Adriana Sarmiento Dueñas, Bióloga - Instituto de Investigación de ...

Colorante (2, 45).
Junto con el eoro son los colorantes más usados por los Nukak. Con ellos se trazan líneas
rojas que forman complejos motivos geométricos o se distribuye por todo el cuerpo. A
veces sobre algunas líneas rojas se untan la resina sobre la cual se pegan delicadas
plumas blancas (47).
Los Carijonas del Putumayo mantenían en sus viviendas una barra de achiote: "cuando
quieren hacer uso de ella, se untan las palmas de las manos con aceite de carapa, que
frotan sobre la barra de achiote; el color se disuelve muy pronto en la materia grasa, y
basta pasar la mano por el cuerpo para ponerse encamado como un cangrejo o como un
soldado inglés. Las mujeres pintan a sus maridos, y cuando han acabado, se embadurnan
todo el cuerpo con el color restante" (Crévaux, 1878) (44).
Del arilo de la semilla se obtiene un colorante para la comida. En fiestas especiales de
carnaval lo usan para colorearse el cuerpo como parte del disfraz (11).
Como repelente de insectos, decorativo, religioso. Para teñir telas. En la industria se usa
como colorante de las comidas y tinte cosmético. Se utilizaba para dar color al queso,
mantequilla y arroz (15).
Las mujeres se aplican las semillas trituradas en la cara para protegerse del sol, cuando
se dedican a las labores de la chagra (37).
Por su color parece guardar un fuego bermellón que se enciende en los rostros de los
muchachos al aplicarlo (34).
Del fruto se extrae un colorante para pintarse la cara, sobre todo los niños (16).
Los Waunana lo emplean como colorante para pintar las damaguas y en general en la
cestería que elaboran. Los Cuna panameños lo utilizan como cosmético y aditivo para el
alimento. La pulpa roja que rodea la semilla la emplean los indios Tukuna del Amazonas
para preparar un colorante del alimento (Glenboski, 1975). Pérez Arbelaez (1978) anota
que los indígenas emplean el colorante producto de esta especie para colorear el alimento
y teñirse el rostro y piemas, contra la picadura de insectos (27).
Se utiliza en fibras y directamente sobre el cuerpo. Para la elaboración de artesanías
como sombreros, manilas y mochilas (12).
Los indígenas lo utilizan principalmente para dar color a sus comidas y decorar sus
cuerpos. Hay parcelas experimentales para la extracción de bixina (24).
Los abuelos entre sus tradiciones guardan la costumbre de elaborar tinta de color rojonaranja
del fruto. Compañías de cosméticos utilizan la planta para fabricar lápices de
labios. Algunos grupos la utilizan para decorar sus caras o cuerpos en sus ceremonias.
Schultes, 1990, comenta que la mayoría de las tribus la utilizan para colorear su cuerpo.
Los Siona-Secoya colorean sus armas con la tinta que se extrae del fruto (39).
Se utiliza para dar color a la comida. También para decorarse el cuerpo y el rostro.
Actualmente sólo las mujeres la usan para colorear sus mejillas (5).
Se usa tradicionalmente por los indígenas como pintura facial y corporal, para protegerse
del sol y de los insectos. También como adorno ceremonial. Lo utiliza actualmente la
industria láctea, cosmética, textil, manufacturera y de refrescos (48).
En el teñido de textiles se emplea muchas veces en combinación con otros colorantes
(56).
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