Adriana Sarmiento Dueñas, Bióloga - Instituto de Investigación de ...

Cuando encuentran el bejuco, colectan buena cantidad de hojas que son cocidas hasta
obtener una pasta roja a la que le dan forma compactándola, para luego guardarla y
usarla frecuentemente en diferentes circunstancias (13).
Se cocinan las hojas maceradas hasta obtener una sustancia espesa, que luego se cuela
en un trapo grueso y se deja secar. Después se mezcla con manteca de terecay
(Podocnemis unifilis) o de galápaga (P. voglt) , se agregan otros vegetales como "towanae"
(Protium ca/anense Cuatrec.) (42).
Se deja la hoja seca en agua durante la noche. Se pone a soltar en 2 galones de agua a
temperatura alta durante 1 hora. Se cuela y conserva el baño de la tintura. Se le agrega 1
cucharada de sal. Se baja la temperatura a punto de ebullición. Se introduce la fibra
previamente remojada y revuelve suavemente. Se deja la fibra en el baño de tintura
durante 1 hora y pasar la noche en el baño de la tintura. Se juaga la fibra en agua
jabonosa y deja secar a la sombra (26).
Se muelen las hojas maduras y secas de chinguiza en un molino o pangar (machacar con
piedra). No se requiere remojar o macerar antes de teñir. Para obtener un color zapote se
tiñe la cabuya al sol. Se remoja o macera la planta con la cabuya mordentada durante
varias horas en el sol directo. Se voltea la cabuya con frecuencia y se tapa con las hojas
para que no se manche. A los 30 minutos de teñido se obtiene un amarillo tostado claro.
Para obtener un color marrón oscuro se cocina la planta con la cabuya mordentada y
poca agua, durante 1 hora. Se revuelve y voltea para que no se manche. Después de
cocinar se deja todo en reposo en la sombra durante varios días. Así queda marrón
oscuro. Para el color zapote no necesita dejarse en reposo. Se lava sin jabón para que no
se manche y se seca a la sombra (25).
Para obtener el colorante se muele, machaca o pica la hoja, se hierve y se cuela. La fibra
húmeda, recién mordentada se introduce en el tinte, se hierve a fuego lento, se deja
reposar por varias noches en el tinte, se lava con agua lluvia y tibia y se deja secar sin
exponerlo al sol (38).
La preparación que hacían los Muzos era: Las hojas cocidas y puestas al sol se vuelven
coloradas al secarse y después de secas se vuelven a cocer y cuelan el agua quedando
muy colorada y la sustancia de las hojas pegada al paño. Raspan aquella sustancia y la
echan en una vasija, la cuecen y la echan en unos hoyuelos que tienen hechos en ceniza
y de allí salen panes que es la bija con que ellos se untan el rostro para parecer más
feroces (44).
Se extrae el líquido de las hojas machacadas, el cual se utiliza para pintar. A veces se
prepara junto con el jugo del fruto de Renea/mia a/pinia (15).
Las hojas frescas en decocción, solas o mezcladas con los frutos de Renea/mia a/pinia se
utilizan para tinturar fibras de Astrocaryum chambira o para hacer tatuajes (24).
Se pesan 2 onzas de palma blanca (40 manos), se ripia y cocina con 3 libras (2 cuartillas)
de hojas secas de bija, las cuales se han puesto en remojo por 20 minutos antes de la
cocción. Si es hoja verde no es necesario remojarla. Se usan 10 litros de agua y cocina
durante 60 minutos desde que empieza a hervir. Se saca, lava y seca a la sombra. Esto
da color rojo bija. Para el rojo quemado se usa la palma blanca ripiada, cocinada durante
una hora con singamochila. Se saca, lava y seca a la sombra y luego se cocina con bija
por 30 minutos; luego se saca, lava y seca a la sombra. Si se hace este mismo
procedimiento usando la palma verde se obtiene el rojo cobrizo. Para obtener el color
negro, la palma verde o blanca se sumerge en barro de pozo, al cual se le han adicionado
hojas de cotorrera, frutos de dividivi, hojas de porpú o bacota y seudotallo de plátano,
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