ÉGLOGAS - InterClassica
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CALPURNIO SICULO<br />
por dichosa tenerte y al cual dulces besos le diste<br />
a menudo; y resuelta a cortar te atrevías mi canto<br />
requiriendo mis labios que errantes las cañas rozaban.<br />
¡Ay, dolor! ¿Y ahora gustas en cambio de Mopso y su seca<br />
voz y su rudo cantar y su flauta estridente?<br />
¿A quién sigues, oh, Filis? ¿A quién hoy desairas? Me dicen<br />
que soy más bello que él, y tú misma jurábaslo antaño;<br />
y además soy más rico. Por cada cabrito que él tenga,<br />
cuento yo un toro que viene del pasto a la noche.<br />
¿Qué te digo que ignores? Ya sabes, ioh, Filis!, de cuántas<br />
vacas las ubres me suelen secar las colodras,<br />
cuántas son las que tienen sus hijos mamando con ellas.<br />
Pero no hay para mí ya sin ti ni cestillos tejidos<br />
con sauce flexible ni cuajo temblando en la leche.<br />
Y, si temes mis golpes crueles aún, yo te entrego<br />
mis manos, las puedes ligar a mi espalda con mimbre<br />
trenzado o flexibles sarmientos cual Títiro cuando<br />
a Mopso robando encontró y sus muñecas malvadas<br />
ató y le dejó que colgara en mitad del aprisco.<br />
Tómalas, no vaciles; las dos merecieron tal pena.<br />
Sin embargo, ellas son las que a veces palomas ponían<br />
en tu seno o tal vez un lebrato que echaba de menos<br />
tembloroso a su madre cazada; mis manos los lirios<br />
primerizos y rosas te daban y, apenas la abeja<br />
libaba la flor, con guirnaldas ya tú te ceñías.<br />
¿Podrá presumir de áureos dones quizá el embustero,<br />
que al caer de la noche en las tumbas recoge altramuces<br />
según cuentan y suple su pan con legumbre cocida<br />
y se siente dichoso y feliz cuando alguna vez puede<br />
entre piedras y a mano moler la barata cebada?<br />
Y si torpe tu amor estas preces -que tal no suceda-<br />
desoye, ataré, infortunado, un dogal en la encina<br />
aquella en que fuera mi amor ultrajado. Mas antes<br />
estos versos grabados serán en el árbol funesto :<br />
"No os fiéis de inconstantes muchachas, pastores: posee<br />
Mopso a Filis y a Lícidas llega el final de su vida".<br />
Ea, pues, si ayudar a este mísero quieres, a Filis<br />
lleva, joh, Yolas!, mis versos y dile mis ruegos cantando.<br />
Yo estaré lejos, oculto tras un espinoso<br />
carrizo, o más cerca, escondido en el seto del huerto.<br />
Iré y volverá si falaces no son los augurios,<br />
que presagios felices el bueno de Títiro trae,<br />
pues viene del lado derecho y halló la ternera.