Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Rompiendo el silencio<br />
violencia no tenga que andar <strong>de</strong>l timbo al tambo como me tocó a mí”, dice<br />
en tono <strong>de</strong> reclamo Jalima.<br />
“A<strong>de</strong>más, vamos a celebrar que el albergue <strong>de</strong>l Movimiento <strong>de</strong> Mujeres Nidia<br />
White está más gran<strong>de</strong> y más bonito. Ahora po<strong>de</strong>mos vivir más mujeres allá”,<br />
me dice mientras interrumpe la plática y juega sonriendo con su bebé.<br />
Su menuda figura representa una dura realidad que a simple vista no se ve.<br />
Madre a los 17, abusada <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los 8 años<br />
El hijo <strong>de</strong> Jalima nació <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> nueve años <strong>de</strong> violaciones. El abusador<br />
era un hombre que alquilaba un cuarto en la casa don<strong>de</strong> ella vivía con su<br />
mamá en Karawala, una comunidad alejada <strong>de</strong> la Costa Atlántica sur.<br />
“Mi vida siempre estuvo llena <strong>de</strong> maltrato y abuso sexual. Nunca conté con<br />
el apoyo <strong>de</strong> mi mamá, y mi papá nunca me tomó en cuenta, porque tiene<br />
otra familia. Cuando lo busqué para pedirle ayuda, lo encontré <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> un<br />
palo bien tomado”, nos dice con tristeza.<br />
Foto: flickr/ júbilo.haku<br />
2626