Organo de Difusión de ASPA de México

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Resulta muy interesante hacer un poco de historia; los
orígenes del MP se encuentran en Francia y España. En
México hasta 1910 los jueces tenían facultades no sólo de
imponer las penas a los delitos, sino de investigar, y así los
jueces realizaban funciones de policía judicial, con lo que
estaban facultados para actuar de inmediato sin mediar
petición alguna y en tales condiciones ejercían un poder
ilimitado.
Ante este injusto sistema se alzó entre otras la voz de don
Venustiano Carranza con un proyecto que modificó la estructura
del MP en la Constitución de 1917. Don Venustiano
se dirigió a la Asamblea con las siguientes palabras que
transcribo por resultar de máximo interés y actualidad: " ...
pero la reforma no se detiene allí, sino que propone la
innovación que de seguro revolucionará completamente el
sistema procesal que durante tanto tiempo ha regido en el
país, no obstante todas sus imperfecciones y deficiencias.
Las leyes vigentes, tanto en el orden federal como en el
común, han adoptado la institución del Ministerio Público,
pero tal adopción ha sido nominal, porque la función asignada
a los representantes de aquél tiene un carácter decorativo
para la recta y pronta administración de justicia. Los
jueces mexicanos han sido, durante el período corrido desde
la consumación de la Independencia hasta hoy, iguales a
los jueces de la época colonial; ellos son los encargados de
averiguar los delitos y buscar las pruebas, a cuyo efecto
siempre se han considerado autorizados a emprender verdaderos
asaltos contra los reos, para obligarlos a confesar,
lo que, sin duda alguna, desnaturaliza las funciones de la
judicatura. La sociedad entera recuerda horrorizada los
atentados cometidos por jueces que, ansiosos de renombre,
veían con positiva fruición que llegase a sus manos un
proceso que les permitiera desplegar un sistema completo
de opresión, en muchos casos contra personas inocentes, y
en otros contra la tranquilidad y el honor de las familias, no
respetando en sus inquisiciones, ni las barreras mismas que
terminantemente establecía la ley. La misma organización
del Ministerio Público, a la vez que evitará ese sistema
procesal tan vicioso, restituyendo a los jueces toda la dignidad
y toda la responsabilidad de la magistratura, dará al
Ministerio Público toda la importancia que le corresponde,
dejando exclusivamente a su cargo la persecusión de los
delitos, la busca de los elementos de convicción, que ya no
se hará por procedimientos atentatorios y reprobados, y la
aprehensión de los delincuentes. Por otra parte, el Ministerio
Público, con la Policía Judicial represiva a su disposición,
quitará a los presidentes munjcipales ya la policía común, la
posibilidad que hasta hoy han tenido de aprehender a cuantas
personas juzgan sospechosas, sin más mérito que su
criterio particular. Con la institución del Ministerio Público,
tal como se propone, la libertad individual quedará asegurada;
porque según el artículo 16, nadie podrá ser detenido
sino por orden de la autoridad judicial, la que no podrá
expedirse sino en los términos y con los requisitos que el
mismo artículo exige".
Fue así como cambió radicalmente el sistema que había
imperado, y surgió el actual, aceptemos que no resultó tan
benévolo como fue imaginado. Pero eso es historia.
La atribución que se hace al Comandante como auxiliar
del MPF se justifica y explica por la necesidad en que se ve el
Estado de evitar que la comunidad viajante a bordo de una
aeronave se vea privada de la asistencia pública que éste
debe prestar. El hecho de Que la aeronave desarrolle ocasio-
nal o normalmente su cometido fuera del alcance de las
instituciones y órganos del Estado, e inclusive de su soberanía
o representantes diplomáticos, obliga a confiar éstas y
otras funciones públicas al Comandante de la aeronave.
Las funciones específicas de los auxiliares del MPF son
definidas en el Artículo 32 de la Ley Orgánica de la PGR, e
indican que a falta del funcionario o representante éstos
deberán:
1.- Recibir denuncias y querellas por delitos del orden
público federal, conforme a esa ley y otras aplicables, adicionalmente
asienta que deberán levantar el acta correspondiente
que incluirá los datos relevantes del hecho presuntamente
delictivo.
2.- Practicar diligencias urgentes, comprobar el cuerpo
del delito y acreditar la probable responsabilidad.
3.- Dictar medidas y tomar providencias para proporcionar
seguridad y auxilio a víctimas y responsables, impedir la
destrucción de huellas o pruebas, instrumentos y objetos
del hecho delictivo.
4.- Detener responsables en casos de flagrante delito,
con obligación de remitir al MPF el acta respectiva.
5.- Las demás que confieran otras disposiciones aplicables.
Resulta un hecho imposible de soslayar, que las labores
propias del pilotaje son tales que impiden de facto el desarrollo
de cualquier actividad que no sea la derivada del
formal planteamiento del vuelo y la seguridad de la misma
aeronave, de la cual forma parte, técnica y legalmente inseparable,
es así que resulta ser ésta la principal responsabilidad
y obligación del piloto.
De hecho resulta importantísimo recalcar que el Artículo
31 del Reglamento de la Ley Orgánica de la PGR, también
asigna la calidad de auxiliar del MPF al patrón de la aeronave
o su representante, por lo cual éste deberá hacerse cargo
cuando esté presente y para lo cual se apoyará, o en su caso
deberá apoyar, al comandante por medio de la Policía Judicial
o la fuerza pública presente. De lo anterior se deduce
que será sólo en caso de extrema gravedad, a falta del
representante de la empresa y del funcionario competente,
que se distraerá al piloto de las labores inherentes de su
cargo para atender las actividades de tipo administrativo y
procesal que se derivan del cargo de auxiliar.
El autor Chavea u afirma que: "bajo determinadas circunstancias
se convierte el Comandante en un agente más
de la cadena general del servicio del Estado, participando
como delegado de éste, de funciones que sólo detentan
ordinariamente sus funcionarios".
Un aspecto relevante sería el definir las responsabilidades
que se derivan de todo lo antes mencionado y las que se
desprenden de la obligación de actuar como auxiliar del MP
durante el tiempo de vuelo. Los reglamentos resultan sumamente
ambiguos. En tanto que el "cargo de auxiliar" del
Comandante en relación al MPF está perfectamente definida,
en otros reglamentos se especifica la obligación técnica
que releva al piloto del mando de determinadas labores
administrativas. El Artículo 113 del Código Federal de Procedimientos
Penales indica que: "Los funcionarios y agentes
de Policía Judicial, así como los auxiliares del MPF, están
obligados a proceder de oficio a la investigación ... etc." He
aquí una obligación que de primera intención pretende ?1canzar
al piloto al mando. Aún más, los Artículos 2 y 310 rle
la Ley de Responsabilidades y los relativos en la Ley de V.as
Generales de Comunicación, suponen que los Capitam: 3 de