20.06.2013 Views

Reseña detallada del libro LOS DUEÑOS DEL CONGRESO de ...

Reseña detallada del libro LOS DUEÑOS DEL CONGRESO de ...

Reseña detallada del libro LOS DUEÑOS DEL CONGRESO de ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Conc Conclusión Conc lusión<br />

, sino que sus partidos, como dice EDR, «se han convertido en maquinarias electorales para postular a los<br />

funcionarios <strong>de</strong> la administración pública que, para fines prácticos, a principios <strong><strong>de</strong>l</strong> siglo XXI son también<br />

los dueños <strong><strong>de</strong>l</strong> dinero. (…) Pero eso sí, sus salarios son insultantes, obscenos para un país <strong>de</strong>pauperado,<br />

<strong>de</strong> carreteras parchadas, comunida<strong>de</strong>s aisladas, niños <strong>de</strong> la calle, pensiones <strong>de</strong> hambre, asesinatos en<br />

serie e impunes, secuestros y <strong>de</strong>sempleo creciente. El promedio <strong>de</strong> salario mensual <strong>de</strong> un subsecretario<br />

<strong><strong>de</strong>l</strong> gabinete fe<strong>de</strong>ral era, a principios <strong>de</strong> 2004, <strong>de</strong> 230 mil pesos, cuando el salario mínimo rondaba los 40<br />

pesos. El <strong>de</strong> un diputado –local o fe<strong>de</strong>ral- ascendía, en promedio, a 110 mil pesos al mes. Y por el estilo.<br />

¿En qué país se sentirá esta estirpe?» (pág. 195-196).<br />

Una estirpe artificial, <strong>de</strong> cínicos, digo yo. No niego la posibilidad <strong>de</strong> que entre toda esta gente haya<br />

algunos quienes crean honestamente que ésta es la vía <strong><strong>de</strong>l</strong> cambio (quizá el economista Julio Boltvinik,<br />

diputado por el PRD), pero ni duda cabe que son los menos, y ahora consi<strong>de</strong>ro falsa una i<strong>de</strong>a que yo<br />

mismo <strong>de</strong>fendía hace años: que al sistema hay que cambiarlo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> a<strong>de</strong>ntro; que uno se coloca en él y<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahí va trabajando en sus cambios. Esto es un contrasentido histórico: el sistema te presiona para<br />

que te corrompas: te transforma, y si no te <strong>de</strong>jas transformar, simplemente te reduce y luego te <strong>de</strong>shecha,<br />

<strong>de</strong> una u otra forma. Controlado por cínicos y contando en sus filas incluso con ingenuos (perdón por la<br />

cru<strong>de</strong>za), tenemos un grupo <strong>de</strong> politiqueros que siempre me hacen evocar aquel poema <strong>de</strong> Joaquín<br />

Pasos:<br />

Dicen que vais a la guerra.<br />

¡Qué vais a ir!<br />

Dicen que partís al alba.<br />

¡Qué vais a partir!<br />

Dicen que sois fuertes, dicen que sois altos,<br />

Dicen que vais a luchar.<br />

Dicen que anheláis la lucha.<br />

¡Qué va!<br />

Dicen que daréis la sangre<br />

a<strong>de</strong>más<br />

<strong>de</strong> viejos tubos <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntífrico y <strong>de</strong> jabón <strong>de</strong> afeitar.<br />

Dicen que vais a acabar<br />

con el hambre <strong>de</strong> los pueblos,<br />

pero <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> cenar.<br />

Dicen que pondréis las cosas<br />

en su lugar,<br />

pero hay mucho lugar sin cosas y muchas cosas sin lugar.<br />

Os esperan esas cosas<br />

enfurecidas, allá;<br />

¿y vais a partir? ¡Qué va!<br />

Allá sólo el bronce tiembla<br />

y lo hace para cantar.<br />

Y vosotros ¡ya tembláis!<br />

Tembláis <strong>de</strong> miedo a morir,<br />

Y dicen que vais a la guerra…<br />

¡Qué vais a ir!<br />

Y aunque evi<strong>de</strong>ntemente difiero <strong>de</strong> Esteban David Rodríguez en cuestiones básicas, <strong>de</strong> fondo, no <strong>de</strong>jo<br />

<strong>de</strong> reconocer su agu<strong>de</strong>za cuando afirma: «En ese contexto, resultan ridículas las poses <strong>de</strong> tribunos romanos<br />

que los legisladores asumen cuando se les reclaman los conflictos <strong>de</strong> interés en los que se hallan.»<br />

Y enseguida, con una ironía digna <strong>de</strong> Noam Chomsky, concluye así su obra: «De la transformación <strong>de</strong><br />

todas estas circunstancias <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n los próximos años. Pero que nadie se exalte, que todo está en<br />

manos <strong><strong>de</strong>l</strong> Congreso.»<br />

Por eso, creo yo, <strong>de</strong>bemos quitar esas transformaciones <strong>de</strong> las manos <strong>de</strong> quienes <strong>de</strong>fien<strong>de</strong>n al po<strong>de</strong>r.<br />

Es algo similar al reciente numerito llamado «Live 8» organizado por gente <strong>de</strong> rock como Bono (U2) y Bob<br />

Geldoff, para pedir al Primer Mundo que le «perdone» la <strong>de</strong>uda a los países pobres. Es <strong>de</strong>cir, pedir a<br />

51

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!