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50 | VIERNES, 24 DE DICIEMBRE DE 2010 | ANUARIO 2010
SUCESOS
La fiscalía pide 138 años de cárcel para ‘El Brujo’
Trece mujeres declaran en el juicio que Tomás A. R. abusó de ellas cuando eran menores de edad. La acusación pide una
indemnización de 640.000 euros y considera que se aprovechó de su inmadurez y les hizo creer que tenía «poderes paranormales»
La fiscalía solicitó 138 años de cárcel y
640.000 euros en concepto de indemnizaciones
para Tomás A. R. ‘El Brujo’, en el juicio
celebrado contra él entre el 22 y el 26 de
noviembre. En la sala especial habilitada por
el Tribunal Superior de Justicia de Balears
para juzgar este caso comparecieron hasta
60 testigos, de los cuales trece eran mujeres
que acusan a ‘El Brujo’ de haber abusado
de ellas cuando eran menores.
Tomás A. R. (que no tiene antecedentes
penales) consiguió mantener relaciones sexuales
con al menos trece menores de edad
entre 1995 y 2006 en Eivissa y Valencia. El
fiscal considera que se aprovechó de la inmadurez
de estas mujeres y se hizo pasar por
una persona dotada de «facultades paranormales».
‘El Brujo’ se hizo por como psicólogo
(aunque carecía de titulación) en la
Peña Deportiva de Santa Eulària y en la Sociedad
Deportiva Eivissa. Residía en una
casa de Sant Llorenç y pasaba consulta
como «curandero» en esa vivienda y en un
gimnasio de Ca n’Escandell.
El acusado, nacido en Albacete hace 55
años, lleva más de tres años en la cárcel. De
hecho, el juez Pablo Mendoza, anterior instructor
de la causa, prorrogó la prisión preventiva
en octubre de 2009.
Las trece denunciantes en el juicio contra
Tomás A.R. se ratificaron en sus acusaciones
y señalaron que mantuvieron relaciones
sexuales con él, en repetidas ocasiones y a
lo largo de años, valiéndose del miedo que
provocaba en ellas y cuando la mayoría eran
menores de edad. Una de las testigos declaró
que conoció al ‘Brujo’ con 12 años y que
mantuvo relaciones sexuales con ella en
unas 40 ocasiones a lo largo de cuatro años,
hasta que cumplió los 16 años.
En todos los casos, las jóvenes señalaron
que el imputado les pedía confianza y que
estas relaciones eran la forma de «transmitirles
su magia». Por el contrario, si no cumplían
todas sus órdenes ellas y sus familias,
el acusado les decía que llevarían una vida
desgraciada, según aseguraron. «Me convenció
de que mi vida era una mierda y que
él lo iba a solucionar», declaró en la vista.
Miedo hacia las posibles represalias
Las denunciantes coincidieron en que fue el
miedo hacia las posibles represalias y el convencimiento
de que realmente poseía poderes
mentales lo que les llevó a obedecer ciegamente
a Tomás A. R. «Habíamos aceptado
que sin él éramos basura y que todo
debía seguir igual», explicó una de las mujeres
que decidieron interponer la denuncia
contra ‘El Brujo’. Según su declaración, el
acusado le espetó entonces: «No habéis entendido
nada, todo lo he hecho por vosotras.
Si me denunciais ateneos a las consecuencias».
Tomás A. R., ‘El Brujo’, entra al juzgado para asistir a la última sesión del juicio que se celebró en noviembre
Algunos testigos afirmaron que era
costumbre que tras las cenas a las
que acudían con otras personas el
acusado decidiera con quién debían
mantener relaciones sexuales
La letrada de la defensa trató
de evidenciar que existen
contradicciones en los relatos
de las denunciantes y en las edades
a las que dicen haber sufrido abusos
En la vista otra de las denunciantes, aseguró
haber mantenido relaciones sexuales
con otras personas, como dos futbolistas,
por órdenes expresas de Tomás A.R. Otras
testigos afirmaron que era costumbre que
tras las cenas a las que acudían con otras
personas el acusado decidiera con quién debían
mantener relaciones sexuales.
La última sesión del juicio contra Tomás
A. R.y su amigo Alberto C. C., acusado de
abusar de seis menores y para quien piden
34 años de prisión, se centró en los alegatos
de las defensas de ambos acusados, que
coincidieron en solicitar la libre absolución
de sus clientes por «las fisuras e incongruencias»
de los relatos de las víctimas, que
la letrada del primero, Ascensión Joaniquet,
llegó a calificar de «meras fabulaciones».
