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Reseña detallada del libro LOS DUEÑOS DEL CONGRESO de ...

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Libros <strong>de</strong> Laberinto<br />

24<br />

http://laberinto.uma.es<br />

Ahora empapémonos <strong>de</strong> la sabiduría <strong>de</strong> Fauzi Hamdan: «Como legislador no tengo ningún conflicto<br />

directo ni indirecto. Imagínese que las leyes don<strong>de</strong> yo haya intervenido para su creación, ya no pudiera<br />

ejercerlas en el or<strong>de</strong>n jurídico. No tengo ningún impedimento ético ni jurídico.» (p. 106) Habría que ver<br />

las leyes para <strong>de</strong>terminar si hay impedimento jurídico, pero ético, por supuesto que sí, y con eso se le cae<br />

el argumento <strong>de</strong> que tiene <strong>de</strong>recho a ejercer las leyes, aunque haya participado en su elaboración: no<br />

pue<strong>de</strong> participar en ambas cosas porque está en ambos lados. ¿Quién va a creerle cuando dice que hizo<br />

las leyes imparcialmente, sin prever la forma en que podría beneficiarse con ellas?<br />

Como vemos, es la misma estrategia <strong><strong>de</strong>l</strong> tal Diego: usar una interpretación a gusto <strong>de</strong> las leyes y<br />

complementarla con la afirmación <strong>de</strong> que no les pica la conciencia; a fin <strong>de</strong> cuentas, ésta es personal y<br />

aún quienes carecen <strong>de</strong> ella la invocan cuando conviene....<br />

Y por ahí se escabullen todos. Juan Camilo Mouriño, <strong>de</strong> quien hablamos antes, manifestó: «En el caso<br />

<strong>de</strong> los que somos franquicitarios <strong>de</strong> Pemex no pue<strong>de</strong> haber ningún tipo <strong>de</strong> conflicto porque es muy clara<br />

la normativa para que se pueda otorgar, no hay ningún tipo <strong>de</strong> privilegio o situación que se pudiera<br />

aprovechar (...) no hay ninguna posibilidad <strong>de</strong> malo manejos, favoritismos...» (p. 107)<br />

De nuevo la estrategia <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que la ley es clara, pero sin citarla nunca. A<strong>de</strong>más, dice que no hay<br />

nada chueco porque...pues porque no hay. De nuevo se niega simplemente. Es el truco aquél <strong>de</strong> «no <strong>de</strong>be<br />

ser; por lo tanto, no es».<br />

Luego usa otra táctica recurrente. Diluir la situación trayendo a colación otras similares en apariencia:<br />

«En el caso <strong>de</strong> la Comisión <strong>de</strong> Energía, tal conflicto pudiera yo tener por se empresario <strong><strong>de</strong>l</strong> sector, como<br />

pudiese tenerlo un secretario por ser miembro <strong><strong>de</strong>l</strong> sindicato...» (ibí<strong>de</strong>m) . A esto el propio Esteban David<br />

Rodríguez respon<strong>de</strong> en su <strong>libro</strong>: «El diputado empresario olvida que los sindicatos, más aún si son <strong>de</strong><br />

organismos estatales, cumplen una función <strong>de</strong> representación, embrión <strong>de</strong> su origen, creados para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r<br />

<strong>de</strong>rechos laborales en todas las instancias, por más que el sindicato <strong>de</strong> los petroleros sea otra cloaca; y en<br />

este caso su empresa energética, no.» Así <strong>de</strong> fácil se quiera el argumento <strong><strong>de</strong>l</strong> «diputado empresario».<br />

Siguiendo con los argumentos tipo «patadas <strong>de</strong> ahogado» <strong>de</strong> Mouriño, este mismo sujeto mete la pata<br />

por momentos. Cuando se le preguntó «¿Qué podría hacer, por ejemplo, un diputado <strong>de</strong> la Comisión <strong>de</strong><br />

Vivienda <strong>de</strong>dicado a la construcción?», la respuesta memorable fue: «Podría tal vez tener algún tipo <strong>de</strong><br />

acceso a información, pero finalmente todo eso está ya muy controlado en cuanto a que todo eso es por<br />

concurso (...) El que seamos diputados no nos exime o no nos limita a que podamos hacer otras cosas<br />

siempre y cuando sea <strong>de</strong>ntro <strong><strong>de</strong>l</strong> margen o <strong><strong>de</strong>l</strong> marco legal vigente. Entonces, lo único a que podrían tener<br />

diputados acceso, a lo mejor el resto <strong>de</strong> la población no, es a información privilegiada. Pero repito, no<br />

conozco ningún caso o ninguna <strong>de</strong>nuncia al respecto.» (ibí<strong>de</strong>m)<br />

También la respuesta a esto es más o menos obvia y bien la expresó la investigadora Luisa Béjar,<br />

precisamente respecto a lo dicho por Mouriño: «Tener acceso a información privilegiada no es asunto <strong>de</strong><br />

segundo or<strong>de</strong>n, pue<strong>de</strong>n intentar ven<strong>de</strong>r una ley como parte <strong><strong>de</strong>l</strong> interés general, aunque sólo sea para su<br />

sector, en aras <strong>de</strong> efectos secundarios.» (Citada por EDR, p. 108)<br />

Un ejemplo muy bueno <strong>de</strong> esto es, por supuesto, el Tratado <strong>de</strong> Libre Comercio, que ha hundido al<br />

campesino mexicano, pero enriquecido a gente como Usabiaga, el «mejor Secretario <strong>de</strong> Agricultura que<br />

ha tenido México», según una <strong>de</strong> tantas tonterías dichas por Vicente Fox durante su gobierno.<br />

DE LA FALTA DE DEMOCRACIA A… LA FALTA DE DEMOCRACIA<br />

A manera <strong>de</strong> epílogo para el capítulo, EDR nos presenta un breve bosquejo histórico <strong><strong>de</strong>l</strong> Congreso,<br />

mostrando que en el México posrevolucionario se conformó una clase política que se <strong>de</strong>sarrolló en torno<br />

a la consolidación <strong><strong>de</strong>l</strong> presi<strong>de</strong>ncialismo mexicano. «En la etapa previa a los noventa -dice el autor- los<br />

legisladores no representaban intereses empresariales, sino presi<strong>de</strong>nciales.» (p. 109). Es aquí don<strong>de</strong> se<br />

acomoda perfectamente la conocida fórmula <strong><strong>de</strong>l</strong> historiador Lorenzo Meyer, quien refiriéndose a los<br />

legisladores sintetizó: «No nos representan; se representan a sí mismos. Y no ante nosotros, sino ante el<br />

presi<strong>de</strong>nte en turno.» Es <strong>de</strong>cir, en ningún momento ha habido legisladores vinculados con el pueblo.<br />

Antes estaban con el presi<strong>de</strong>nte y la alta clase política; ahora, con la llegada <strong><strong>de</strong>l</strong> neoliberalismo y la<br />

ascensión <strong>de</strong> la clase tecnócrata educada en dicho mo<strong><strong>de</strong>l</strong>o, los gran<strong>de</strong>s capitales meten a muchos <strong>de</strong> sus<br />

miembros propios y no <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n sólo <strong>de</strong> la clase política que los sirve. Esta evolución fue propicia para<br />

el ascenso <strong><strong>de</strong>l</strong> PAN, partido <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s capitales que comulga perfectamente con la rapacidad neoliberal.

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