Portada codo trazado - Ayuntamiento de Granada

los y desnudos frente a nosotros mismos, el único sitio donde nos tocamos, donde
nuestro cuerpo no tiene nada que ocultarnos, donde no podemos engañarnos
y a la vez donde creamos nuestras máscaras para los demás. El cuarto de
baño es testigo de nuestros intereses más inmediatos, de nuestras miserias más
ocultas: maquillarse, lavarse, vestirse, peinarse, pesarse, defecar, orinar, mirarse
en el espejo, curarnos las heridas, poner caras frente al espejo, reírnos de nosotros
mismos. El cuarto de baño es un espacio absolutamente privado, aunque
sea compartido. En esta serie que presento quería mostrar la presencia de la
persona sin mostrar a la persona misma, el sujeto por sus acciones. Intento provocar
en el espectador una apropiación de lo que todos, más o menos, hacemos
en ese lugar nunca mostrado. Todas las fotos tienen un tono general muy pálido,
con algunos elementos con mucho color, para transmitir sensaciones asociadas
al cuarto de baño: el sueño al despertar o al acostarse, el vapor, el vaho sobre
los cristales, la humedad.
La fotografía es una forma de encontrarme a mí misma como creadora. En mi
profesión (soy arquitecta urbanista) no es fácil liberarse de las normas y generar
ideas nuevas. La fotografía es instantánea, me ofrece la posibilidad de repetir intentos
sin la presión de lo inevitable, puede ser retocada como imagen y no necesitas
nada más que una pequeña cámara de bolsillo. Antes de tener una cámara
digital necesitaba recoger imágenes que intentaba memorizar. La
fotografía digital ha simplificado mucho todos estos procesos y resulta muy útil
para el tipo de imágenes que me interesan, siempre cerca de lo que estoy viviendo.
Es un poco robar un instante, cogerlo y guardarlo para ti. Una cleptómana
de momentos que los demás no viven aún participando en lo mismo que yo
hago, aún compartiendo mi espacio o mis actividades.
Los instantes que capto con mi cámara son míos y sólo míos. Se trata de una
actividad tan privada que no quiere llamar la atención, simplemente guardar mi
mirada. No hago mis fotos para mostrarlas, sino para mostrármelas. En todo caso,
trato de que mis fotografías no sean convencionales, sino que muestren las
cosas desde puntos de vista alternativos. Los objetos son múltiples, y no acostumbramos
a verlos así. La cámara los ve de una forma distinta, la cámara nos
muestra lo que no vemos de los objetos, porque los muestra fotográficamente,
y nuestra mirada no es fotográfica sino humana. Hemos llegado a creer que la
fotografía muestra la realidad y por otra parte hemos llegado a creer que muestra
lo que vemos. Ambos mitos son claramente falsos: las cosas que fotografiamos
son como las vemos sólo en sentido fotográfico. La realidad no es fotográfica.
Sólo las imágenes fotográficas constituyen la realidad fotográfica. Por eso
me invento otra realidad gracias a la fotografía. Por otro lado, mis fotos raramente
son imágenes únicas, habitualmente construyo series con ellas. Esto indica
que se relacionan entre sí y cuentan algo.
ASUNCIÓN JÓDAR: SITUARSE EN EL NINGÚN LUGAR DE DUERMEVELA.
Cuando el artista se asoma al mundo de lo privado abre una ventana hacia sí
mismo y el modelo para la creación no puede ser otro que las propias experiencias,
los recuerdos, y sobre todo, los propios sueños. Aunque es una fuente de
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