Revista 41 - Accord Salud

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18 <strong>Salud</strong> y Prevención Endocrinología y crecimiento Que el árbol no impida ver el bosque Diálogo con el doctor Ignacio Bergadá del Centro de Investigación Endocrina acerca del crecimiento normal y patológico en la niñez. ¿Están condenados las chicas y chicos argentinos a ser adultos de baja talla y escaso rendimiento intelectual? El crecimiento es una característica privativa de la pediatría porque son, obviamente, todos los procesos de desarrollo y diferenciación de tejidos, desde la concepción, la gestación, el período postnatal, la infancia, inclusive la pubertad que tiene implicancias muy importantes en la vida. Un niño o una niña que crece bien es un signo indirecto de un buen estado de salud, mientras que a veces el retardo o una alteración del crecimiento puede ser el primer típico signo o el único de que le está pasando algo, que puede ser una enfermedad inaparente u oculta, considera el doctor Ignacio Bergadá, especialista del Centro de Investigación Endocrina del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, de la ciudad de Buenos Aires.
El prestigioso endocrinólogo argentino, que se perfeccionó, durante años en hospitales y universidades de Montreal, Canadá, apunta que ello explica por qué se insiste tanto en que los pediatras generales se detengan a medir a los chicos en sus controles de salud. «Es cierto que especialmente durante los primeros dos años los pediatras en las consultas de puericultura trabajan mucho con las familias sobre todas las adquisiciones madurativas, de alimentación y del crecimiento de los chicos, pero después, muchas veces, los niños o niñas acuden al médico cuando tienen alguna enfermedad aguda y éste por distintas razones procede únicamente a solucionar el problema agudo y se pierde esa instancia de volver a controlar el crecimiento del chico para ver si realmente está por los carriles normales». El experto explica que una forma muy fácil y elemental de evaluar el crecimiento es compararlo con un patrón. Los patrones son lo que uno llama curvas de crecimiento normales de los chicos que muchas madres conocen cuando se habla de los percentilos, que son valores de distribución de la talla a distintas edades y es fácil de graficar, de tabular no sólo en un momento transversal o determinado, sino en forma longitudinal. Saber que un niño mantiene su percentilo es una forma de reasegurar que ese niño está creciendo bien. Sin embargo, dentro del crecimiento normal hay variaciones, por ejemplo durante los primeros años de vida es frecuente ver que niños normales cruzan percentilos, tanto para arriba como para abajo. Un niño o niña que nació grandote, por ejemplo de 4 kilos y con una talla de 52 centímetros, de padres de altura media, a lo mejor durante los primeros dos años de vida va a ubicar su talla dentro de lo que es su carril genético. De alguna forma ese crecimiento lineal en los chicos normales, lo que se llama la canalización o la búsqueda del percentilo propio en los primeros años de vida, es algo que los pediatras lo pueden ir detectando con sucesivas mediciones. ¿Hasta qué edad crecen los chicos? El crecimiento depende de la edad del desarrollo. Las hormonas sexuales son las responsables de inducir el estirón del desarrollo, pero también son responsables de soldar los cartílagos del crecimiento. Entonces una niña que desarrolla a lo mejor a los diez años, tal vez dejará de crecer a los catorce o quince años, mientras que una que desarrolla a los catorce seguirá creciendo hasta los diecisiete. En promedio los varones, aproximadamente crecen linealmente hasta los diecisiete o dieciocho años y las niñas hasta los quince o dieciséis. Después hay crecimientos o maduraciones de los distintos órganos, como son los sexuales, que se adquieren más tarde. ¿A qué le llamamos crecimiento patológico? Cuando se crece mal, cuando la velocidad de crecimiento es anormal. Por eso es necesario evaluarlo en el tiempo y hay que detectarlo tempranamente. Si un niño consulta con un retardo de crecimiento significativo, porque está <strong>Salud</strong> y Prevención exageradamente por debajo de lo normal, es porque venía creciendo mal y alguien no se dio cuenta de ello. Eso no se evalúa instantáneamente, a esa situación se llega. Desgraciadamente muchos problemas de crecimiento son diagnosticados de forma tardía por esas razones: primero, por las variaciones normales del crecimiento y segundo porque a lo mejor los chicos no son medidos rutinariamente y no se ha detectado que pudieran llegar a tener algún problema. En realidad, dentro de los niños y niñas que examinamos porque sus padres creen que tienen problemas de talla o alguna patología ¿cuántos de ellos la tienen realmente? Ahí hay otro aspecto, lo que se llama la talla baja normal o la talla baja familiar. La consulta por niños de baja talla es muy frecuente y como es de esperar la mayoría de ellos responde a una carga genética más baja, vienen de padres bajos. Ahora, no hay que subestimarlo, porque un niño de progenitores bajos no está exento de llegar a tener un problema de crecimiento y justamente ése es el que tiene que mirarse más agudamente para que el árbol no impida ver el bosque. En ese sentido es importante detenerse en la consulta de aquellos padres que son bajos, que traen un niño que es bajo para ver si realmente el chico está respetando ese patrón de crecimiento normal bajo o hay algo que le pueda estar pasando. Uno tiene que pensar que un niño o niña crece a una velocidad normal por el conjunto de cuatro factores: genéticos, nutricionales, hormonales y emocionales. O sea que el equilibrio de estos factores hace que el crecimiento resulte normal. Cuando uno falla provoca que se produzcan problemas de crecimiento anormal. No crecer normalmente, a veces, no es tan notorio. Es muy raro que un chico deje de crecer, aún teniendo una patología. Los niños que tienen patologías crecen pero más lento, son muy pocas las circunstancias en las que el crecimiento se frena de forma absoluta. Dentro de las causas nutricionales, sin dudas la desnutrición crónica es la razón más frecuente de retardo de crecimiento en nuestro medio y obviamente depende de los lugares del país de que hablemos: va a ser más prevalente en un lugar que en otro. También responde no sólo a desnutrición calórico-proteica, a déficit de micronutrientes y a lo que se denomina nutrición endémica de distintos lugares de nuestro país. ¿Cuáles son las causas que frenan el crecimiento? Nosotros diferenciamos lo que llamamos las causas de retardo de crecimiento endocrinológicas y no endocrinológicas. Las más frecuentes son las segundas, dentro de las que se ubica la desnutrición, pero también hay distintos factores, dentro de los que podemos incluir los indirectamente nutricionales, como las parasitosis intestinales que tienen un rol muy importante porque generan mala absorción. Otra mala absorción muy importante y cada vez más incidente se da con la enfermedad celíaca, que puede manifestarse como único 19
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