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Reseña detallada del libro LOS DUEÑOS DEL CONGRESO de ...

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Vida ida y y mila milagros mila os <strong>de</strong> <strong>de</strong> <strong>de</strong> un un Con Congreso Con eso autista<br />

autista<br />

una nueva línea <strong>de</strong> «análisis» político: los agarrones y negociaciones entre los partidos principales. Y nos<br />

dicen que esa pluralidad es la muestra <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia. Des<strong>de</strong> luego, nunca dicen que estas cúpulas<br />

partidistas nos ignoran por completo, mostrando que en realidad no hay ninguna <strong>de</strong>mocracia.<br />

Durante los primeros días <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 2005 leí en el diario La Jornada cartas <strong>de</strong> lectores e incluso<br />

textos <strong>de</strong> colaboradores <strong><strong>de</strong>l</strong> mismo diario que, ante los duros comentarios <strong><strong>de</strong>l</strong> Subcomandante Marcos<br />

respecto a la cúpula <strong><strong>de</strong>l</strong> PRD, han formado un coro <strong>de</strong> estri<strong>de</strong>ncias y <strong>de</strong>scalificaciones: «le hace el trabajo<br />

al PRI y al PAN»; »si no es con el PRD y Andrés Manuel López Obrador ¿dón<strong>de</strong> más? ¿Con quiénes?»<br />

(así dijo un lector); «están dividiendo a la izquierda» (tontería <strong>de</strong> Elena Poniatovska) y así por el estilo.<br />

Son gente ferozmente encapsulada en el paradigma que el sistema nos inoculó: fuera <strong>de</strong> los partidos<br />

políticos oficiales no hay nada. No conciben –y algunos fingen no concebir- una praxis política sin estos<br />

partidos, don<strong>de</strong> sea la ciudadanía la que se organice sin dirección <strong>de</strong> élites. He aquí lo que se logró <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

1977, con el gatopardismo <strong>de</strong> Echeverría: darle a los sectores sociales una élite política a la cual seguir,<br />

en la cual basar sus esperanzas: hacer creer a tales sectores que ya salieron <strong>de</strong> la clan<strong>de</strong>stinidad y ahora<br />

tienen una opción para lograr el cambio… <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las reglas <strong>de</strong> quienes los han reprimido por décadas.<br />

Un total contrasentido histórico que se nos escapa por falta <strong>de</strong> estudio y conciencia política.<br />

Esto me recuerda dos extraordinarios cuentos <strong>de</strong> ciencia ficción: «La ciudad cuyo nombre era<br />

Lluevemuertos» <strong><strong>de</strong>l</strong> español Enrique Lázaro, y «La máquina <strong>de</strong> dos brazos» <strong>de</strong> Henry Cuttner; en ambos<br />

se maneja la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> fabricar a la gente una cárcel sin muros, una que sea sólo mental. Es como los<br />

canarios a los que se les abre un día la puerta <strong>de</strong> la jaula. ¿Por qué no se van <strong>de</strong> inmediato? Porque ya<br />

están amoldados a la prisión; tienen la jaula en el cerebro (dicho sea sin ánimo <strong>de</strong> ofen<strong>de</strong>r a nadie). Es<br />

uno <strong>de</strong> los principales paradigmas que hay que superar. Para eso nos sirve la conciencia <strong>de</strong> enemigo<br />

histórico.<br />

MODERNIZACIÓN EN LO QUE CONVIENE<br />

«El mexicano es un Congreso -dice EDR- con diseño <strong><strong>de</strong>l</strong> siglo XX, prácticas <strong>de</strong> los años cuarenta <strong><strong>de</strong>l</strong><br />

XX y presunciones <strong><strong>de</strong>l</strong> XXI.» (pág. 120). Lo que sigue gira alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> esta tesis.<br />

Digamos, por ejemplo, que si bien se llevó unas cuatro décadas «abrir» el Congreso a otros partidos<br />

<strong><strong>de</strong>l</strong> sistema, internamente no hubo mo<strong>de</strong>rnización sustancial, al grado <strong>de</strong> que el primer gobierno no priísta<br />

<strong>de</strong> la historia encontró un po<strong>de</strong>r legislativo con reglamento interior <strong>de</strong> 1934 y una ley orgánica <strong>de</strong> 1979.<br />

Para redon<strong>de</strong>ar la i<strong>de</strong>a, vayamos a la historia.<br />

Después <strong><strong>de</strong>l</strong> Congreso <strong>de</strong> Chilpancingo, en el contexto <strong>de</strong> la In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> México, se expidieron<br />

dos reglamentos: en 1823 y 1824. Éste no fue sustituido sino hasta 1898 y, salvo modificaciones menores<br />

en 1916 y 1925, se conservó prácticamente igual hasta 1934, cuando se expidió uno nuevo. Hasta la<br />

fecha se trabaja con ese reglamento «nuevo».<br />

La reforma política <strong>de</strong> 1977 fue el medio para hacer modificaciones que dieron como resultado la<br />

expedición <strong>de</strong> una Ley Orgánica <strong><strong>de</strong>l</strong> Congreso General. En 1992 dicha ley fue adoptada a los cambios, ya<br />

comentados con anterioridad, que se dieron en esos tiempos. Incluso la exposición <strong>de</strong> motivos para tales<br />

reformas aceptaba que era necesario actualizar internamente al Congreso. Por ejemplo, entre 1988 y<br />

1997 los legisladores, en palabras <strong><strong>de</strong>l</strong> EDR, «reinventaban» las cámaras cada tres años, pues su funcionamiento,<br />

al inicio <strong>de</strong> cada legislatura, era diseñado mediante acuerdos entre los partidos.<br />

Un paso que el autor consi<strong>de</strong>ra «la reforma más trascen<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> los últimos años» fue la creación en<br />

2000 <strong>de</strong> la Auditoría Superior <strong>de</strong> la Fe<strong>de</strong>ración, <strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> la Cámara <strong>de</strong> Diputados, y cuya función,<br />

con «autonomía técnica» es revisar la Cuenta <strong>de</strong> la Hacienda Pública Fe<strong>de</strong>ral. ¿Mi opinión? Sería sin<br />

duda un paso importante en un sistema <strong>de</strong>mocrático... si no fuera porque México no lo es y todo queda<br />

<strong>de</strong>ntro <strong><strong>de</strong>l</strong> sistema <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r.<br />

«LAS ORIGINALES COMISIONES <strong>DEL</strong> <strong>CONGRESO</strong> MEXICANO», O «ENTRE MÁS<br />

COMISIONES, MÁS DEMOCRACIA»<br />

En los apartados anteriores <strong><strong>de</strong>l</strong> capítulo cuarto se habla <strong>de</strong> diversas reformas introducidas en las dos<br />

cámaras <strong><strong>de</strong>l</strong> Congreso. Debe <strong>de</strong>cirse ahora, como lo hace el autor, que todas estas modificaciones «han<br />

<strong>de</strong>jado <strong>de</strong> lado aspectos fundamentales como el establecimiento <strong>de</strong> criterios específicos para la asignación<br />

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