MANUAL DE ORIENTACIÓN LABORAL PARA PERSONAS CON DISCAPACIDAD

En épocas todavía aún no muy lejanas, la mujer que no entraba dentro de los
patrones clásicos de mujer, madre y dedicada a labores del hogar, era mal vista por
amplios sectores sociales.
Actualmente estos patrones de pensamiento siguen extendidos en nuestra
sociedad, de hecho si analizamos nuestro ámbito familiar, de amistades… podremos
comprobar que la mayoría de las personas que trabajan en empleo sumergido,
compaginan empleo ordinario con las tareas domesticas, o tras ser padres o
madres se retiran del ámbito laboral para el cuidado de niños son mujeres.
Características laborales de las mujeres ocupadas en el ámbito productivo
Actualmente, es innegable que son más las mujeres que participan en el mundo
laboral, si lo comparamos con el porcentaje de hace dos décadas, pero se está
dando también un proceso de división de profesiones en “femeninas” y
“masculinas”. Esta diferenciación repercute a la hora de optar por una determinada
formación, que a medio-largo plazo va a tener una clara repercusión a nivel social.
Social.
En la sociedad en la que vivimos cada sexo parece tener su profesión. Los
hombres son arquitectos, ingenieros, pilotos, mecánicos, fontaneros…las mujeres:
enfermeras, puericultoras, azafatas, pedagogas, psicólogas, educadoras sociales,
trabajadoras sociales, canguros, limpiadoras…
Muchas de estas tareas de carácter asistencial son una prolongación de las tareas
domesticas. Suponiendo que las esferas de poder mayoritariamente serán ocupadas
por hombres se reservan a las mujeres los puestos con un menor poder decisorio y
a veces con un mayor desprestigio. Añadir a este hecho las diferencias entre la
renumeración de profesiones que catalogamos de hombres y/o de mujeres.
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