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TRATADO DEL AMOR DE DIOS – San Francisco <strong>de</strong> Sales<br />

amonestar con lágrimas a cada uno <strong>de</strong> vosotros 347 ; y por lo tanto, estoy limpio <strong>de</strong> la sangre<br />

<strong>de</strong> todos, pues no he <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> intimaros todos <strong>los</strong> <strong>de</strong>signios <strong>de</strong> Dios 348 . Mientras permanezcamos<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>los</strong> límites <strong>de</strong> la esperanza <strong>de</strong> que el pecador se pueda enmendar, <strong>los</strong><br />

cuales son tan extensos como <strong>los</strong> límites <strong>de</strong> la vida, nunca <strong>de</strong>bemos rechazarle, sino que<br />

hemos <strong>de</strong> rogar por él y ayudarle tanto cuanto su <strong>de</strong>sgracia lo permita.<br />

Finalmente, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber llorado sobre <strong>los</strong> obstinados y <strong>de</strong> haber cumplido con<br />

respecto a el<strong>los</strong> todos <strong>los</strong> <strong>de</strong>beres <strong>de</strong> caridad, <strong>para</strong> ale ar<strong>los</strong> <strong>de</strong>l pecado, hemos <strong>de</strong> imitar a<br />

nuestro Señor y a <strong>los</strong> apóstoles, es <strong>de</strong>cir, hemos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sviar nuestro espíritu <strong>de</strong> allí y volverlo<br />

hacia otros objetos y hacia otras ocupaciones más útiles <strong>para</strong> la gloria <strong>de</strong> Dios. A vosotros —<br />

<strong>de</strong>cían <strong>los</strong> apóstoles a <strong>los</strong> judíos— <strong>de</strong>bía ser primeramente anunciada la palabra <strong>de</strong> Dios;<br />

mas, ya que la rechazáis y os juzgáis vosotros mismos indignos <strong>de</strong> la vida eterna, <strong>de</strong> hoy en<br />

a<strong>de</strong>lante nos vamos a <strong>los</strong> gentiles 349 . Os será quitado el reino <strong>de</strong> Dios y dado a gentes que<br />

rindan fruto 350 , porque solo po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>tenernos en llorar <strong>de</strong>masiado sobre unos, cuando no<br />

es en <strong>de</strong>trimento <strong>de</strong>l tiempo necesario <strong>para</strong> procurar la salvación <strong>de</strong> otros. Ciertamente, dice<br />

el Apóstol que siente un dolor continuo por la pérdida <strong>de</strong> <strong>los</strong> judíos; pero lo dice <strong>de</strong> la misma<br />

manera que <strong>de</strong>cimos nosotros que ben<strong>de</strong>cimos a Dios en todo tiempo, pues esto no quiere<br />

<strong>de</strong>cir otra cosa sino que le ben<strong>de</strong>cimos con mucha frecuencia y en toda ocasión.<br />

Por lo <strong>de</strong>más, hemos <strong>de</strong> adorar, amar y alabar la justicia vindicativa <strong>de</strong> nuestro Dios,<br />

tal como amamos su misericordia, pues una y otra son hijas <strong>de</strong> su bondad. Porque, por su<br />

gracia, quiere hacernos buenos, como buenísimo, que es; y, por su justicia, quiere castigar el<br />

pecado, porque, siendo soberanamente bueno, <strong>de</strong>testa el sumo mal, que es la iniquidad.<br />

Nunca Dios retira su misericordia <strong>de</strong> nosotros, sí no es en equitativa venganza <strong>de</strong> su<br />

justicia, y nunca escapamos <strong>de</strong> su justicia, sino por su misericordia con <strong>los</strong> que se han <strong>de</strong><br />

salvar, se alegrará, asimismo, cuando vea la venganza; <strong>los</strong> bienaventurados aprobarán con<br />

alegría la sentencia <strong>de</strong> con<strong>de</strong>nación <strong>de</strong> <strong>los</strong> réprobos, como aprobarán la <strong>de</strong> salvación <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />

justos, y <strong>los</strong> ángeles que hayan practicado la caridad con <strong>los</strong> hombres confiados a su custodia,<br />

permanecerán en paz al verles obstinados y aun con<strong>de</strong>nados. Es, por lo mismo, necesario<br />

<strong>de</strong>scansar en la voluntad divina y besar con igual amor y reverencia la mano <strong>de</strong>recha <strong>de</strong><br />

su misericordia y la mano izquierda <strong>de</strong> su justicia.<br />

VIII Cómo la pureza <strong>de</strong> la indiferencia se ha <strong>de</strong> practicar en las acciones <strong>de</strong>l amor sagrado<br />

Uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>mejores</strong> músicos <strong>de</strong>l mundo, que tocaba el laúd ala perfección, ensor<strong>de</strong>ció<br />

tanto, en poco tiempo, que perdió enteramente el uso <strong>de</strong>l oído. Sin embargo no <strong>de</strong>jó, por<br />

esta causa, <strong>de</strong> cantar y <strong>de</strong> pulsar <strong>de</strong>licada y maravil<strong>los</strong>amente su instrumento, merced a la<br />

gran habilidad que en ello tenía, y que su sor<strong>de</strong>ra no le había arrebatado.<br />

Mas, porque no sentía ningún placer en su canto ni en su música, pues, privado <strong>de</strong>l<br />

oído, no podía darse cuenta <strong>de</strong> la dulzura y <strong>de</strong> la belleza <strong>de</strong> <strong>los</strong> sonidos, sólo cantaba y tocaba<br />

el laúd <strong>para</strong> contentar a un príncipe, <strong>de</strong>l cual había nacido súbdito y a quien se sentía muy<br />

inclinado a complacer, obligado, a<strong>de</strong>más, como estaba, por haberse criado, durante su juventud,<br />

en su casa. Por este motivo, sentía un placer sin igual en darle gusto, y, cuando su príncipe<br />

daba muestras <strong>de</strong> complacerse en su canto, quedaba transportado <strong>de</strong> alegría. Mas acaecía,<br />

a veces, que el príncipe, <strong>para</strong> poner a prueba el amor <strong>de</strong> este amable músico, le mandaba<br />

cantar, y en seguida lo <strong>de</strong>jaba en su cámara y se iba <strong>de</strong> caza; pero el <strong>de</strong>seo que el cantor te-<br />

347 Hech.,XX,31.<br />

348 lbid.,26,27.<br />

349 Hech.,XX,31.<br />

350 Mt., XXI, 43.<br />

www.bibliotecaespiritual.com<br />

Statveritas.com.ar 115

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