El Guadalquivir, vía fluvial romana.pdf - RUA
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EL GUADALQUIVIR, VfA FLUVIAL ROMANA<br />
SI<br />
ciano de Heraclea (84). <strong>El</strong> primero se refiere expresamente a<br />
una boca oriental, y a base de conjeturas puede suponerse otra,<br />
que por fuerza ha de ser occidental con respecto a ésta. Marciano,<br />
que probablemente lo toma de Ptolomeo, también cita<br />
en dos ocasiones la boca oriental, sin referirse de manera concreta<br />
a ninguna occidental.<br />
Un argumento para la posible localización del brazo perdido<br />
del <strong>Guadalquivir</strong> se encuentra en la distancia que algunos autores<br />
colocan entre sus respectivas bocas. Pero esto da una idea<br />
de lo difícil del asunto y de lo arriesgado que resulta aventurar<br />
hipótesis, ya que mientras de los cálculos de Ptolomeo se<br />
puede deducir una distancia entre ellas de 20', unos 32,5 kilómetros<br />
(85), Estrabón, citando a Artemidoro (86), da 18,5 kms.,<br />
aunque, según otras fuentes, dice, es mayor.<br />
2. ESTUARIOS.<br />
Aparte de las desembocaduras de los rios, la costa presenta<br />
en esta región una serie de entrantes que se llenan con las<br />
mareas altas y reciben el nombre de estuarios CavaXúOet¡;).<br />
Presentan éstos muchas ventajas, nos dicen las fuentes, en lo<br />
relativo a la navegación y el comercio, de lo que se tratará en<br />
los capítulos correspondientes. Los habitantes, conscientes del<br />
aprovechamiento que podian hacer de estos estuarios, fundaban<br />
junto ·a ellos ciudades y establecimientos, al igual que junto a<br />
los ríos (87). No los emplazaban en la costa del Océano, sino<br />
más arriba, en ·el punto hasta el cual llegaban las mareas (88).<br />
Estrabón cita como ejemplos las ciudades de Asta, Nabrissa,<br />
Onuba, Ossonoba y Mainoba. Plinio (89) da a las dos primeras<br />
como comprendidas tnter aestuarta Baetts, lo que niega Schulten<br />
(90), afirmando que este autor ha confundido las desembocaduras<br />
del <strong>Guadalquivir</strong> y del Guadalete con las de un mismo<br />
río. Es indudable, desde luego, que no sólo en la desembocadura<br />
del Baetts habia estuarios, sino que se extendían por gran parte<br />
(84) Marciano de Herac1ea: 11, 9.<br />
(85) Ptolomeo: 11, 106.<br />
(86) Estrabón: 111, 1, 9.<br />
(87) Idem: III, 1, 9.<br />
(88) Idem: 111, 2, 5.<br />
(89) Plinio: 111, 3, 7.<br />
(90) Schulten, A.: "Asta Regia", AEArq., 1941, pág. 251.