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María - Dirección de Nuevas Tecnologías y Educación Virtual ...

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<strong>María</strong>, comenta Efraín que “le veía hacer puntería seguro <strong>de</strong>l mal suceso”, frase que<br />

luego adquiere un sabor amargo cuando la muerte, arrebatando a <strong>María</strong>, obliga a Efraín<br />

a otro suceso igualmente malo. La semejanza. <strong>de</strong> los <strong>de</strong>stinos <strong>de</strong> ambos personajes se<br />

hace cruelmente evi<strong>de</strong>nte en el capítulo XLVIII, durante la <strong>de</strong>spedida:<br />

—¿(...) te imaginas que no he pensado en (traer una mujer <strong>de</strong> Bogotá?). ¡Mil veces!<br />

Todas las noches hago cien proyectos. Figúrate: tirado boca arriba en un catre <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

las seis <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>, aguardando a que vengan los negros a rezar, a que me llamen<br />

<strong>de</strong>spués a tomar chocolate, y oyendo luego conchabar <strong>de</strong>senraíces, <strong>de</strong>spajes y<br />

siembras <strong>de</strong> caña... A la madrugada <strong>de</strong> todos los días, el primer olor <strong>de</strong> bagazal que me<br />

llega a las narices, <strong>de</strong>shace todos mis castillos<br />

—Pero leerás.<br />

—¿Qué leo? ¿Con quién hablo <strong>de</strong> lo que lea? ¿Con ese cotudo <strong>de</strong> mayordomo que<br />

bosteza <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las cinco?<br />

—Saco en limpio que necesitas urgentemente casarte; que has vuelto a pensar en<br />

Matil<strong>de</strong> y que proyectas traerla aquí.<br />

—Al pie <strong>de</strong> la letra; eso ha sucedido así. (...) Pero (...) <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> cortarme tanto<br />

trabajo (...) imaginarme bien que Matil<strong>de</strong> es ya mi mujer y que está en casa, suelto la<br />

carcajada al suponerme qué sería <strong>de</strong> la infeliz.<br />

—¿Pero, por qué?<br />

—Hombre, Matil<strong>de</strong> es <strong>de</strong> Bogotá (...): tendría que echárseme a per<strong>de</strong>r en la trasplanta.<br />

¿Y qué podría yo hacer para evitarlo?<br />

—Pues hacerte amar <strong>de</strong> ella siempre; proporcionarle todos los refinamientos y<br />

recreaciones posibles... en fin, tú eres rico, y ella te sería un estímulo para el trabajo<br />

A<strong>de</strong>más, estas llanuras, estos bosques, estos ríos ¿son por ventura cosas que ella ha<br />

visto? ¿Son para verse y no amarse?<br />

—Ya me vienes con poesías. ¿Y mi padre y sus campesinadas? ¿Y mis tías con sus<br />

humos y gazmoñerías? ¿Y esta soledad? ¿Y el calor...? ¿Y el <strong>de</strong>monio?<br />

Este fragmento <strong>de</strong>ja traslucir la imagen <strong>de</strong> la monotonía y el tedio que ahogan la<br />

existencia <strong>de</strong> Carlos, quien se encuentra atado a la con<strong>de</strong>na <strong>de</strong> una vida rural a la cual<br />

<strong>de</strong>testa. Se proyecta sobre el texto también la soledad y el vacío <strong>de</strong>l mundo provinciano<br />

que con sus pequeñeces constituirá en a<strong>de</strong>lante su morada. Pero sobre todo, el diálogo<br />

insinúa con claridad el fracaso que sería su matrimonio con una niña citadina cuya<br />

existencia no podrá llenarse con lo poco que Carlos y su mundo tienen para ofrecerle, y<br />

la frustración que para él significa esta vida solitaria. Y es en este aspecto don<strong>de</strong> los<br />

<strong>de</strong>stinos <strong>de</strong> ambos jóvenes se unen por cuanto ambos van encaminados, si bien por rutas<br />

diferentes, a la frustración <strong>de</strong> sus ambiciones.<br />

B. La segunda historia que actúa como refuerzo estructural <strong>de</strong>l tema <strong>de</strong> la frustración en<br />

el amor es la llamada nouvelle <strong>de</strong> Nay y Sinar. Esta pareja <strong>de</strong> “nobles” africanos<br />

<strong>de</strong>scribe, en efecto, la misma parábola <strong>de</strong> felicidad a <strong>de</strong>sdicha que <strong>María</strong> y Efraín. En<br />

este sentido, recuér<strong>de</strong>se el amor que cuidadosamente ellos construyen por encima <strong>de</strong><br />

diferencias tribales que hubieran <strong>de</strong>bido separarlos. Recuér<strong>de</strong>se igualmente su

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