Para la letrada, «la sumisión o las vejaciones»
casan mal con las muestras de afectividad
de las chicas hacia ‘El Brujo’, al tiempo
que «el temor» que decían sentir resulta
«contradictorio» con el hecho de que estuvieran
con él frecuentemente.
La defensa pide la libre absolución
La abogada pidió la libre absolución de su
cliente, acusado de 19 delitos de abusos sexuales
como autor o como cooperante, ante
las «incongruencias, versiones que exceden
la lógica ordinaria y meras fabulaciones»
relatadas, a su juicio, por las trece denunciantes,
que por ello «no ofrecen garantías
de fiabilidad suficientes» para enervar la
presunción de inocencia.
La letrada calificó el caso juzgado de «curioso»,
dado que se trata de un grupo de chicas
que relatan «unos hechos gravísimos de
los que nada manifestaron cuando ocurrieron
ni después» y que «pasan del amor al
MOISÉS COPA
odio más fuerte» respecto a ‘El Brujo’. «Han
existido un sinnúmero de contradicciones y
se han ido adornando los testimonios», dijo
Joaniquet, en respuesta a los representantes
de las acusaciones, que resaltaron la «coherencia
y rotundidad» de las jóvenes. «La sumisión,
las vejaciones y las coacciones psicológicas
no cuadran con la exteriorización
de afecto» que las jóvenes tenían hacia Tomás
A. R., indicó Joaquinet, que recordó las
tarjetas de felicitación que le escribían expresando
«su cariño y su afectividad». «El
temor reverencial es contradictorio con estar
frecuentemente en su compañía», apuntó,
y añadió que no tenía sentido el conocido
como «pacto de silencio» si ‘El Brujo’ tenía
«tantos poderes» y era capaz de oír lo
que pensaban o decían.
Una a una, la letrada se refirió a las declaraciones
de las trece denunciantes e incluso
de alguno de sus familiares para tratar
de evidenciar que existen incongruencias
y contradicciones en sus relatos, en las edades
a las que dicen que sufrieron los abusos,
en su manera de actuar al no decir nada a
nadie o presentar a sus hermanas o amigas
íntimas a Tomás A. R. o en los miedos que
decían tener.
Pagan 1,85 millones por el
derrumbe del edificio Barceló
Los vecinos perjudicados por el derrumbe del edificio
de Viajes Barceló recibirán indemnizaciones por un
importe total de 1,85 millones de euros según el
acuerdo que alcanzaron sus letrados y los de los tres
acusados, las empresas de estos y las compañías
aseguradoras tras dos jornadas de intensas negociaciones
durante el juicio celebrado en enero.
A la vista del acuerdo, los tres procesados –el entonces
administrador de Construcciones Saguri S. A., J.
F. L., quien era director de la oficina de Viajes Barceló, J.
S. P. F., y el entonces representante legal de Inmuebles
de Baleares, propietaria del local, A. D. B.– quedaron absueltos
del delito de daños por imprudencia grave del
que estaban acusados, pues este tipo penal estima que
con la reparación del perjuicio los afectados otorgan su
perdón expreso y, por tanto, queda extinguida
la responsabilidad criminal.
Faltaban pocos minutos para las ocho de
la mañana del 27 de enero de 2001 cuando,
en el momento en que varios obreros se disponían
a entrar a trabajar en la reforma del
edificio de Viajes Barceló, este se vino abajo.
Los forjados de la cubierta del local se desplomaron
debido, supuestamente, a que se
había puesto al límite de su resistencia –había
sido pavimentada e impermeabilizada– y
a que se habían demolido los tabiques interiores
del local. Como consecuencia del suceso,
el edificio colindante sufrió graves daños
y fue declarado en ruina.
V. MARÍ
La cuantía final que recibirán los afectados es ligeramente
superior a la estimada por el Ministerio Público,
que en su escrito provisional de acusación pedía de
1,77 millones, pero inferior a la que pedía el conjunto
de afectados. Según fuentes de la fiscalía, una de las
cuestiones que rebajó las cantidades fue el hecho de
que en las tasaciones de las viviendas aportadas a la
causa se incluyó el valor del suelo que, sin embargo, no
debía considerarse en tanto que el solar no se ha perdido
y todavía sigue siendo propiedad de los perjudicados.
Inmuebles de Baleares –perteneciente al Grupo Barceló
y propietaria del local que ocupaba Viajes Barceló–
ha asumido el coste de las tareas de derribo y desescombro
del edificio de viviendas declarado en ruina
tras el hundimiento, indicaron fuentes jurídicas y de la
fiscalía. El acuerdo alcanzado entre las distintas partes
y con el que se puso fin a un procedimiento que se ha
prolongado durante nueve años, estipula que la empresa
se encargará de los trabajos de demolición.
DIARIO de IBIZA