<br />
pintura y electricidad, labores que como un buen servicio técnico,<br />
ellos mismos realizan.<br />
En la recreación de la llegada de la noche, se iluminan los<br />
interiores de las casas, mientras la obscuridad inunda los labrados<br />
campos, cercanos al lugar donde se encuentran los pastores<br />
pernoctando al raso, para cuidar sus animales sobresaltados al<br />
ver aparecer en el espacio un luminoso ángel de tranquilizadoras<br />
palabras: “Os anuncio una gran alegría…”<br />
Observando los detalles belenísticos, se comprenden las<br />
pacientes colas de espera, así como las admirativas exclamaciones<br />
de muchos sorprendidos por tan armónica belleza, habiendo<br />
incluso quien se siente por unos momentos viajero del<br />
tiempo, trasladándose hasta el lugar en que naciera aquel que<br />
con su mensaje de igualdad y amor, trató de hacer una mejor<br />
humanidad.<br />
No obstante, para no cansar con descripciones<br />
inacabables, con su permiso<br />
amable lector, me permito hacerle una sugerencia:<br />
no se pierda estas Navidades la<br />
obra maestra que comenzara Manuel Trujillo<br />
Mora hace veintidós años, continuada y<br />
aumentada por sus hijos y familiares, herederos<br />
de una tradición, que según parece,<br />
tendrá larga vida, ya que se ha incorporado<br />
la tercera generación representada por otro<br />
apasionado y joven belenista: Alejandro,<br />
de nueve años, nieto de Manuel.•<br />
10 | EL AVISADOR MALAGUEÑO