pdf de edición - Sidoc

Midiéndole las costillas
Muchas preguntas y pocas respuestas
Ella fue a informar sobre la violación y el estado de salud de su hija al Instituto
de la Juventud y Deportes, Injuve, institución estatal que le dio la beca, a la
Procuraduría de Derechos Humanos, al despacho de la primera dama de
la República Rosario Murillo, a la Embajada de Venezuela y la Secretaría de
Desarrollo de la Costa Atlántica.
El Injuve respondió y el 4 de agosto del 2011 Mili fue internada en el Hospital
Militar. Allí los médicos dijeron que la joven sufría el síndrome de Lafora, una
enfermedad hereditaria rara y muy grave que no tiene cura. Informaron a la
madre de Militza que la muchacha tenía unos cuatro años de vida.
Foto: Cortesía de Ana María Martínez
“Salimos del hospital a finales
de septiembre creyendo que
mi hija no tenía remedio y
pendientes de buscar justicia
en el caso de violación”, nos
cuenta Ana. Ella alquiló una
casita en Managua, buscó
información sobre qué podía
hacer y otra vez visitó muchas
instituciones del Estado sin
obtener respuesta.
Recuperando la esperanza
Mili durante el Hablatón en Bluefields, RAAS.
Una luz de esperanza se
encendió en los corazones
de madre e hija el 20 de octubre del 2011, cuando la doctora cubana
Mavis Casamajor examinó a Mili y dijo que no le convencía el diagnóstico
que habían dado en el Hospital Militar y que en Cuba le podían ofrecer la
oportunidad de recuperarse.
Ana María junto a familiares, amistades y el Movimiento Scout, organizaron
un hablatón para poder costear el viaje a Cuba. La población de Bluefields
volcó su apoyo, lo mismo que seis radios blufileñas, medios nacionales escritos,
canales de televisión y noticieros en Facebook como Noticias de Bluefields y
Noticiero La Pedrada. Incluso la Secretaría del FSLN mandó un donativo.
40