Revista 41 - Accord Salud

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Reportaje
¿Qué condicionantes hay que pueden derivar en la
necesidad de una intervención quirúrgica?
El más grande condicionante que hay es lo que llamamos
en neurocirugía la epidemia silenciosa, que son los
accidentes de transito. Tenemos un Cromagnon por día en
la Argentina de gente joven que muere, de manera que la
proyección de traumatismos de cráneo cefálico y espinales
es terrible. Tenemos que hacer una campaña tremenda
para prevenir los accidentes en general, porque hay una
total mala educación en los conductores. Es el país con la
mayor mortalidad por accidentes de transito de acuerdo
con su población y constituye una verdadera matanza. No
tenemos una política coherente en rehabilitación de los
afectados y secuelados por esa epidemia silenciosa, que
son los traumatismos del sistema nervioso. Acabamos de
producir un documento para la Organización Mundial de
la Salud sobre los neurotraumas en la Argentina, que será
publicado por ellos en los próximos meses. Se pueden
evitar también las enfermedades cerebrovasculares,
evitando todos los factores de riesgo -que en la Argentina
son tremendos- o enfermedades hemorrágicas del sistema
nervioso por hipertensión arterial, por exceso de peso. En
los tumores del sistema nervioso se pueden hacer
diagnósticos precoces que llevan a -en el caso de tumores
benignos- poder curar completamente al paciente y lo
mismo sucede con los tumores espinales.
¿El paciente cree en la cirugía y «se entrega» al
médico?
Sí, cuando el médico sabe generar confianza, el paciente
se presta a las cirugías. La gente no es tonta, sabe a dónde
va y se da cuenta del profesional con que está tratando. Yo
a cada enfermo le enseño lo que tiene, si viene una persona
con un accidente cerebrovascular tengo acá un montón
de libros, le explico, le digo «vea, un aneurisma es esto».
Lo mismo hacemos con los tumores o con cualquier otra
patología que se presenta. El enfermo entonces toma
confianza, porque lo peor que puede tener un paciente es
la falta de información y la incertidumbre. Cuando alguien
pregunta qué le puede pasar, hay que decirle la verdad.
¿Hay alguna afección que se derive de la actividad
que realiza el empleado público?
Se ven muchos problemas de columna, tenemos casi un
consultorio especial para la columna. La enfermedad más
común del mundo es el dolor de cintura y, además, resulta
la más cara porque es la que produce la mayor cantidad
de ausentismo en todo el sistema laboral. Se puede prevenir
y, por eso, a cada enfermo que viene le damos una clase
de cómo hacerlo.
DOCTOR ARMANDO BASSO
• Doctor en Medicina
• Profesor Emérito de la Universidad de
Buenos Aires, a cargo de la Cátedra
de Neurocirugía de la Facultad de
Medicina
• Director del Instituto de Neurociencias,
Facultad de Medicina (UBA)
• Investigador Principal
Clínico del Consejo
Nacional de Investigaciones
Científicas y Técnicas
(CONICET)
• Presidente del Grupo de Expertos en
Neurocirugía de la Organización
Mundial de la Salud
• Expresidente y actual Presidente
Honorario de la Federación Mundial
de Sociedades de Neurocirugía
• Premio Academia Nacional de
Medicina
• 14 premios concedidos por sociedades
científicas argentinas y extranjeras
• Autor de más de 140 trabajos de su
especialidad
• Miembro Honorario Nacional de la
Asociación Médica Argentina
• Miembro Titular de la Sociedad
Argentina de Electroencefalografia y
Neurofisiología Clínica
• Miembro de la Sociedad Argentina de
Biología y Medicina Nuclear
• Miembro del Colegio Argentino de
Neurocirujanos
• Miembro Titular de la Asociación
Argentina de Neurocirugía
• Miembro Fundador de la Sociedad
Argentina de Neuroendocrinología
• Miembro Titular de la Societé de
Neurochirurgie de Langue Francaise