leer - los mejores libros de espiritualidad para leer y descargar gratis
leer - los mejores libros de espiritualidad para leer y descargar gratis
leer - los mejores libros de espiritualidad para leer y descargar gratis
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
TRATADO DEL AMOR DE DIOS – San Francisco <strong>de</strong> Sales<br />
crucificaron, con un admirable abandono en sus manos <strong>de</strong> su cuerpo y <strong>de</strong> su vida, <strong>de</strong>l mismo<br />
modo puso su alma y su voluntad, por una indiferencia perfectísima, en manos <strong>de</strong> su Padre<br />
eterno; porque, aunque dijo: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado ? 356 , habló<br />
así <strong>para</strong> darnos a conocer las verda<strong>de</strong>ras amarguras y penas <strong>de</strong> su alma, mas no <strong>para</strong> oponerse<br />
a la santa indiferencia, en la cual estaba, como lo <strong>de</strong>mostró enseguida, cerrando toda su<br />
vida y su pasión con estas palabras: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu 357 .<br />
XIV Del <strong>de</strong>spojo perfecto <strong>de</strong>l alma unida a la voluntad <strong>de</strong> Dios<br />
El amor al entrar en un alma, <strong>para</strong> hacerla morir dichosamente a sí misma y revivir<br />
en Dios, la <strong>de</strong>spoja <strong>de</strong> todos <strong>los</strong> <strong>de</strong>seos humanos y <strong>de</strong> la estima <strong>de</strong> sí misma, que no está<br />
menos adherida al espíritu que la piel a la carme, y, finalmente, la <strong>de</strong>snuda <strong>de</strong> <strong>los</strong> afectos<br />
más amables, tales como el afecto que tenía a las consolaciones espirituales, a <strong>los</strong> ejercicios<br />
<strong>de</strong> piedad y a la perfección <strong>de</strong> las virtu<strong>de</strong>s, que parecían ser la propia vida <strong>de</strong>l alma <strong>de</strong>vota.<br />
Entonces, pue<strong>de</strong> exclamar con razón: Ya me <strong>de</strong>spojé <strong>de</strong> mi túnica, ¿me la he <strong>de</strong> vestir<br />
otra vez 358 . Lavé mis pies <strong>de</strong> toda suerte <strong>de</strong> afectos, ¿y me <strong>los</strong> he <strong>de</strong> volver a ensuciar? Desnudo<br />
salí <strong>de</strong> las manos <strong>de</strong> Dios, y <strong>de</strong>snudo volveré a ellas. El Señor me había dado muchos<br />
<strong>de</strong>seos; el Señor me <strong>los</strong> quitó; bendito sea su santo nombre 359 . Sí, Teótimo, el mismo Señor<br />
que nos hace <strong>de</strong>sear las virtu<strong>de</strong>s, en <strong>los</strong> comienzos, nos quita <strong>de</strong>spués el afecto a las mismas<br />
y a todos <strong>los</strong> ejercicios espirituales, <strong>para</strong> que con más sosiego, pureza y simplicidad no nos<br />
aficionemos a cosa alguna fuera <strong>de</strong>l beneplácito <strong>de</strong> su divina Majestad. Porque, como la<br />
hermosa y pru<strong>de</strong>nte Judit guardaba en sus cofres sus bel<strong>los</strong> trajes <strong>de</strong> fiesta, y, sin embargo,<br />
no les tenía afición alguna, no se <strong>los</strong> vistió jamás en su viu<strong>de</strong>z, sino cuando, inspirada por<br />
Dios, marchó <strong>para</strong> dar muerte a Holofernes; así, aunque nosotros hayamos aprendido la<br />
práctica <strong>de</strong> las virtu<strong>de</strong>s y <strong>los</strong> ejercicios <strong>de</strong> <strong>de</strong>voción, no <strong>de</strong>bemos aficionarnos a el<strong>los</strong> ni vestir<br />
con el<strong>los</strong> nuestro corazón, sino a medida que sepamos que es el beneplácito <strong>de</strong> Dios.<br />
Y así como Judit anduvo siempre vestida con el traje <strong>de</strong> luto, hasta que Dios quiso<br />
que luciera sus galas, <strong>de</strong> la misma manera <strong>de</strong>bemos nosotros permanecer apaciblemente<br />
revestidos <strong>de</strong> nuestra miseria y abyección, en medio <strong>de</strong> nuestras imperfecciones y flaquezas,<br />
hasta que Dios nos levante a la práctica <strong>de</strong> acciones más excelentes.<br />
No es posible permanecer durante mucho tiempo en este estado <strong>de</strong> privación y <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>spojo <strong>de</strong> toda clase <strong>de</strong> afectos. Por esta causa, según el consejo <strong>de</strong>l Apóstol, una vez nos<br />
hayamos quitado las vestiduras <strong>de</strong>l viejo Adán, hemos <strong>de</strong> vestirnos el traje <strong>de</strong>l hombre nuevo<br />
360 , es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong> Jesucristo; porque, habiendo renunciado aun al afecto a las virtu<strong>de</strong>s, <strong>para</strong><br />
no querer, ni con respecto a ellas ni con respecto a otra cosa alguna, sino lo que quiere el<br />
divino beneplácito, conviene que nos revistamos enseguida <strong>de</strong> otros muchos afectos, y quizás<br />
<strong>de</strong> <strong>los</strong> mismos a <strong>los</strong> cuales hubiéramos renunciado; pero nos hemos <strong>de</strong> revestir <strong>de</strong> el<strong>los</strong>,<br />
no porque son agradables, útiles y honrosos y a propósito <strong>para</strong> dar contento al amor que sentimos<br />
a nosotros mismos, sino porque son agradables a Dios, útiles <strong>para</strong> su honor y porque<br />
están <strong>de</strong>stinados a su gloria.<br />
Son menester vestiduras nuevas <strong>para</strong> la esposa <strong>de</strong>l Salvador. Sí, por amor a Él, se ha<br />
<strong>de</strong>spojado <strong>de</strong>l antiguo afecto, a sus padres a su patria, a su casa 361 , a sus amigos es necesario<br />
356 Mt., XXVII, 46.<br />
357 Lc, XXIII, 46.<br />
358 Cant., V, 3.<br />
359 Job. I,21.<br />
360 Co<strong>los</strong>.,III,9,10<br />
361 Sal., XLVI, 11,12.<br />
www.bibliotecaespiritual.com<br />
Statveritas.com.ar 120